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5 Sugerencias Óptimas |
La comunicación en las crisis
Tenga a la mano un plan para las crisis.
En una época de crisis, informe al público
de inmediato, pero diga sólo lo que sabe.
Haga que los altos dirigentes acudan al
lugar de la crisis.
Informe a su público interno.
Actualice la información con frecuencia y
regularidad.
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LA COMUNICACIÓN EN LAS CRISIS
Antes de la crisis
Durante la crisis
Después de la crisis
La crisis es un evento que sobreviene de pronto, a menudo en
forma inesperada, y exige una respuesta rápida. La crisis
interfiere con las actividades normales y crea incertidumbre
y tensión. La crisis puede ser un evento natural, como un
terremoto o un huracán, o un hecho provocado por
el hombre, como una explosión, un escándalo o un
conflicto. A la postre, eso puede amenazar la reputación
de un alto funcionario y de una organización.
Sin embargo, una crisis bien administrada no sólo
permite preservar el prestigio y la credibilidad, sino
que incluso los refuerza.
La clave de la comunicación eficaz en una crisis
es estar preparados desde antes que ésta se presente.
Una vez que ocurre tal contingencia, hay
poco tiempo para pensar y mucho menos aún para
planear. Si no tiene un plan para las crisis, se puede
sentir abrumado por los acontecimientos.
“Las buenas comunicaciones en caso de crisis se
basan en un sistema que ya esté establecido”, dice
el ex secretario de prensa de la Casa Blanca, Marlin
Fitzwater. “Cuando surge una crisis, no hay más
remedio que apegarse al sistema y superarse. Si en
forma habitual se ofrecía una reunión explicativa de
prensa al día, ahora habrá que hacer ajustes y ofrecer
una tres veces al día. La crisis no es el momento
para diseñar un nuevo sistema”.
En una crisis, lo más conveniente es ser amables
y sinceros, y hacer todo lo necesario para facilitar la
labor informativa. Los medios van a escribir y
difundir la noticia con la ayuda de usted o sin ella.
Por eso le conviene participar en el reportaje
–aunque éste sea negativo– para que la posición de
usted sea presentada tal como es. De lo contrario,
los medios escribirán que un funcionario del gobierno
“no respondió a nuestras preguntas”, lo cual sólo
suscita sospechas y rumores.
“En caso de crisis, reúna a todos los jugadores
clave en un salón y exponga los hechos como son.
Nunca diga más de lo que sabe, no exponga gratuitamente
sus ideas y actualice a los reporteros en
todo momento”, dice Susan King, portavoz de dos
departamentos federales bajo la presidencia de Clinton.
“Los reporteros tienen que recibir información,
pero si usted no les da ningún dato, ellos difundirán
rumores”.
Antes de la crisis
- Mantenga en todo momento relaciones de confianza
y credibilidad con los medios. Si lo hace así,
ellos serán menos suspicaces y más cooperativos en
medio de una crisis.
- Seleccione a una persona para que asuma el
papel de administrador de la crisis.
- Pida a esa persona que recopile información
sobre los asuntos y tendencias que pueden llegar a
ser problemáticos. Evalúe ese material, reúna datos
al respecto y desarrolle estrategias de comunicaciones
para prevenir o reorientar el curso de los
acontecimientos.
- Localice personas adecuadas para formar parte
de un equipo que se encargue de administrar la crisis.
Defina cuáles serán sus funciones, las tareas que
deben realizar y los posibles escenarios. Tenga a la
mano la lista de los números telefónicos del domicilio,
la oficina y el teléfono celular o móvil de todos
ellos. Consiga también copias de sus biografías. En
caso de crisis, la prensa querrá conocer los
antecedentes de la gente que está a cargo de hacerle
frente.
- Imparta a los portavoces designados capacitación
para tratar con los medios.
- Defina el mensaje, el objetivo y los medios que
podría usar en los diversos planes para afrontar las
crisis.
- Tenga una lista del número telefónico del domicilio,
la oficina y el teléfono celular o móvil de los
reporteros que podrían cubrir las actividades de su
organización en caso de crisis, y los plazos en que
deben entregar su material.
- Haga un plan para establecer un centro de crisis
destinado a los medios. En él puede haber diversos
elementos, p. ej., escritorios, sillas, teléfonos, estacionamiento,
contactos eléctricos, espacio para
instalar los camiones de la transmisión vía satélite,
máquinas copiadoras y hasta servicio de café. También
tendrá que idear la forma de proteger la
seguridad de la oficina, sobre todo la de su propio
personal.
Durante la crisis
- Cuando se desate una crisis, informe de inmediato
a la prensa. Si no lo hace, los medios obtendrán
esa información por otros cauces.
- Establezca un centro de crisis que atienda a los
medios las 24 horas del día, en un lugar central
desde el cual se difundan noticias, se atiendan los
rumores, se compilen datos y se den explicaciones.
- Haga “pública” la situación de inmediato, por
medio de un portavoz capacitado que imparta
sesiones explicativas para la prensa. Deje que los
medios –y, por lo tanto, el público– sepan que usted
se ha hecho cargo de la situación.
- Hable de lo que usted sabe y nada más. No
especule. No deje que le obliguen a decir algo basado
en un rumor. Si no lo sabe, admítalo. La mejor
respuesta es: “Ese asunto lo estamos investigando”.
- Compile la información lo antes posible.
Entérese de lo básico: quién, qué, cuándo, dónde y
cómo. Tal vez sólo más tarde pueda explicar el “por
qué”.
- Lleve al dirigente del gobierno o la agencia y
otros altos funcionarios al centro de crisis. Cancele
todos los demás planes. La gente quiere ver al dirigente,
no sólo al personal de asuntos públicos.
Hacer que los más altos líderes comparezcan ante la
prensa en una crisis le da credibilidad a la organización
y demuestra que ésta no trata la situación a
la ligera.
- Informe a sus audiencias internas –el personal y
otras oficinas del gobierno– al mismo tiempo que a
la prensa. Si los medios son la única fuente de información
para ese personal, es posible que decaiga la
moral y que los empleados se sientan confusos y
heridos, sobre todo si la prensa presenta el incidente
de modo incorrecto. Por el lugar donde trabajan, se
verá a los miembros del personal como fuentes de
información y éstos pueden ser el origen de filtraciones
y rumores. Asegúrese de que ellos conozcan
bien los hechos.
- Comuníquese con su audiencia interna por
correo electrónico, si dispone de él, o por medio de
comunicados y declaraciones de prensa para cada
oficina. Si el personal es lo bastante reducido, convoque
una reunión en la cual se presenten los
miembros del equipo de crisis para responder las
preguntas del personal.
- Mantenga una actitud tranquila, amable y servicial.
No se muestre nervioso o abrumado.
- Nulifique de antemano la publicidad negativa e
informe sobre las medidas que se están tomando
para resolver la crisis. Verifique cada noticia antes
de anunciarla.
- Si es posible, haga que los medios tengan acceso
al escenario de la crisis. La televisión quiere captar
imágenes. Si hay restricciones de espacio, aplique el
método de “reportajes compartidos”, de modo que
un representante de cada tipo de medio –servicio
cablegráfico, periódico, TV, radio, revista y
fotografía– tenga acceso al escenario de los hechos
para escribir un reportaje y hacer las fotos para sus
colegas. Esos reportajes no los podrá usar ninguno
de ellos, ni aun los miembros del grupo de representantes,
mientras no hayan sido distribuidos a todos
los demás.
- Procure atender las necesidades prácticas de la
prensa, como estacionamiento, teléfonos, conexiones
eléctricas, escritorios y sillas.
- Lleve una bitácora de los reporteros que han llamado,
las preguntas que hacen, sus plazos de entrega,
lo que usted les prometió y en quién delegó el
cumplimiento de la promesa.
- Conteste siempre las llamadas telefónicas. Si no
lo hace, los reporteros buscarán la información en
otro lugar. Ellos escribirán sus reportajes con la
ayuda de usted o sin ella. Al no responder, usted
pierde el control de todo el reportaje.
- Una actitud sencilla y comprensiva le puede
ayudar a recobrar la confianza del público. Tranquilice
a la gente. Explique qué medidas se están
tomando para resolver el problema, para ayudar a
los afectados y para que se restablezca la normalidad.
Pero asegúrese primero de que está haciendo lo
que ha dicho.
- Cerciórese de que el portavoz de prensa participe
con las altas autoridades en todas las decisiones y en
la creación de las políticas. Cada decisión tiene ramificaciones
públicas, ya sea que las autoridades lo
reconozcan o no.
- No trate de hallar culpables. Eso sólo se podrá
hacer al cabo de una investigación.
- Haga un llamado a terceros para que apoyen sus
esfuerzos. Pida que hablen a su favor personas dignas
de crédito que hayan pasado por experiencias
similares y atraigan la atención del público.
- Actualice la información a menudo y con regularidad.
Anuncie cuándo hará la siguiente actualización.
- Esté al pendiente de los reportajes que aparecen
en los medios y corrija de inmediato los errores.
- Establezca una página en la Internet para informar
al público sobre el estado de la situación. Presente
en esa página todos los comunicados de noticias,
declaraciones, listas de datos y enlaces con
otros informes.
- Forme un grupo de evaluación para estudiar el
problema y prevenir que se repita en el futuro. Esto
no es un recurso cosmético: el poder de ese grupo
debe ser real.
- Recuerde: si responde a la gente y tiene una
actitud abierta durante las crisis, reforzará su credibilidad
y el respeto de los medios. A la larga, esto
puede ser útil para usted.
Después de la crisis
- Evalúe la eficacia del plan de crisis y la respuesta
de la gente al mismo.
- Corrija los problemas para que no se presenten
de nuevo.
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