¿Cómo se trata la anemia?
Objetivos del tratamiento
El objetivo del tratamiento de la anemia es aumentar
la capacidad de la sangre de transportar oxígeno. Esto se logra
aumentando el número de glóbulos rojos y la concentración
de hemoglobina en los glóbulos rojos para que se acerque lo más
posible a los valores normales. Un objetivo adicional es tratar la enfermedad
de fondo o la causa de la anemia.
El tratamiento que el médico recete
dependerá del tipo de anemia que usted tenga, su causa y su gravedad.
Puede consistir en suplementos dietéticos, cambios de
alimentación, medicinas o procedimientos médicos, como
transfusiones de sangre o cirugía.
Nutrición y suplementos
dietéticos
Algunos tipos de anemia se deben a concentraciones
bajas de vitaminas o de hierro en el cuerpo. Estas a su vez se pueden deber a
una alimentación deficiente o a ciertas enfermedades y problemas de
salud. El tratamiento para la deficiencia de vitaminas o de hierro puede
consistir en cambiar de alimentación o en tomar suplementos
vitamínicos o de hierro. Por lo general, los suplementos
vitamínicos son vitamina B12 y ácido fólico. A veces se da
vitamina C para ayudarle al cuerpo a absorber el hierro.
Hierro
El cuerpo necesita hierro para producir hemoglobina.
El hierro que se encuentra en las carnes se absorbe más
fácilmente hacia la sangre que el que se encuentra en verduras y otros
alimentos. Para tratar la anemia es posible que el médico recomiende
comer más carne (especialmente carnes rojas, como carne de res e
hígado), al igual que pollo, pavo, carne de cerdo, pescado y
mariscos.
A veces el hierro se administra en forma de
suplementos minerales. Por lo general, estos se combinan con multivitaminas y
otros minerales que le ayudan al cuerpo a absorber el hierro. Algunos alimentos
están enriquecidos con hierro adicional, es decir, se les ha agregado
hierro. Entre estos alimentos se incluyen cereales, panes y pasta. Usted puede
averiguar cuánto hierro hay en su comida si lee las etiquetas de
nutrición de los empaques de alimentos. La cantidad se presenta como
porcentaje del consumo diario recomendado.
Otros alimentos que son buenas fuentes de hierro
son:
- Espinacas y otras hortalizas (verduras) con hojas
de color verde oscuro
- Cacahuates (maní), mantequilla de
cacahuate y almendras
- Huevos
- Guisantes (arvejas), lentejas y frijoles
(judías o porotos) blancos o rojos, o frijoles cocidos y enlatados.
- Frutas secas, como uvas pasas, albaricoques y
melocotones (duraznos)
- Jugo de ciruelas pasas
Vitamina C
La vitamina C le ayuda al cuerpo a absorber el
hierro. Las verduras y frutas, especialmente los cítricos, son buenas
fuentes de vitamina C en la alimentación. Las frutas, verduras y jugos
frescos y congelados por lo general contienen más vitamina C que los
enlatados. Las frutas cítricas son las naranjas, pomelos (toronjas),
mandarinas y otras frutas parecidas. Si usted está tomando medicinas,
pregúntele a su médico o farmacéutico si puede comer
pomelo (toronja) o tomar jugo de esta fruta. Esta fruta cítrica afecta
la potencia y eficacia de unas cuantas medicinas. Otras frutas ricas en
vitamina C son el kiwi, el mango, el albaricoque (chabacano), las fresas
(frutillas), el melón cantalupo y la sandía.
Las verduras ricas en vitamina C son el
brócoli, los pimientos, los tomates, el repollo, las papas y las
hortalizas de hojas verdes, como la lechuga romana, las hojas de nabo (grelos)
y las espinacas.
Vitamina B12
Las concentraciones bajas de vitamina B12 pueden
llevar a un tipo de anemia llamada anemia perniciosa. Esta anemia se presenta
casi siempre porque el cuerpo no es capaz de absorber vitamina B12. A menudo la
anemia perniciosa se puede tratar con suplementos que contienen vitamina B12.
Entre las buenas fuentes de vitamina B12 están los cereales para el
desayuno enriquecidos con esta vitamina. Los productos animales son
especialmente ricos en vitamina B12. Entre ellos se cuentan carnes (carne de
res, hígado, pollo, pescado y mariscos), huevos y productos
lácteos (leche, yogur y queso).
Ácido fólico
El ácido fólico es una forma de
vitamina B que se encuentra en los alimentos. El cuerpo necesita ácido
fólico para producir y mantener células nuevas. El ácido
fólico en las mujeres embarazadas es muy importante para evitar la
anemia y asegurar el desarrollo sano del feto. Además de panes, pasta y
arroz enriquecidos con ácido fólico sintético, hay buenas
fuentes naturales de ácido fólico, como:
- Espinacas y otras hortalizas (verduras) con hojas
de color verde oscuro (la palabra "fólico" viene del latín
folium, que significa "hoja")
- Frijoles (judías o porotos) secos
- Hígado de res
- Huevos
- Plátanos, naranjas, jugo de naranja y
otras frutas y jugos
Medicinas
Además de hierro y vitaminas, es posible que
el médico le recete otras medicinas para tratar las causas de fondo de
la anemia o para aumentar la producción de glóbulos rojos.
Algunas de estas medicinas y tratamientos son:
- Antibióticos para tratar infecciones
- Tratamiento con hormonas para mujeres adultas y
adolescentes que tienen sangrado menstrual abundante
- Epoyetina, que es una versión
sintética de la eritropoyetina, una hormona producida por los
riñones que estimula el aumento de la producción de
glóbulos rojos
- Medicinas para evitar que el sistema inmunitario
ataque por equivocación sus propios glóbulos rojos
- Desintoxicación (quelación) para el
tratamiento del envenenamiento por plomo o saturnismo, especialmente en
niños
Procedimientos médicos
Algunos tipos de anemia grave pueden requerir
procedimientos médicos. Entre estos procedimientos se cuentan las
transfusiones de sangre y los trasplantes de médula ósea o de
células madre.
Transfusiones de sangre
Las transfusiones se ponen a través de una
vena. Es necesario hacer pruebas cuidadosas para garantizar que la sangre de la
persona que la done sea compatible con la sangre de la persona que la reciba.
La sangre transfundida debe ser compatible por lo menos con el tipo de sangre o
grupo sanguíneo del receptor (A, AB, B u O) y por lo general con otros
factores. Las personas que reciben transfusiones de sangre con frecuencia deben
someterse a controles para ver si no tienen sobrecarga de hierro (demasiado
hierro en el cuerpo). Si se acumula demasiado hierro, la persona debe hacerse
un tratamiento de desintoxicación (quelación) para disminuir el
exceso de hierro, que podría causar lesiones en los órganos.
Trasplante de médula ósea o de
células madre
Las anemias graves, como la anemia aplásica,
que se deben a que la médula ósea no produce glóbulos
rojos, a veces se tratan con trasplantes de médula ósea o de
células madre. La médula ósea del donante se obtiene de un
hueso grande, por ejemplo, de la pelvis. Se administra por transfusión a
través de una vena. Las células madre para un trasplante pueden
obtenerse de sangre compatible del cordón umbilical, de médula
ósea donada por un familiar o de un donante que no sea familiar del
receptor pero sea compatible con éste. Al llegar a la médula
ósea, las células madre producen células maduras de la
sangre.
Cirugía
Puede ser necesario hacer cirugía para
controlar o detener una hemorragia grave o potencialmente mortal que
esté causando anemia. Por ejemplo, la cirugía puede controlar el
sangrado crónico de una úlcera estomacal o del cáncer de
colon.
Puede ser necesario extraer el bazo para detener o
disminuir las tasas altas de destrucción de glóbulos rojos. El
bazo retira del cuerpo los glóbulos rojos viejos. Si el bazo está
aumentado de tamaño o enfermo, retira más glóbulos rojos
que lo normal, causando anemia. |