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Colombia

Palabras de la representante de Comercio de E.U. Regina Vargo

Tratado de Libre Comercio

Al iniciar conversaciones para el TLC andino
Cartagena, Bolívar
18 de mayo de 2004

Introducción

Buenas tardes Sr. Presidente, miembros del Gabinete y del Congreso
colombianos, embajador Wood, ministros de Comercio Botero, Ferrero, Baki y
Grebe; jefes negociadores Gómez, de la Flor, y Espinosa, miembros de
nuestros respectivos equipos de negociación, y demás estimados invitados:

Les traigo un caluroso saludo y los mejores deseos del presidente Bush en
esta histórica ocasión: la iniciación de las negociaciones de libre
comercio entre los países andinos y Estados Unidos.

El embajador Zoellick expresa su desilusión al no poder estar hoy con
nosotros. Estuvo aquí para la toma de posesión del presidente Uribe y
estuvo nuevamente de visita en agosto del año pasado para conversar sobre
un tratado de libre comercio con el gobierno colombiano y diferentes
miembros de la comunidad empresarial. En especial, me solicitó expresar su
agradecimiento por el fuerte liderazgo del presidente Uribe y su equipo
tan capaz, encabezado por el ministro Botero, para que hayamos llegado
hasta este punto. Y expresar su confianza en nuestros esfuerzos para crear
una relación económica más sólida y profunda entre Estados Unidos,
Colombia y sus vecinos andinos: Perú, Ecuador y Bolivia.

Primero, deseo agradecer al Gobierno de Colombia por organizar este evento
en esta hermosa ciudad de Cartagena. Parece muy adecuado celebrar esta
importante ocasión en una ciudad con tanta historia, pero la cual también
forma parte importante del futuro de Colombia.

Estados Unidos llegó con una delegación de más de 50 funcionarios,
provenientes de una docena de agencias gubernamentales, con gran respaldo
por parte del embajador Wood y su personal. Todos han comentado sobre la
cálida acogida y cómo los han hecho sentir en familia.

Esta negociación de una asociación de libre comercio con los países
andinos y Estados Unidos es una expresión concreta de nuestro compromiso
hacia ustedes. Porque un tratado de libre comercio es más que comercio.

-- Es sobre desarrollo

-- Es sobre oportunidades.

-- Es sobre esperanza.

En los próximos dos días la delegación estadounidense trabajará con ahínco
con nuestros homólogos andinos para darles a estas negociaciones un sólido
comienzo, construido sobre una mayor comprensión de los intereses y
sensibilidades de cada Parte. Los países andinos y Estados Unidos se
beneficiarán inmensamente de este acuerdo. Nos hemos comprometido a lograr
un resultado del cual se beneficien ambos lados.

Por lo tanto, cómo esperamos que el acuerdo que estamos negociando nos
convenga a cada uno? Empezaré por los beneficios para los países andinos;
luego hablaré de los beneficios para Estados Unidos.

¿Cómo puede un tratado de libre comercio con Estados Unidos beneficiar a
los países andinos?

Los países andinos se pueden beneficiar de tres maneras:

1. asegurando el acceso al mercado

2. logrando las reformas que atraigan la inversión, y

3. manteniendo el ritmo de otros países.

Primero, un TLC asegurará el acceso al mercado más grande del mundo. Desde
1991, la región ha disfrutado del mejor acceso al mercado estadounidense
de cualquier país que no cuente actualmente con un acuerdo de libre
comercio. Ese acceso preferencial ha sido posible a través de un programa
llamado la Ley de Preferencias Arancelarias Andina, o ATPA. Ese acceso
especial se ha traducido directamente en cientos de miles de empleos. Por
ejemplo, la industria de las flores en Colombia y Ecuador y la industria
del espárrago en Perú han prosperado bajo el ATPA.

En agosto de 2002, el Congreso de Estados Unidos renovó y amplió el ATPA a
productos que previamente no habían calificado para ingresar libres de
aranceles. Esto ha generado aún más oportunidades para la región andina.
Sólo entre 2002 y 2003, las exportaciones de Ecuador a Estados Unidos de
mariscos procesados aumentaron un 10% mientras que las exportaciones de
confecciones de Perú aumentaron un 31%, de Colombia un 47% y de bolivia un
sorprendente 85%.

Sin embargo, ese programa vencerá de nuevo el 31 de diciembre de 2006. De
hecho, desde la perspectiva de los países andinos, ese es el problema con
las preferencias unilaterales: pueden ser revocadas o simplemente
vencerse; a diferencia de la naturaleza más permanente de un acuerdo de
libre comercio.

Los inversionistas y los empresarios prosperan donde hay certeza. Por lo
tanto, el acceso a un mercado más permanente, asegurado por un acuerdo de
libre comercio, es fundamental para atraer y mantener a los inversionistas
y para desarrollar mercados para las empresas.

También deseamos estimular una integración económica regional más
profunda. Las normas que establecen cuáles productos obtienen acceso libre
de aranceles fomentarán la producción conjunta entre las partes del
acuerdo. La región andina puede ser un competidor global más poderoso que
cualquier país por sí solo.

Segundo, se ha dicho que el capital es cobarde. Cuenta con muchas opciones
en el mundo y es menos factible que vaya a donde no encuentre un grado
significativo de certeza. Pero la incertidumbre no sólo viene en la forma
de las barreras comerciales que mencioné anteriormente. También se debe a
:

-- la falta de garantías en la solución de conflictos internacionales para
los inversionistas,

-- a falta de trasparencia en los procedimientos y en la toma de
decisiones gubernamentales,

-- la incoherencia en la aplicación del estado de derecho,

-- la falta de trasparencia en los procedimientos de las licitaciones
gubernamentales,

-- los procedimientos aduaneros engorrosos,

-- la débil ejecución de la ley que protege la propiedad intelectual, y

-- las barreras a la competencia en los servicios.

Los acuerdos de libre comercio que Estados Unidos negocia son amplios. Van
más allá de simplemente exigir la eliminación de aranceles comerciales
sobre las mercancías, e incluyen disposiciones en todas esas áreas.

Los inversionistas desean saber que pueden contar con procedimientos
aduaneros eficientes para poder emplear manufactura puntual.

Desean confiar en que si traen a un país tecnología, conocimientos y
productos de vanguardia, su propiedad intelectual estará debidamente
protegida.

Desean saber que el país anfitrión actuará con trasparencia y aplicará la
ley de forma consistente.

Desean saber que los compromisos de apertura de mercados en las
telecomunicaciones y los servicios financieros ayudarán a disminuir sus
costos operativos.

Y es importante que esto ocurra en un contexto en el cual las normas
laborales y ambientales continúen mejorando al lado del crecimiento
resultante.

Estos cambios tienen la capacidad de crear nuevas oportunidades dinámicas.
Veamos el ejemplo de México:

-- Un estudio del Banco Mundial: Lecciones aprendidas del NAFTA, cita a
varios niveles: mayores exportaciones, mayor inversión directa extranjera,
más y mejores empleos, y menos pobreza, como resultado del NAFTA. También
hace énfasis en la importancia de una política nacional complementaria y
reformas institucionales para cosechar todos los beneficios del libre
comercio.

La tercera área con la cual los países andinos se beneficiarán en este
acuerdo es permaneciendo competitivos con otros países fuera del acuerdo.
En este hemisferio, Estados Unidos ya cuenta con acuerdos de libre
comercio vigentes con Canadá, México y Chile; ya negoció un acuerdo con
cinco países centroamericanos y la República Dominicana, y ahora está
negociando un acuerdo con Panamá. Además, hemos negociado o estamos
negociando acuerdos con Asia, Africa y el Medio Oriente.

Pero no es sólo cuestión de permanecer competitivo en el mercado
estadounidense. Los países andinos deben permanecer competitivos en el
mercado global. El fin del sistema de cuotas textileras en 2005 presentará
nuevos desafíos, y será necesario adaptarse a los patrones de producción y
mercadeo globales. En realidad no existe una alternativa viable a la
adopción del cambio y las reformas, para competir. Quizás parece que el
mundo gira con más rapidez, pero no podemos simplemente bajarnos.
Naturalmente, habrá cambios, pero por lo que he visto de la ingeniosidad y
del espíritu empresarial de los productores andinos, sus pueblos tienen el
empuje y las capacidades para lograrlo.

Y dónde sea necesaria una mano para ayudar en la adaptación a las nuevas
realidades, nuestros esfuerzos para crear capacidades desempeñarán un
papel esencial. Desde esta reunión y en forma paralela a las
conversaciones, sostendremos un diálogo que ayude a establecer las
necesidades prioritarias de Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia,
relacionadas con las negociaciones, la ejecución y el aprovechamiento de
este acuerdo, con los recursos disponibles. Sacaremos esos recursos de
agencias estadounidenses como la USAID, de instituciones financieras
internacionales como el Banco Mundial y el BID, y de otras fuentes como
las universidades y el sector privado.

Un ejemplo excelente es el préstamo de US $54 millones que acaba de ser
aprobado por la junta directiva de la Corporación de Inversiones Privadas
en el Extranjero (OPIC) para crear una entidad de micro-financiación que
ayude a los pequeños empresarios, especialmente a las mujeres, a lograr
acceso a los mercados de capital de Estados Unidos, para obtener el
crédito que necesitan para iniciar una nueva empresa. Este proyecto, que
actualmente se encuentra haciendo curso en el Congreso, suministrará los
beneficios tangibles y tempranos de un acuerdo de libre comercio.

¿Por qué es importante para Estados Unidos un acuerdo de libre comercio
con los países andinos?

Estados Unidos también anticipa beneficios importantes para sí, como
resultado del acuerdo que negociaremos. Vemos las naciones andinas como
socios en igualdad, que tienen mucho que ofrecerle a Estados Unidos. A
medida que las barreras comerciales y de inversión desaparecen en la
región andina, nuestras empresas incrementarán sus ventas y sus ingresos.
Creemos que la apertura comercial tendrá como resultado el crecimiento
económico y empleos mejor remunerados tanto en Estados Unidos como en los
países andinos. Así cosechamos los beneficios inmediatos de los aranceles
más bajos y, a medida que las economías de la región crecen con mayor
rapidez y los niveles salariales aumentan, los consumidores y las empresas
en Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia serán aún en mejores clientes.

Pero los intereses y objetivos de Estados Unidos en la región andina van
más allá del comercio y de la inversión. El gobierno de Estados Unidos
desea ayudar a fortalecer las instituciones democráticas de los países
andinos, a fomentar su desarrollo socioeconómico y a mantener fuertes
asociaciones en la guerra contra el terrorismo y el narcotráfico. Vemos a
un acuerdo de libre comercio como parte de nuestra alianza total para
lograr esos objetivos.

Conclusión

Para concluir, deseo agradecerles nuevamente la oportunidad de dirigirme a
ustedes en esta oportunidad histórica. Hoy estamos iniciando una tarea con
de gran envergadura. Como ya resalté, el acuerdo que vamos negociar ofrece
tremendos beneficios a la región andina en una importante coyuntura de su
desarrollo económico. También ofrece a Estados Unidos no sólo mayores
oportunidades comerciales sino un medio para estimular la prosperidad, la
gobernabilidad democrática y el desarrollo social de una región que es tan
importante para nosotros. Espero ansiosamente trabajar con mis homólogos
andinos para crear un resultado ganancioso para todos nuestros países.