¿Cuáles son los efectos a largo plazo del uso de cocaína?
Efectos de la cocaína a largo plazo |
Adicción
Irritabilidad y cambios de temperamento
Intranquilidad
Paranoia
Alucinaciones auditivas |
La cocaína es una droga extremadamente adictiva. Por lo tanto, es muy difícil que la persona pueda predecir o controlar a qué extremo continuará deseándola o usándola. Se cree que los efectos adictivos y estimulantes de la cocaína son principalmente el resultado de su habilidad para impedir la reabsorción de la dopamina por las células nerviosas. El cerebro emite la dopamina como parte de su sistema de gratificación, y la misma está directa o indirectamente involucrada en las propiedades adictivas de todas las principales drogas de abuso.
Se puede desarrollar una tolerancia considerable al "high" de la droga y muchos adictos reportan que, aunque tratan, no obtienen el mismo placer que como cuando la usaron por primera vez. Algunos usuarios a menudo aumentan la dosis para intensificar y prolongar la euforia. Aunque puede ocurrir una tolerancia al "high", también los usuarios pueden desarrollar más sensibilidad ("sensitización") a los efectos anestésicos y convulsivos de la cocaína, sin tener que haber aumentado la dosis. Este aumento en la sensibilidad puede explicar por qué algunas muertes ocurren después del uso de dosis de cocaína aparentemente pequeñas.
Cuando la cocaína se usa repetidamente y en dosis cada vez mayores, puede conducir a un estado de irritabilidad, inquietud y paranoia. Esto puede causar un episodio total de psicosis paranoica en que la persona pierde el sentido de la realidad y sufre de alucinaciones auditivas.
¿Cuáles son las complicaciones médicas que resultan del abuso de cocaína?
Consecuencias médicas del abuso de la cocaína |
Efectos cardiovasculares
- irregularidades en el ritmo cardíaco
- ataques cardíacos
Efectos respiratorios
- dolor en el pecho
- paro respiratorio
Efectos neurológicos
- embolias
- convulsiones y dolores de cabeza
Complicaciones gastrointestinales
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Puede haber una gran cantidad de complicaciones médicas graves asociadas con el uso de cocaína. Entre las más frecuentes se encuentran las cardiovasculares, tales como irregularidades en el ritmo cardiaco y ataques al corazón; los problemas respiratorios como dolor en el pecho y falla respiratoria; los efectos neurológicos incluyendo apoplejía, convulsiones y dolor de cabeza; y las complicaciones gastrointestinales que causan dolor abdominal y náusea.
Varios tipos de enfermedades cardiacas han sido asociados al uso de cocaína. Se sabe que esta droga ocasiona ritmos caóticos del corazón como la fibrilación ventricular; acelera los latidos del corazón y la respiración; y aumenta la presión arterial y la temperatura del cuerpo. Los síntomas físicos pueden incluir dolor en el pecho, náusea, visión nublada, fiebre, espasmos musculares, convulsiones, coma y muerte.
Las reacciones adversas al uso de cocaína varían dependiendo de cómo se administra. Por ejemplo, cuando se inhala regularmente puede causar una pérdida del sentido del olfato, hemorragias nasales, problemas al tragar, ronquera y una irritación general del tabique nasal lo que puede producir una condición crónica de irritación y secreción de la nariz. Cuando se ingiere, la cocaína puede causar gangrena grave en los intestinos porque reduce el flujo sanguíneo. Además, las personas que se la inyectan tienen marcas de pinchazos y trayectos venosos conocidos como "tracks", usualmente en los antebrazos. Los usuarios intravenosos también pueden experimentar reacciones alérgicas, ya sea a la droga o a algunos de los componentes que se agregan a la cocaína en la calle y, en los casos más severos, estas reacciones pueden provocar la muerte. La cocaína tiende a reducir el consumo de alimentos, por lo que el uso crónico causa pérdida del apetito haciendo que muchos usuarios tengan una pérdida significativa de peso y sufran de malnutrición.
Las investigaciones han demostrado que existe una interacción potencialmente peligrosa entre la cocaína y el alcohol. Cuando se usan conjuntamente, el organismo los convierte en etileno de cocaína. El efecto del etileno de cocaína en el cerebro es más duradero y más tóxico que cuando se usa cualquiera de estas drogas por separado. Aunque se necesitan más estudios, cabe notar que de las muertes ocasionadas por la combinación de dos drogas, las que ocurren más comúnmente son las ocasionadas por la combinación de la cocaína con el alcohol.
¿Corren peligro de contraer el SIDA/VIH y la hepatitis B y C aquellos que abusan de la cocaína?
Sí, los cocainómanos, particularmente los que se inyectan la droga, tienen mayor riesgo de contraer enfermedades infecciosas, como la del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH/ SIDA) y la hepatitis viral. La realidad es que el uso de drogas ilícitas como el crack es uno de los principales contribuyentes a los nuevos casos de VIH. La propagación del VIH debido al abuso de drogas se origina de la transmisión directa del virus al compartir agujas y otros objetos (parafernalia) contaminados, usados por los adictos que se inyectan. También se transmite indirectamente, por ejemplo, cuando una madre infectada con el VIH le transmite el virus a su hijo durante el embarazo. Esto es particularmente alarmante si se considera que las mujeres constituyen un 30 por ciento de los nuevos casos de SIDA. Las investigaciones demuestran que el uso de drogas también puede interferir con el buen criterio para determinar los riesgos que se corren al realizar ciertos actos. Por lo tanto, los usuarios tienden a no tomar precauciones cuando tienen relaciones sexuales; o al compartir agujas y otros instrumentos para inyectarse; y al intercambiar el sexo por drogas, tanto en hombres como en mujeres.
También se está viendo un aumento en la diseminación del virus de la hepatitis C (VHC) entre los usuarios de drogas inyectables. Los cálculos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) indican que el porcentaje de infección en este segmento de la población es de alrededor de un 50 al 80 por ciento. El tratamiento actualmente disponible no es eficaz para todo el mundo y puede tener efectos secundarios significativos, por lo que es esencial que todas las personas infectadas se hagan seguimiento médico. Por el momento, no existe una vacuna para la hepatitis C. El virus es altamente transmisible por vía inyectable y se recomienda que toda persona que alguna vez se haya inyectado drogas se haga una prueba de detección del VHC.
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