Vivir con la enfermedad de las arterias
coronarias
La enfermedad de las arterias coronarias puede
causar complicaciones graves. Sin embargo, si usted sigue los consejos de su
médico y cambia sus hábitos, puede prevenir o disminuir las
probabilidades de:
- Morir de repente por problemas del corazón
- Tener un
ataque
cardíaco y sufrir una lesión permanente del músculo
cardíaco
- Sufrir una lesión del corazón por
disminución del suministro de oxígeno
- Tener arritmias (latidos irregulares)
Necesidades continuas de atención
médica
Practicar actividades físicas con
regularidad, tomarse las medicinas que le recetaron, seguir un plan de
alimentación bueno para el corazón y mantenerse en un peso
adecuado pueden servir para controlar la enfermedad de las arterias coronarias.
(Si desea más información, consulte ¿Cómo se trata la enfermedad de
las arterias coronarias?)
Vaya al médico con regularidad para estar
pendiente de su presión arterial y de las concentraciones de colesterol
y azúcar en la sangre. La prueba del colesterol en la sangre
mostrará las concentraciones de colesterol LDL (colesterol
malo), colesterol HDL (colesterol bueno) y
triglicéridos. La prueba de glucosa en ayunas determinará su
concentración de azúcar en la sangre y mostrará si usted
tiene diabetes o corre el riesgo de tenerla. Estas pruebas mostrarán si
usted necesita más tratamientos para la enfermedad de las arterias
coronarias.
Pregúntele a su médico con qué
frecuencia debe ir a consulta o a hacerse pruebas de sangre. Entre una consulta
y otra, llame al médico si presenta síntomas nuevos o si sus
síntomas empeoran.
La enfermedad de las arterias coronarias eleva el
riesgo de sufrir un
ataque
cardíaco. Entérese de los síntomas del ataque
cardíaco y la arritmia. Llame al 9-1-1 si tiene alguno de estos
síntomas durante más de 5 minutos:
- Molestias o dolor en el pecho: presión que
causa incomodidad, una sensación de que le aprieta el pecho, una
sensación de plenitud o dolor en el centro del pecho que puede ser leve
o intensa. Estas molestias o dolor duran más de unos minutos o
desaparecen y vuelven a aparecer.
- Molestias en la parte superior del cuerpo (en un
brazo o en ambos, en la espalda, el cuello, la mandíbula o el
estómago).
- Dificultad para respirar, que puede presentarse
con las molestias del pecho o antes.
Es importante saber la diferencia entre la angina y
el ataque cardíaco. Durante un ataque cardíaco, el dolor es casi
siempre más intenso que el de la angina y no desaparece descansando ni
tomando medicinas. Si usted no sabe si el dolor que siente en el pecho es
angina o un ataque cardíaco, llame al 9-1-1.
Cuénteles a las personas a las que ve con
frecuencia que usted corre el riesgo de sufrir un ataque cardíaco.
Éstas pueden buscar ayuda médica de urgencia si usted se desmaya,
sufre un síncope o presenta otros síntomas graves.
Usted puede sentirse deprimido o lleno de ansiedad
si le diagnostican enfermedad de las arterias coronarias o si ha tenido un
ataque cardíaco. Es posible que se preocupe por los problemas del
corazón o por los cambios que tiene que hacer en su estilo de vida en
beneficio de su salud. Su médico puede recomendarle medicinas,
asesoría profesional o terapia de relajación si usted sufre
depresión o ansiedad.
La actividad física puede mejorar el
bienestar mental, pero usted debe consultar con su médico antes de
iniciar cualquier actividad para mejorar su estado físico. Es importante
tratar la ansiedad o la depresión que se presente, porque ésta
aumenta su riesgo de sufrir un ataque cardíaco. |