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Su imagen propia y su sexualidad

Cada uno de nosotros tiene una imagen mental de cómo nos vemos; es decir, tenemos nuestra "propia imagen". Aunque no siempre nos gusta cómo nos vemos, estamos acostumbrados a nuestra imagen propia y la aceptamos. Sin embargo, el cáncer y su tratamiento pueden cambiar la forma cómo nos vemos y cómo nos sentimos. Sepa que usted no está solo en la forma cómo se siente. Muchas otras personas tienen sentimientos similares.

Los cambios en el cuerpo durante y después del tratamiento

Algunos cambios en el cuerpo duran poco tiempo, mientras que otros se quedan para siempre. De todas maneras, su apariencia puede ser una gran preocupación durante o después del tratamiento. Por ejemplo, las personas con ostomías después de una cirugía de colon o de recto a veces temen salir a la calle. Les preocupa llevar un aparato a todos partes o temen que pueda gotear. Algunos pueden sentir vergüenza o temer que otras personas les rechacen.

Cada persona cambia de diferentes maneras. Algunos cambios los pueden notar los demás, otros cambios solo usted los podrá notar. Quizás necesite tiempo para adaptarse a algunos de estos cambios. Otras situaciones a las que podría enfrentarse son:

  • Caída del pelo o cambios en la piel
  • Cicatrices o cambios causados por la cirugía y su efecto en la forma como se ve
  • Cambios en el peso
  • Pérdida de las extremidades
  • Pérdida de la fecundidad, lo que significa que puede ser difícil quedar embarazada o engendrar un hijo

Aunque los demás no puedan verlos, los cambios en su cuerpo pueden molestarle. Los sentimientos de enojo y tristeza por los cambios en su cuerpo son normales. Sentirse mal con su cuerpo también puede hacer que disminuya su deseo sexual. Esto puede hacer que se sienta todavía peor.

Los cambios en la manera en que se ve también pueden resultar difíciles para sus seres queridos, y puede ser difícil para usted. Por ejemplo, los padres y abuelos a menudo se preocupan por la forma en que sus hijos o nietos los ven. Temen que los cambios en su apariencia puedan asustar al niño o ser un obstáculo para que ellos se acerquen.

Superación de los cambios en el cuerpo

¿Cómo superar los cambios corporales?

  • Lamente lo que ha perdido. Es real y usted tiene derecho a afligirse.
  • Trate de concentrarse en que usted ha superado el cáncer y esto le ha hecho más fuerte; ahora sabe más y es más realista.
  • Si nota que su piel ha cambiado por la radiación, pregunte a su médico lo que puede hacer para cuidarla.
  • Busque nuevas formas de mejorar su apariencia. Un nuevo corte de pelo, color de cabello, maquillaje o ropa que puedan levantarle el ánimo. Si usa una peluca, llévela al peluquero para que le dé forma y estilo.
  • Si prefiere usar una prótesis para el seno, asegúrese de que le quede bien. No tenga miedo de pedir ayuda en la tienda de pelucas o a algún conocido. Y consulte con su plan de seguro médico para ver si cubren la peluca.

Superar estos cambios puede ser difícil. Pero, con el tiempo, la mayoría de las personas aprenden a aceptarlos y a seguir adelante. Si lo necesita, pida a su médico que le recomiende a un consejero para hablar de sus sentimientos.

Mantener la actividad

Muchas personas se dan cuenta de que su imagen propia se puede beneficiar si se mantienen activas.

Esto es lo que puede hacer:

  • Caminar o correr
  • Nadar
  • Andar en bicicleta
  • Jugar un deporte
  • Tomar una clase de ejercicios
  • Estirarse o hacer yoga

Puede darse cuenta de que si mantiene la actividad podrá superar mejor los cambios. Esto puede reducir su tensión y ayudarle a relajarse. Puede ayudarle a sentirse más fuerte y a tener más control de su cuerpo. Empiece poco a poco si es necesario y tómese su tiempo. Hable con su médico acerca de la forma de mantener la actividad.

Los pasatiempos y el trabajo voluntario pueden ayudarle también a mejorar su propia imagen y su amor propio. Tal vez le guste leer, escuchar música, completar crucigramas o algún otro tipo de rompecabezas, como trabajo en el jardín o escribir. O usted puede ofrecer trabajo voluntario en una iglesia o en una oficina local, o sevir de mentor o tutor, por ejemplo. Puede darse cuenta de que se siente mejor cuando ayuda a otros y hace lo que disfruta.

Los cambios en su vida sexual

Es normal que la gente tenga problemas con el sexo debido al cáncer y a su tratamiento. Pero, al terminar su tratamiento, puede sentir ganas de tener relaciones sexuales nuevamente, aunque puede necesitar un poco de tiempo. Los problemas sexuales pueden durar más que los otros efectos secundarios físicos del tratamiento de cáncer. Por esto es importante buscar ayuda para saber cómo adaptarse a estos cambios.

Hasta entonces, es posible que usted y su cónyuge o pareja sientan la necesidad de encontrar nuevas formas de demostrarse cariño. Esto puede ser tocarse, tomarse de la mano, abrazarse o acariciarse.

Problemas relacionados con el tratamiento

A menudo los problemas sexuales son causados por cambios en su cuerpo. Dependiendo de su cáncer, es posible que experimente problemas con el sexo a corto o a largo plazo después del tratamiento. Estos cambios resultan de la quimioterapia, de la radiación, la cirugía o de determinados medicamentos. A veces los problemas emocionales como la ansiedad, la depresión, las preocupaciones y la tensión pueden afectar el sexo.

¿Cuáles problemas pueden presentarse? Algunas inquietudes comunes son:

  • Preocupación de tener intimidad después del tratamiento. Algunas personas pueden luchar con la imagen de su cuerpo después del tratamiento. Aun el pensamiento de verse sin ropa puede ser estresante. Pueden preocuparse de que las relaciones sexuales les causen dolor o que no podrán desempeñarse bien o se sentirán sin atracción
  • Cambios en la vida sexual. Algunos tratamientos del cáncer causan cambios en los órganos sexuales, lo que también cambia la vida sexual.
    • Algunos hombres ya no pueden tener o mantener una erección después del tratamiento para el cáncer de próstata, para cáncer de pene o cáncer de los testículos. Algunos tratamientos pueden también debilitar el orgasmo del hombre o que tenga orgasmos secos. Los problemas menos comunes puede ser la dificultad para eyacular o que la eyaculación se regrese a la vejiga. 
    • A algunas mujeres les resulta más difícil, e incluso doloroso, tener sexo después del tratamiento del cáncer. Algunos tratamientos del cáncer pueden causar estos problemas, pero la causa puede no ser clara. Algunas mujeres tienen también dolor o entumecimiento en su área genital.
  • Síntomas de menopausia. Cuando las mujeres dejan de tener sus períodos, pueden experimentar sofocos, sequedad o rigidez en la vagina u otros problemas que pueden afectar su deseo de tener relaciones sexuales.
  • Incapacidad para tener hijos. Algunos tratamientos para el cáncer pueden causar la infecundidad, lo que hace imposible tener hijos para los supervivientes de cáncer. Pero tenga en cuenta que:
    • Dependiendo de su edad, del tipo de tratamiento que recibió y del tiempo que ha pasado desde el tratamiento, usted puede todavía tener hijos.
    • Las familias pueden formarse de muchas maneras. Algunas personas eligen adoptar o tener hijos por sustitución. Otras personas comparten las vidas de sobrinas o sobrinos, o en programas de educación de niños.
    • Usted podría elegir enfocarse en lo que le interesa o apasiona en la vida.
    • Puede acudir a su equipo de atención médica con preguntas o preocupaciones, así como a grupos de apoyo dirigidos por profesionales. O puede ponerse en contacto con LIVESTRONG Fertility para obtener más información y para recomendaciones de programas de fecundidad en los Estados Unidos.

Pida ayuda

Aunque pueda sentir incomodidad, haga saber a su médico o a su enfermera si está teniendo problemas. Puede haber medicamentos o algunas otras formas para que usted y su ser querido puedan darse placer mutuo. Si su médico no puede hablar con usted sobre problemas sexuales, pida el nombre del médico que pueda hacerlo. A algunas personas les resulta útil también hablar con otras parejas.

Los problemas sexuales no siempre pueden mejorar por sí solos. A veces puede haber un problema médico subyacente que cause cambios. Los cambios comunes y algunas soluciones son:

  • Problemas de erección: Medicamentos, dispositivos de asistencia, consejería, cirugía y otros métodos pueden ayudar.
  • Sequedad vaginal. La sequedad o rigidez en la vagina pueden ser causadas por la menopausia. Pregunte si usar un lubricante a base de agua durante las relaciones sexuales, usar dilatadores vaginales antes del sexo y tomar hormonas o usar una crema con hormonas son opciones que le puedan ayudar.
  • Debilidad muscular. Usted puede ayudar a fortalecer los músculos en su zona genital haciendo ejercicios de Kegel. Esto es cuando practica controlar los músculos para detener el flujo de orina. Puede hacer estos ejercicios aun cuando no esté orinando. Simplemente tense y relaje los músculos mientras se sienta, se pone de pie o realiza las tareas cotidianas.

Otros problemas de los que usted puede hablar son:

  • Preocupación de tener hijos. Converse con su médico sobre las inquietudes de planificación familiar. Si usted es mujer, pregunte si aún necesita usar métodos anticonceptivos, incluso si ya no tiene su período.
  • Pláticas con un consejero. Algunas personas encuentran que los problemas sexuales relacionados con el cáncer comienzan a crear tensión en la relación con su pareja. Si es así, pregunte a una enfermera o trabajador social si puede hablar con un consejero. Si usted habla con el consejero, o lo hace junto con su pareja, puede ayudarles.
  • Consulta con un especialista. Un terapeuta sexual tal vez pueda ayudarle a hablar francamente de sus problemas, a tratar sus preocupaciones y a buscar nuevas formas de ayuda para usted y su pareja.

Diga a su pareja cómo se siente

Hablar con la persona que ama y compartir sus sentimientos e inquietudes es muy importante. Aun para una pareja que ha estado unida por mucho tiempo, puede resultar difícil mantener la unión.

Diga a su pareja si quiere tener sexo o si prefiere abrazarse, besarse y acariciarse uno al otro. Su cónyuge o pareja puede tener miedo de tener sexo con usted. O puede sentir preocupación de lastimarle o pensar que usted no se siente bien.

Hable con su pareja sobre cualquier inquietud que tenga sobre su vida sexual. Exprese sus sentimientos con sinceridad y optimismo para evitar las culpas.

Encontrar formas para tener intimidad

Usted puede tener todavía una relación íntima a pesar del cáncer. La intimidad no es solo física. También incluye sentimientos. Estas son algunas formas de mejorar sus relaciones íntimas:

  • Enfóquense solo en hablar y en renovar su unión.
  • Protejan el tiempo que pasan juntos. Apaguen el teléfono y la televisión. Si es necesario, encuentren a alguien que cuide a los niños por unas horas.
  • Tómenlo con calma. Planifiquen una hora o más para estar juntos sin contacto físico. Por ejemplo, pueden escuchar música o dar un paseo.
  • Prueben nuevas formas de contacto. El tratamiento del cáncer o la cirugía pueden cambiar el cuerpo de un paciente. Las áreas que antes se sentían bien al contacto pueden estar ahora insensibles o causar dolor. Algunos de estos cambios desaparecerán. Otros permanecerán. Por el momento, pueden descubrir juntos el tipo de contacto que les hace sentir bien, como tomarse de las manos, caminar juntos, abrazarse y acariciarse.

Intimidad después del tratamiento

Aunque el tratamiento del cáncer pueda haber terminado, es posible que los problemas sexuales continúen por un tiempo. Sin embargo, pueden encontrar otras formas de mostrar que se quieren. Es importante sentirse cerca de su pareja.

  • Tenga orgullo de su cuerpo. ¡Le ayudó a superar el tratamiento!
  • Piense en las cosas que le ayudan a sentirse con más atracción y seguridad.
  • Concéntrese en lo positivo. Trate de estar consciente de sus pensamientos, ya que pueden afectar su vida sexual.
  • Acepte los cambios. Usted puede encontrar nuevas formas de disfrutar la intimidad.

Salir en citas

Si es soltero o soltera, los cambios en el cuerpo y las inquietudes respecto del sexo pueden afectar cómo se siente de salir en una cita. Además de luchar por aceptar los cambios, usted puede preocuparse también de lo que sentirán los demás por usted. Por ejemplo, se puede preguntar cómo reaccionarán los demás a su aspecto físico, como la caída del cabello, las cicatrices o las ostomías. O puede ser incómodo sacar a relucir problemas sexuales o la falta de fecundidad, lo cual puede dificultar todavía más el acercarse a una persona.

El querer salir de nuevo a alguna cita con alguien puede parecer un reto. Tal vez se pregunte cómo y cuándo decir a una persona nueva en su vida acerca de su cáncer y de los cambios en su cuerpo. Para algunos supervivientes de cáncer, el temor al rechazo impide que busquen la vida social que les gustaría tener. Otros que eligen no salir en citas pueden enfrentar la presión de los amigos o de la familia para ser más sociables. Aquí se ofrecen algunas ideas que pueden facilitar volver a tener encuentros sociales:

  • Enfóquese en actividades en las que tenga tiempo para disfrutar, como ir a festivales y a paseos en grupo y tomar una clase o unirse a un club.
  • No permita que el cáncer sea una excusa para no salir en citas y tratar de conocer gente.
  • Espere hasta sentir confianza y amistad para hablar de su cáncer con una amistad nueva.
  • Hable con sus amigos sobre cómo salir con alguien o pida sugerencias de otros supervivientes de cáncer.

Piense que las citas son parte del proceso de aprendizaje con la meta de tener una vida social que pueda disfrutar. Usted puede escoger con quién tener citas y con qué frecuencia hacerlo. No todas las citas tienen que ser perfectas. Si alguna persona le rechaza (lo cual puede suceder con o sin cáncer), usted no ha fracasado. Recuerde que no todas las citas funcionaron cuando no tenía cáncer. Y tal vez, su experiencia con el cáncer le da un sentido de propósito y de apreciación para una relación que no tuvo antes.