La presencia de los céspedes
autóctonos tales como Panicum virgatum podría contribuir a
niveles más altos de glomalina, la cual es una glicoproteína en
el suelo que podría ayudar a almacenar el carbono y podría
aumentar el valor del césped como una fuente del etanol.
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Pastos autóctonos podría ayudar a mejorar
el suelo
Por Don Comis
17 de julio 2008 Suelos donde crecen pastos
autóctonos tales como Panicum virgatum (también conocido
en inglés como 'switchgrass') tienen niveles más altos de un
componente clave de suelo llamado glomalina, comparados con niveles en suelos
donde no hay ningunos de estos pastos, según los resultados de un
estudio realizado por una científica del
Servicio de
Investigación Agrícola (ARS) en dos sitios en Mandan, Dakota
del Norte.
Kristine
Nichols, quien es microbióloga con el
Laboratorio
de Investigación de las Llanuras Norteñas mantenido por el
ARS en Mandan, realizó el estudio.
La glomalina es un compuesto a base de azúcar y proteína que
podría iniciar la formación del suelo. Niveles más altos
de la glomalina en el suelo llevan a un suelo mejorado y menos probabilidad de
erosión.
En el 2004, Nichols recogió muestras de suelo de debajo de parcelas
de pasto establecido entre el 1987 y el 2002. La cantidad de glomalina en el
suelo aumentó conjuntamente con el grado aumentado de interdependencia
entre las plantas y los hongos micorrízicos arbusculares. Estos hongos
producen la glomalina y viven dentro de las raíces de plantas y el suelo
circundante. Hay más interdependencia en los pastos de estación
cálida tales como Panicum virgatum, la grama azul, el tallo azul,
y el pasto indio.
Los resultados de otro estudio en terrenos de pasto en Mandan y cerca de
Platte, Dakota del Sur, también indicaron que los suelos debajo de los
pastos autóctonos tienen más glomalina.
En un estudio previo, Nichols analizó muestras de suelos no labrados
donde crecen plantas autóctonas en Maryland, Georgia y Colorado.
Según su análisis, la glomalina almacenó un gran
porcentaje del carbono encontrado en esos suelos, y contribuyó mucho a
la fertilidad del suelo. Por promedio, la glomalina almacenó el 15 por
ciento del carbono en el suelo, con la cantidad más altael 30 por
cientoen el suelo en Colorado, y la cantidad más bajael 9
por cientoen el suelo en Georgia. Estos resultados son similares a
aquellos en otras muestras de suelo recogidas de alrededor del mundo.
Los niveles más altos de la glomalina y el carbono almacenado
observado en los suelos con Panicum virgatum aumentan el valor del pasto
como una fuente potencial del etanol celulósico.
Nichols usa las medidas de glomalina como una guía rápida para
evaluar cómo las practicas de la granjería o la ganadería
afectan el suelo. Ella originalmente trabajó con la científica
del suelo Sara Wright, ahora retirada. Wright descubrió y nombró
la glomalina en el 1996.
Lea
más sobre la investigación en la revista 'Agricultural
Research' de julio del 2008.
ARS es una agencia de investigaciones científicas del
Departamento de Agricultura de
EE.UU.