Su médico de atención primaria le diagnosticará el asma con base en sus antecedentes médicos y familiares, el examen médico y los resultados de unas pruebas.
El médico determinará además la gravedad del asma, es decir, si es intermitente, leve, moderada o grave. De la gravedad dependerá el tratamiento que usted debe iniciar.
Es posible que tenga que ver a un especialista de asma si:
El médico puede preguntarle sobre sus antecedentes familiares de asma y alergias. También puede preguntarle si tiene síntomas de asma y cuándo y con qué frecuencia se presentan.
Dígale si sus síntomas parecen presentarse solo durante ciertas épocas del año o en ciertos lugares, o si empeoran por la noche.
Es posible que el médico quiera saber qué factores parecen desencadenar sus síntomas o empeorarlos. Si desea más información sobre posibles desencadenantes del asma, consulte la sección "¿Cuáles son los signos y síntomas del asma?"
El médico puede preguntarle si tiene problemas de salud relacionados que puedan interferir con el control del asma. Estos problemas pueden consistir en congestión nasal, sinusitis, enfermedad por reflujo, estrés psicológico y apnea del sueño.
El médico le auscultará el pecho para oír sus sonidos respiratorios y buscar indicios de asma o alergias. Entre estos signos están las sibilancias, la congestión nasal o la inflamación de las vías respiratorias nasales, así como los problemas alérgicos de la piel, tales como el eccema.
Tenga en cuenta que usted puede tener asma aunque no tenga estos signos el día en que el médico lo examine.
El médico usará una prueba llamada espirometría para ver cómo están funcionando sus pulmones. Esta prueba mide cuánto aire puede entrar y sacar de los pulmones. También mide qué tan rápidamente puede sacar el aire de los pulmones.
El médico también puede darle una medicina y luego hacerle de nuevo la prueba para ver si los resultados han mejorado.
Si los resultados iniciales eran inferiores a los normales y mejoraron con la medicina, y si su historia clínica muestra características de síntomas de asma, es probable que el diagnóstico sea asma.
El médico puede recomendarle otras pruebas si necesita más información para llegar al diagnóstico. Estas pruebas son:
La mayoría de los niños que sufren asma presentan los primeros síntomas antes de los 5 años. Sin embargo, el asma puede ser difícil de diagnosticar en niños pequeños (menores de 5 años).
A veces es difícil determinar si un niño tiene asma o alguna otra enfermedad infantil. Esto se debe a que los síntomas del asma también se presentan en otras enfermedades.
Además, en muchos niños pequeños que tienen sibilancias cuando se resfrían o tienen infecciones respiratorias, el asma desaparece después de los 6 años.
Un niño puede tener sibilancias porque tiene vías respiratorias pequeñas que se estrechan más durante los resfriados o las infecciones respiratorias. Las vías respiratorias crecen a medida que el niño crece, de modo que cuando este se resfría ya no presenta sibilancias.
Un niño pequeño que presenta sibilancias con frecuencia cuando está resfriado o tiene infecciones respiratorias tiene más probabilidades de sufrir asma si:
La forma más segura de diagnosticar el asma es realizar una prueba del funcionamiento de los pulmones, revisar los antecedentes médicos y hacer un examen médico. Sin embargo, la prueba para el funcionamiento de los pulmones es difícil de hacer en niños menores de 5 años. Por eso los médicos deben basarse en los antecedentes médicos del niño, los signos y síntomas, y el examen médico para hacer el diagnóstico.
Los médicos también pueden ensayar medicinas para el asma durante un lapso de entre 4 y 6 semanas para ver qué tan bien responde el niño.
Los estudios clínicos son investigaciones que exploran si una estrategia médica, un tratamiento, o un dispositivo son seguros y eficaces para los seres humanos. Estos estudios son una herramienta importante de investigación y sirven para adelantar en el conocimiento médico y el cuidado del paciente. Aprenda más sobre los estudios clínicos (solo en inglés).
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