eJournal USA: Agenda de la Política Exterior de los EUA

Corea del Norte,
un estado al margen de la ley internacional y fuera del ámbito del TNP

Ralph C. Hassig y Kongdan Oh

La ecuación nuclear de hoy

Indice
Sobre este tema
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Corea del Norte, un estado al margen de la ley internacional y fuera del ámbito del TNP
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No con un gemido: imágenes de destrucción masiva en la ficción y el cine
Agáchate y cúbrete
Bibliografía (en inglés)
Sitios en la Internet (en inglés)
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Los problemas que existen con Corea del Norte acerca de la proliferación de armas nucleares no son nada nuevo, afirman Ralph Hassig y Kongdan Oh. El régimen empezó a construir reactores nucleares en los años sesenta y no se adhirió al Tratado de No proliferación de Armas Nucleares hasta 1985. A principios de los años noventa anunció que se retiraba del tratado, pero suspendió su retiro un día antes de que éste entrara en vigor. Luego vino el período del Marco Acordado, el cual fracasó en 2002.

Oh es miembro del personal de investigación del Instituto de Análisis de la Defensa, en Alexandria, Virginia, y becaria no residente de la Institución Brookings. Hassig es asesor de asuntos norcoreanos en Washington. Es coautor de un libro sobre Corea del Norte y ha escrito numerosos artículos con la señora Oh, su esposa y asociada en asuntos de investigación. Se puede visitar su sitio en la web en http://mysite.verizon.net/kohrch/

muestra barras de combustible nuclear gastadas en un estanque de enfriamiento
Foto arriba: Esta foto de archivo de 1996 muestra barras de combustible nuclear gastadas en un estanque de enfriamiento en las instalaciones de Yongbyon, Corea del Norte. La foto fue publicada en 2003 por la agencia noticiosa surcoreana Yonhap. (AP Wide World Photos/Yonhap)

El gobierno de la República Democrática del Pueblo de Corea (RDPC) — Corea del Norte -— nunca ha cumplido plenamente el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares (TNP), al que se adhirió en 1985. La firma de un acuerdo sobre salvaguardias que permitiría que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) inspeccionara su programa nuclear fue pospuesta hasta 1992. Cuando las inspecciones atrasadas sugirieron que los norcoreanos escondían material nuclear, la RDPC fue el primer país en anunciar su retiro del TNP. Gracias a la persuasión de Estados Unidos, ese retiro fue "suspendido" en 1993 un día antes de que entrara en vigor. Pero conforme al Marco Acordado que Corea del Norte negociara con Estados Unidos en 1994, se le impidió al OIEA realizar las inspecciones que había solicitado. Cuando el Marco Acordado se desplomó finalmente a fines de 2002, Corea del Norte se retiró del TNP y del OIEA, jactándose de haber comenzado la construcción de una fuerza nuclear disuasiva.

El programa nuclear de Corea del Norte comenzó a mediados de la década de 1950 con el entrenamiento de un grupo de científicos nucleares norcoreanos en la Unión Soviética. A mediados de la década de 1960, Corea del Norte construyó con ayuda y tecnología soviéticas dos pequeños reactores nucleares experimentales. Otro reactor nuclear, que generaba cinco megavatios de electricidad, fue finalizado en 1986. [Nota del redactor: según la Administración de Información Energética de los Estados Unidos, esa planta podría generar electricidad suficiente para abastecer a unas 4.000 unidades familiares norteamericanas durante todo un año, si se la operaba continuamente a su máxima capacidad].

Aunque este reactor era demasiado pequeño para ser conectado a una red de energía eléctrica, se empezó a reciclar su combustible gastado para transformarlo en plutonio para armas nucleares, en violación patente de las obligaciones de Corea del Norte conforme al TNP. En 1984 se inició la construcción de un reactor de 50 megavatios y, en 1991, de otro de 200 megavatios, ninguno de los cuales fue completado. En la década de 1980, los soviéticos acordaron construir un reactor de agua liviana (RAL) capaz de generar 1.760 megavatios de electricidad, con la condición de que los norcoreanos se adhirieran al TNP. Los trabajos fueron suspendidos en una etapa temprana al atrasarse los norcoreanos en sus pagos.

Conforme al Marco Acordado con Estados Unidos en 1994, Corea del Norte cerró su reactor de cinco megavatios así como su planta de reciclaje del combustible y las instalaciones asociadas en Yongbyon y suspendió la construcción de los reactores de 50 y 200 megavatios. El OIEA observó el cierre pero no le fue permitido realizar una investigación completa del programa nuclear norcoreano hasta que estuvieran muy cerca de ser completados dos reactores de agua liviana de 1.000 megavatios, a ser construidos por un nuevo consorcio llamado la Organización para el Desarrollo de la Península Coreana. Los reactores serían construidos por los sudcoreanos, basados en proyectos estadounidenses, y financiados en gran medida por Corea del Sur y Japón. Los reactores de agua liviana son más "resistentes a la proliferación" que los reactores de gas-grafito,debido a que requieren uranio enriquecido como combustible y, en condiciones de operación normales, el combustible gastado por estos reactores no puede ser reciclado y transformado en plutonio para armas nucleares con la actual tecnología de Corea del Norte.

Llamado a rendir cuentas

Debido a una variedad de razones, hubo grandes atrasos en la construcción de los dos reactores, que originalmente debían haberse completado en 2003. Mientras tanto, el servicio de inteligencia de Estados Unidos estimó que los norcoreanos estaban desarrollando un programa clandestino de enriquecimiento de uranio; programa que contraviene la Declaración de Desnuclearización de Corea del Norte y, por lo tanto, viola el Marco Acordado. Un funcionario norcoreano, en declaraciones hechas en una reunión sostenida entre los dos gobiernos en octubre de 2002, admitió la existencia del programa de uranio, pero más tarde negó la admisión. Un mes más tarde, Estados Unidos anunció que suspendía sus envíos del medio millón de toneladas de fuel-oil pesado que había estado suministrando anualmente a Corea del Norte en compensación por la capacidad "perdida" en la generación de energía. En diciembre de 2002, los norcoreanos expulsaron a los inspectores del OIEA y quitaron de Yongbyon los sellos y las cámaras del OIEA. En enero de 2003, los norcoreanos anunciaron que habían levantado la "suspensión" de su retiro del TNP y afirmaron que, por lo tanto, su retiro sería efectivo al día siguiente. Reactivaron su reactor de cinco megavatios y más tarde informaron que habían completado el reciclaje de las 8.000 barras de combustible gastadas que habían sido selladas por el OIEA. La construcción de los dos reactores de agua liviana, que todavía se encontraba en su etapa inicial, fue suspendida en noviembre de 2003.

Se estima que los norcoreanos acumularon por lo menos de seis a diez kilogramos de plutonio del combustible que habían reciclado antes de que entrara en efecto el Marco Acordado en 1994, cantidad suficiente para una o dos bombas nucleares pequeñas. De los veinte a treinta y cinco kilogramos de plutonio reciclado con las 8.000 barras de combustible gastado podrían construirse otra media docena de armas nucleares. En unos pocos años, cuando sería posible descargar el combustible del reactor de cinco megavatios reactivado y reciclarlo a plutonio, podría disponerse de plutonio suficiente para construir una bomba nuclear adicional por año. Si llegara a terminarse el reactor de cincuenta megavatios, podría, finalmente, producirse bastante plutonio para cinco a diez armas por año y, naturalmente, con el reactor de 200 megavatios podría producirse aún más. La producción del supuesto programa norcoreano de enriquecimiento de uranio es de naturaleza puramente especulativa debido a que se desconoce el alcance de ese programa. Otra posible fuente de material nuclear o de armas ya fabricadas podría ser su adquisición en otros países o a través de una organización proliferadora clandestina.

Las primeras conversaciones de importancia entre Estados Unidos y la RDPC se iniciaron en 1993 y continuaron en forma intermitente en 1994, culminando con la firma del Marco Acordado. Entre 1997 y 1999 se sostuvieron seis reuniones cuatripartitas (Estados Unidos, la RDPC, Corea del Sur y China) para discutir la exigencia de Corea del Norte de que se sustituyera el armisticio de la Guerra en Corea por un tratado de paz, pero las conversaciones fracasaron finalmente.

En abril de 2003, frente a una negativa de Estados Unidos de sostener reuniones bilaterales con Corea del Norte, China actuó como anfitriona y organizó una reunión tripartita, la cual se amplió para formar un foro de seis partes (con el agregado de Corea del Sur, Japón y Rusia) que, a partir de agosto de 2003, sostuvo tres reuniones.

El afiche de arriba, que muestra misiles demoliendo el Capitolio de Estados Unidos
El arte de amenazar. El afiche de arriba, que muestra misiles demoliendo el Capitolio de Estados Unidos, estuvo fijado sobre la pared de una fábrica de calzados en la ciudad norcoreana de Sinuiju. El texto jura "aplastar" a Estados Unidos "si alguien empieza una guerra de invasión". (AP Wide World Photos). La foto de abajo lleva el título "Los objetivos son claros" y muestra a misiles norcoreanos aproximándose a un avión que lleva las marcas "Washington, Seúl, Tokio". (AP Wide World Photos/Korea News Service)

The Targets are Clear

En las reuniones de las seis partes, Corea del Norte ofreció congelar su programa de armas nucleares tan pronto como Estados Unidos reanudara sus abastecimientos de fuel-oil, levantara su embargo económico y removiera a la RDPC de su lista de estados patrocinadores del terrorismo. Habiendo aprendido de su experiencia con el Marco Acordado, Estados Unidos insistió en que sólo podría empezar a negociar un programa de ayuda económica y un pacto multilateral de no agresión tan pronto como Corea del Norte congelara en forma verificable su programa nuclear.

Los países vecinos de Corea del Norte — China, Rusia, Japón y Corea del Sur -— han declarado en muchas ocasiones que no tolerarán un programa norcoreano de armas nucleares. Estados Unidos ha expresado también su oposición inalterable. Sin embargo, nadie ha podido impedir que Corea del Norte acumulara más material nuclear, y presumiblemente fabricara armas nucleares. El Marco Acordado, negociado por la administración Clinton, ha impedido toda conversación de país a país debido a que considera la proliferación norcoreana un asunto regional y no bilateral, pero Estados Unidos ha aceptado reunirse con Corea del Norte en un entorno multilateral. Washington confió inicialmente en que los otros miembros participantes en las conversaciones entre las seis partes se unirían a Estados Unidos en presionar a Corea del Norte para que suspendiera su programa nuclear. Pero lo que ocurrió, a juicio nuestro, fue que Rusia, China y Corea del Sur demostraron simpatizar en cierta medida con la afirmación de Corea del Norte de ser un blanco de agresión estadounidense en la guerra que la administración Bush libra contra el terrorismo. Estos países han exhortado a Estados Unidos a que llegue a un arreglo con Corea del Norte, si bien nadie ha indicado claramente cuál sería el aspecto de ese arreglo.

Corea del Norte ha ofrecido abandonar su programa de armas nucleares y aceptar un régimen no especificado de verificación cuando Estados Unidos sustituya su política hostil hacia el régimen de Kim Jong-il por una de aceptación, no interferencia, e incluso de apoyo. Pero debido a que la política estadounidense no se basa solamente en la proliferación nuclear de Corea del Norte sino también en su comportamiento anterior, sus armas convencionales desplegadas en posiciones avanzadas y sus pésimas políticas de derechos humanos, parece que hay pocas perspectivas de que alguna administración norteamericana conceda a Kim Jong-il el respeto y el apoyo que éste cree que merece.

La mayoría de los observadores de Corea del Norte en Estados Unidos concuerda en que los norcoreanos dejarían de producir más plutonio a cambio de una variedad de compensaciones, pero dudan de que un "desmantelamiento completo, verificable e irreversible" de todo el programa nuclear de Corea del Norte pueda lograrse mientras el régimen de Kim siga en el poder. Por lo tanto, en términos prácticos, la cuestión radica en si Estados Unidos aceptará otro acuerdo que contenga parcialmente un programa nuclear norcoreano, o si se permitirá que la proliferación continúe—por lo menos hasta que China, principal benefactora de Corea del Norte, esté lo suficientemente alarmada como para terminar con su ayuda económica y su apoyo diplomático al régimen de Kim.

La ecuación nuclear de hoy

Las opiniones expresadas en este artículo no necesariamente reflejan los puntos de vista o las políticas del Departamento de Estado de Estados Unidos.

La ecuación nuclear de hoy