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Las personas que tienen sida deben cuidar de sí
mismas tanto como puedan y mientras puedan. Necesitan ser y sentir que son lo
más independientes posible. Necesitan controlar sus propios horarios, tomar
sus propias decisiones y hacer lo que deseen en la medida de lo posible. Ellos
deben diseñar su propio programa de ejercicios y su plan de nutrición. Además
de consultar al médico con regularidad, muchas personas con sida hacen un esfuerzo
para mantenerse saludables alimentándose bien, durmiendo lo debido, haciendo
ejercicio, orando o meditando, etc. Si la persona a la que usted cuida halla
una actividad que le ayuda, alíentele a practicarla. Un programa de ejercicios
puede ayudar a mantener el peso y el tono muscular y puede hacer que la persona
se sienta mejor si éste se adapta a lo que ella puede hacer. Las comidas sabrosas
y balanceadas ayudan a sentirse bien, dan energía y ayudan al organismo a combatir
las enfermedades. Es mejor que las personas infectadas con VIH no consuman bebidas
alcohólicas, fumen o utilicen drogas. También es importante mantenerse al corriente
de los nuevos tratamientos y entender qué se puede esperar de los medicamentos
que toma el paciente.
Hay algunas cosas sencillas que usted puede hacer para
ayudar a que la persona con sida se sienta cómoda en su casa.
- Respete su independencia y su privacidad.
- Trate de darles el mayor control posible. Preguntar
antes de entrar a su cuarto, pedir permiso para sentarse con ellos, etc. decir “¿Puedo ayudarte?” son cosas que los ayudan a mantenerse en control.
- Pregúnteles qué puede hacer para que se sientan cómodos.
A muchas personas les avergüenza pedir ayuda, especialmente con cosas tales
como utilizar el inodoro, bañarse, afeitarse, comer y vestirse.
- Mantenga la casa limpia, bien iluminada y alegre.
- Haga que la persona con sida esté en un cuarto que
esté cerca de un baño.
- Deje las toallas de papel, de tela, cesto
de desperdicios, sábanas y otras cosas que la persona pudiera necesitar
en un lugar cercano de modo que la persona pueda alcanzarlas desde
la cama o silla.
Si la persona que usted está cuidando tiene que pasar la mayor parte del tiempo
en cama, asegúrese de ayudarlos a cambiar de posición a menudo. De ser posible,
la persona con sida debe abandonar la cama con la mayor frecuencia posible.
Una enfermera le puede mostrar como pasar a alguien de la cama a una silla sin
lastimarse usted o el paciente. Esto puede ayudar a prevenir el entumecimiento
de las articulaciones, las úlceras por decúbito y algunos tipos de neumonía.
Tal vez también necesiten su ayuda para darse vuelta o ajustar las almohadas
o cobertores. Un “trapecio” médico encima de la cama puede ayudar a la persona
a cambiar de posición sin ayuda si tiene suficiente fuerza. Si la persona está
tan débil que no puede darse vuelta, haga que la enfermera le muestre cómo utilizar
una sábana para ayudarla a rodar en la cama de un lado a otro. Generalmente
una persona que está en cama necesita cambiar de posición por lo menos una vez
cada cuatro horas.
Úlceras por decúbito
Las úlceras por decúbito (debidas a la permanencia prolongada
en la cama) así como las lesiones de la piel pueden representar un problema
serio para las personas que padecen de sida. Además de cambiar con frecuencia
de posición en el lecho, para ayudar a mantener la piel saludable, coloque material
muy suave (piel de cordero, esponja tipo “cartón de huevos”, o colchones de
agua) debajo del paciente, mantenga las sábanas secas y libres de arrugas, y
haga masaje en la espalda y otras partes del cuerpo (como caderas, codos y tobillos)
que están presionadas contra la cama. Informe inmediatamente al doctor o enfermera
si observa algún enrojecimiento o lesión de la piel.
Ejercicios
Incluso en cama, la persona puede realizar algunos ejercicios
sencillos para los brazos, manos, pies y piernas. Éstos generalmente se denominan
ejercicios de “rango de movimiento”. Estos ejercicios ayudan a prevenir entumecimiento
y sensibilidad en algunas áreas y mantienen la circulación de la sangre. Un
doctor, enfermera o terapeuta físico puede explicarle cómo ayudar.
Respiración
Si alguien tiene dificultades para respirar, hacer que
se siente puede ayudar. Levante la cabecera de la cama si ésta es del tipo utilizado
en los hospitales, o utilice más almohadas o algún otro tipo de apoyo blando
para la espalda. Si la persona tiene muchas dificultades para respirar, se deberá
consultar al médico.
Comodidad
Un buen masaje en la espalda puede ayudar a la persona
a relajarse así como favorecer la circulación. Una enfermera, terapeuta físico
o un buen libro sobre masaje puede darle algunos consejos acerca de la forma
de dar un buen masaje en la espalda. Coloque al alcance del paciente los libros,
controles remotos, agua, toallas de papel así como un timbre para pedir ayuda.
Si la persona no se puede levantar, coloque un orinal
o pato a su alcance
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