Parte I: Es Domingo y al finalizar la misa...

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Lucy: Hola Teresita, que alegría de verte, ¿Dónde te habías metido? Teresita: Hola Lucy, hola Pepe, bueno es que ahora ando... Pepe: ¡Hola comadre, qué milagro!

Carmen: Ahora anda tan ocupada que casi ni yo la veo. Teresita: ¡Ya vas a comenzar hija! ¿No te cansas de estar regañándome? Carmen: ¡Pero es verdad mamá! ¿O no?

Teresita: ¡En fin Lucy, no hagas caso, los hijos, son unos egoístas! Lucy: En todo caso, no se que estás haciendo, pero te ves divinamente, pareces como de quince. Pepe: ¡Bueno, mi'ja, no exageres! Lucy: ¡PEPE! Como ves no cambia.

Teresita: Cuéntame de tu vida, ¿Cómo estás? Lucy: Bueno, un poco enferma. Teresita: ¿Qué tienes? Lucy: Estoy con la presión alta, y Pepe... Tiene el azúcar muy alta.

Lucy: ¿Te imaginas? Ahora dieta, vivir la vida con más calma. Teresita: ¡Y CON MAS EJERCICIO! Lucy: ¿Con más qué?... no Teresita, eso no es para mí y menos para Pepe.

Lucy: Vivimos tan desanimados que con que ánimos... Teresita: Por eso mismo, no sabes que el ejercicio es vida, que te anima, que te ayuda a superar los problemas de salud.

Teresita: Lucy, mañana voy a tu casa y te cuento acerca del grupo que tenemos, a ver si te animas. Nieta: Abuelita, mamá dice que nos vamos. Lucy: Bueno... Teresita: ¡Ah! Y a Pepe déjalo de mi cuenta.

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