Economía y comercio | Crecimiento económico mediante mercados abiertos

26 septiembre 2008

Destrucción creativa

 
El déficit comercial de EE.UU., mayor que el de cualquier otro país por amplio margen, representó el 5,7 por ciento del PIB en 2006.
El déficit comercial de EE.UU., mayor que el de cualquier otro país por amplio margen, representó el 5,7 por ciento del PIB en 2006.

Con una gran masa territorial, recursos naturales, un gobierno estable y una fuerza de trabajo relativamente bien educada, la economía de Estados Unidos tiene algunas ventajas competitivas en el mercado mundial. También es importante a este respecto su voluntad de aceptar e incluso recibir con agrado el cambio.

El sistema económico del país refleja lo que el economista austriaco del siglo XX Joseph Schumpeter describió como la “destrucción creativa” del capitalismo de libre mercado. Empleos, compañías e industrias enteras aparecen y desaparecen.

Hasta las ciudades y regiones se expanden y, si no se pueden adaptar al cambio, se contraen. Algunas viejas ciudades industrializadas de la “Franja de la Herrumbre” del Nordeste y el Medio Oeste del país y algunos estados agrícolas de las Grandes Llanuras han perdido gran parte de su población, que desde hace decenios emigra a otras ciudades y regiones.

En un mercado libre, las decisiones de qué producir y a qué precio vender los productos se toman en función del intercambio recíproco entre vendedores y compradores independientes –ya sea unos cuantos o millones de ellos–, y no las toma el gobierno o intereses privados poderosos. De esta manera, los precios son el mejor reflejo del valor de los bienes y servicios y la mejor guía para orientar la producción hacia lo que más se necesita.

Los estadounidenses consideran también el mercado libre como una forma de promover la libertad individual y el pluralismo político, y de oponerse a la concentración del poder. El gobierno federal del país renovó su compromiso con las fuerzas del mercado desde la década de 1970, cuando desmanteló la regulación que por varios decenios protegió algunas industrias –como las de autotransportes, aerolíneas y telecomunicaciones– frente a la competencia del mercado.

TWA, una de las miles de empresas que se declaran en bancarrota cada año. Algunas dejan de existir.
TWA, una de las miles de empresas que se declaran en bancarrota cada año. Algunas dejan de existir.(© AP Images/Mary Butkus)

La competencia vigorosa y un sistema de regulación que favorece el cambio tecnológico han hecho que la economía del país sea productiva y que las familias estadounidenses gocen de ingresos relativamente altos. La productividad nacional creció con ímpetu en la década de 1990 y alcanzó un máximo de 4,1 por ciento de incremento en 2002. Esto amplió su delantera sobre la Unión Europea y Japón, lo cual se debió sobre todo a una aplicación más eficaz de la tecnología informática. Desde entonces, las ganancias de productividad se han reducido, llegando a sólo 1,6 por ciento en 2006.

Una economía dinámica implica la libertad de fracasar. En Estados Unidos, fracasar en los negocios no es un estigma social como en otros países. De hecho, el fracaso es considerado a menudo como una experiencia de aprendizaje valiosa para el empresario y la posibilidad de que la próxima vez tenga éxito.

En 2005, el gobierno estadounidense registró la creación de cerca de 671.800 compañías y la desaparición de otras 544.800. Cada año se fundan muchas pequeñas empresas poco conocidas; algunas triunfan y otras fracasan.

Decenas de miles de empresas se declaran en bancarrota cada año y algunas de ellas cierran sus puertas permanentemente. En 2005, más de 39.000 firmas se declararon en bancarrota.

En este país, hasta las grandes empresas más conocidas pueden fallar. Trans World Airlines, United Air Lines, Delta Air Lines, Northwest Airlines, US Airways, Continental Airlines, Eastern Airlines y Pan Am son sólo algunas de las líneas aéreas comerciales importantes que han caído en bancarrota desde que la supresión de la regulación de las aerolíneas, en 1979, abrió la puerta a una competencia más vigorosa. Algunas han resurgido, pero otras desaparecieron para siempre y sus activos fueron rescatados por sus competidores sobrevivientes.

Otra medida del dinamismo de la economía de Estados Unidos es que, de las 12 compañías registradas por Dow Jones en su lista en 1896, cuando creó su famoso índice bursátil que representa al sector industrial, sólo una, General Electric, sigue figurando en dicho índice. Otras desaparecieron porque fueron adquiridas por otras compañías, se dividieron en firmas más pequeñas, su papel en la economía perdió importancia relativa o, simplemente, se disolvieron. Algunas de las firmas que las sustituyeron comenzaron como empresas pequeñas.

¿Así que ese gran número de empresas pequeñas ayuda a explicar el dinamismo de la economía de este país?

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