El tallo cerebral controla las cosas que tu cuerpo hace automáticamente, como respirar y toser. Los opiáceos actúan sobre el tallo cerebral para detener la tos y disminuir la respiración. (azul)
La espina dorsal transmite las señales de dolor del cuerpo. Al actuar en la espina dorsal, los opiáceos bloquean los mensajes de dolor y permiten que las personas soporten el dolor aún de lesiones graves. (amarillo)
El sistema límbico controla las emociones. Los opiáceos cambian al sistema límbico para producir sensaciones más intensas de placer, rebajamiento y felicidad. (rojo)
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