Complicaciones del penar
Las reacciones complejas hacia la pena requieren de terapias más complejas que
las reacciones normales del penar. Algunas de las complicaciones del penar más
comunes son los trastornos de la adaptación (especialmente la depresión y la
ansiedad o emociones y comportamientos perturbados), la depresión grave, la
toxicomanía e incluso los trastornos por estrés postraumático. Cuando el
penar se torna complejo, se puede identificar por la duración de los síntomas,
la interferencia que ocasionan o la intensidad de los mismos (por ejemplo,
pensamientos o conductas suicidas intensas).
La pena compleja o sin resolver se puede manifestar como una ausencia total de
pena y duelo, la incapacidad de sentir una pena normal, la pena retardada, la
pena conflictiva, o la pena crónica. Los factores de riesgo en las
complicaciones del duelo incluyen: lo súbito de la pérdida, el sexo del
doliente, y la relación con el difunto (por ejemplo, una relación demasiado
cercana e intensa o una ambivalente). Las reacciones de penar que se
convierten en depresiones graves deben ser tratadas con medicamentos y
enfoques psicoterapéuticos a la vez. La persona que evita todo lo que le
recuerda al fallecido, que piensa constantemente en él o sueña con él, y que
reacciona con pánico ante cualquier cosa que le recuerde al difunto puede
estar padeciendo de un trastorno por estrés postraumático. Otra reacción posible
es recurrir a la toxicomanía, a menudo con el fin de intentar evitar los
sentimientos de dolor relacionados con la pérdida y los síntomas que la
persona padezca (como el insomnio). Este problema también se puede tratar con
medicamentos y psicoterapia.
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