Neurofisiología
Se ha progresado en la comprensión de los mecanismos neurofisiológicos que
controlan las náuseas y los vómitos. Ambos están controlados o mediados por el
sistema nervioso central pero por mecanismos diferentes. Las náuseas son
mediadas a través del sistema nervioso autónomo. El vómito resulta de la
estimulación de un reflejo complejo que es coordinado por lo que se cree es un
verdadero centro del vómito, el cual es posible que esté ubicado en la formación
reticular dorsolateral próxima a los centros respiratorios medulares. El
centro del vómito presuntamente recibe estimulación convergente aferente de
varias vías neurológicas centrales, entre las que figuran las siguientes:[1,2]
- Una zona gatillo quimiorreceptora (ZGQ).
- La corteza cerebral y el sistema límbico, en respuesta a la estimulación
sensorial (en particular el olfato y el gusto), la aflicción psicológica y el
dolor.
- El aparato laberíntico vestibular del oído interno, en respuesta al movimiento
del cuerpo.
- Estímulos periféricos de los órganos viscerales y la vasculatura (por los
nervios simpáticos espinal y vago) como resultado de productos químicos exógenos
y sustancias endógenas que se acumulan durante la inflamación, isquemia e
irritación.
La ZGQ está situada en el área postrema, una de las regiones circunventriculares
del cerebro en la superficie dorsal de la médula oblonga en el extremo caudal del
cuarto ventrículo. A diferencia de la vasculatura dentro de la barrera
hematoencefálica de difusión, el área postrema está altamente vascularizada con
vasos sanguíneos fenestrados que carecen de uniones estrechas (zona de oclusión) entre las células endoteliales capilares. La ZGQ está especializada
anatómicamente para tomar fácilmente muestras de los elementos presentes en la
sangre circulante y en el líquido cefalorraquídeo (CSF).[3,4]
Las pruebas con que contamos actualmente indican que la emesis aguda posterior a
la quimioterapia, comienza con la liberación de neurotransmisores por células
susceptibles a la presencia de substancias tóxicas en la sangre o en el CSF. Las
células del área postrema en la ZGQ y las células enterocromafines en el interior
de la mucosa intestinal están implicadas en el inicio y la propagación de
estímulos aferentes que finalmente convergen en las estructuras centrales
correspondientes al centro del vómito. La contribución relativa de estas vías
múltiples que culminan en los síntomas de náuseas y vómitos es compleja y se
supone que es responsable por la emeticidad variable (emeticidad
intrínseca y factores mitigantes, es decir, dosificación, vía de administración,
período de exposición) y las características eméticas (o sea, intervalo previo
al comienzo y duración de los síntomas) de los medicamentos.
Bibliografía
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