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Ventilación en edificios

Ventilación en edificios

Los CDC recomiendan implementar una estrategia estratificada para reducir la exposición al SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19. Esto incluye utilizar múltiples estrategias de mitigación con varias capas de medidas preventivas para reducir la propagación de la enfermedad y disminuir el riesgo de exposición. Aunque podría no ser necesario aplicar cada una de las consideraciones para brindar protección, se recomienda implementar múltiples estrategias de mitigación, si es posible, para mejorar su eficacia. Además de la ventilación, el enfoque estratificado incluye estrategias que permitan mejorar la práctica del distanciamiento social, el uso de mascarillas y la higiene de manos.

Las partículas virales del SARS-CoV-2 se propagan entre personas con mayor facilidad en espacios cerrados que al aire libre. En espacios exteriores, la concentración de partículas virales se reduce rápidamente con el viento, incluso con solo una brisa.  En los espacios cerrados, las estrategias de mitigación de ventilación ayudan a compensar la ausencia de viento natural y a reducir la concentración de partículas virales en el aire en interiores. Cuanto más baja es la concentración, menores probabilidades hay de que algunas de esas partículas virales sean inhaladas hacia los pulmones, entren en contacto con sus ojos, nariz y boca, o se precipiten desde el aire para acumularse sobre las superficies. Las prácticas e intervenciones de ventilación con fines de protección pueden reducir la concentración de partículas transportadas por el aire, lo que disminuye la dosis viral total para los ocupantes.

A continuación encontrará una lista de intervenciones de ventilación que pueden ayudar a reducir la concentración de partículas virales en el aire, como las del SARS-CoV-2. Representan una lista de "herramientas de la caja de herramientas de mitigación", cada una de las cuales puede resultar eficaz de forma individual.  La decisión de implementar varias herramientas al mismo tiempo concuerda con las estrategias de mitigación de los CDC y aumenta el nivel total de eficacia. Estas intervenciones de ventilación pueden reducir el riesgo de exposición al virus y disminuir la propagación de la enfermedad, pero no eliminarán el riesgo por completo.

Aunque la lista de herramientas pretende poder aplicarse de forma universal a diferentes entornos cerrados, implementarla en distintos tipos de edificios, ocupaciones y actividades bajo cambios ambientales y estacionales puede ser una tarea compleja. La combinación específica de herramientas elegidas para usar en un momento determinado puede variar. El propietario/administrador del edificio (luego de consultar a un especialista según sea necesario) es quien deberá identificar qué herramientas son las adecuadas para cada edificio a lo largo del año.

Consideraciones para mejorar la ventilación

Considere mejorar o actualizar el sistema de ventilación y tomar otras medidas para aumentar la circulación de aire puro y reducir la presencia de posibles contaminantes. Consulte con profesionales expertos en sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado cuando considere cambiar los sistemas y equipos.  Algunas de las siguientes recomendaciones se basan en la  Guía de operaciones en edificios durante la pandemia del COVID-19ícono de pdfícono de sitio externo de la American Society of Heating, Refrigerating, and Air-Conditioning Engineers (ASHRAE, por sus siglas en inglés). Además de su aplicación en edificios, las consideraciones de ventilación también son importantes ante la presencia de varias personas dentro de un mismo vehículo, incluido el transporte público (autobuses, subterráneos, trenes, autobuses escolares y vehículos de uso compartido). No todas las consideraciones pueden aplicarse a todas las situaciones.

Las mejoras de ventilación pueden incluir algunas o la totalidad de las siguientes consideraciones:

  • Aumentar la ventilación al exterior, con cautela en zonas de alta contaminación.
  • Si las condiciones climáticas lo permiten, aumentar el ingreso de aire fresco del exterior abriendo ventanas y puertas. No abra las puertas y ventanas si hacerlo representa un riesgo de salud o seguridad (p. ej., riesgo de caer, riesgo de provocar síntomas de asma) para los ocupantes del edificio.
  • Usar ventiladores para potenciar la efectividad de las ventanas abiertas. Para lograrlo de manera segura, es importante tener en cuenta la ubicación de los ventiladores, la cual dependerá de la configuración de la habitación. Evite ubicar los ventiladores de manera tal que puedan provocar que el aire contaminado fluya directamente de una persona a otra. Una estrategia útil es usar un ventilador de ventana, ubicado de manera segura en una ventana, para extraer el aire de la habitación hacia el exterior. Esto ayudará a llevar aire puro a las habitación a través de las ventanas y puertas abiertas sin generar grandes corrientes de aire en la habitación.
  • Reducir la ocupación en las áreas en las que no se puede aumentar la ventilación exterior.
  • Garantizar que los sistemas de ventilación funcionen correctamente y propicien una calidad de aire aceptable en el interior de acuerdo al nivel de ocupación de cada espacio.
  • Siempre que sea posible, aumentar el flujo de aire en los espacios ocupados.
  • Apagar los controles de ventilación a demanda (DCV, por sus siglas en inglés) que reducen el suministro de aire con base en la ocupación o temperatura durante los horarios de ocupación. En casas y edificios donde el funcionamiento del ventilador de los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado puede controlarse desde el termostato, configure el ventilador en la posición "encendido" en lugar de "automático", lo que hará que el ventilador funcione de manera continua, incluso cuando no sea necesaria la calefacción o el aire acondicionado.
  • Abrir los reguladores de aire del exterior más allá de la configuración mínima para reducir o eliminar la recirculación de aire del sistema de calefacción, ventilación y aire acondicionado. Si el clima es templado, esto no afectará el confort térmico ni la humedad. Sin embargo, puede ser difícil implementar esto con clima frío, caluroso o húmedo.
  • Mejorar la filtración central del aire:
    • Aumente el modo de filtración de aireícono de sitio externo hasta la configuración más alta posible sin reducir significativamente el flujo de aire.
    • Inspeccione la carcasa y los portafiltros para garantizar un ajuste adecuado del filtro y haga los controles necesarios para reducir las fugas.
    • Revise los filtros para garantizar que se encuentren dentro de su período de vida útil y estén correctamente instalados.
  • Garantizar que los extractores de aire de los baños funcionen con capacidad total cuando el edificio está ocupado.
  • Inspeccionar y mantener la ventilación con extractor en áreas como cocinas y zonas de preparación de comidas, etc. Ponga en funcionamiento estos sistemas siempre que estos espacios estén ocupados. Evalúe hacer funcionar estos sistemas, incluso cuando el espacio específico no esté ocupado, para aumentar la ventilación total dentro del edificio ocupado.
  • Considerar el uso de sistemas de ventilación/filtración de partículas de alta eficiencia (HEPA) portátiles para ayudar a optimizar la purificación del aire (especialmente en áreas de riesgo más alto, como la enfermería, o en zonas habitadas frecuentemente por personas con mayor probabilidad de tener COVID-19 y/o con mayor riesgo de contraer COVID-19).
  • Generar movimiento de aire limpio a menos limpio reevaluando la ubicación de los difusores de suministro y extracción de aire y/o los reguladores (especialmente en áreas de mayor riesgo).
  • Considerar el uso de irradiación germicida ultravioleta (UVGI, por sus siglas en inglés) como complemento para ayudar a inactivar el SARS-CoV-2, especialmente si las opciones para aumentar la ventilación ambiental son limitadas. Los sistemas UVGI superioresícono de pdf pueden utilizarse para purificar el aire dentro de espacios ocupados, y los sistemas UVGI de conducto pueden ayudar a mejorar la purificación del aire dentro de los sistemas de ventilación central.

*Importante: Las consideraciones de intervención en sistemas de ventilación que se describen más arriba suponen costos iniciales y costos operativos que, junto con los parámetros de la evaluación de riesgo como las tasas de incidencia en la comunidad, el cumplimiento en el uso de mascarillas y la densidad en las habitaciones, podrían afectar las consideraciones en términos de qué intervenciones implementar.  Estimaciones de costos por habitación de las intervenciones de ventilación enumeradas en el costo. Aquí verá algunos ejemplos:

En entornos no residenciales, evalúe que los sistemas de HVAC funcionen en máximo en la función de circulación de aire externo por 2 horas antes y después de la ocupación del edificio.

  • Sin costo: abrir las ventanas, inspeccionar y mantener la ventilación de extracción existente, deshabilitar los controles de DCV o reposicionar los reguladores de aire externos
  • Menos de $100: usar ventiladores para optimizar la efectividad de las ventanas abiertas o reposicionar los difusores de suministro/extracción de aire para direccionar el flujo de aire
  • $500 (aproximadamente): agregar sistemas portátiles de ventilación/filtrado HEPA
  • $1500 (aproximadamente): añadir sistemas UVGI superiores

Preguntas frecuentes sobre ventilación

Actualmente no se cuenta con suficiente información acerca del riesgo de propagación del virus que causa la enfermedad del coronavirus 2019 (COVID-19) a través de los sistemas de ventilación. Según lo notificado, se ha encontrado RNA viral en rejillas de aire de retorno, en conductos de aire de retorno, y en filtros de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC), pero la mera detección de RNA viral no implica que el virus capturado fuera capaz de transmitir la enfermedad. Un grupo de investigación notificó que el uso de un nuevo método de muestreo de aire les permitió detectar partículas virales viables dentro de la habitación de hospital de un paciente con COVID-19ícono de sitio externoícono de sitio externo con buena ventilación, filtración y desinfección ultravioleta (UV) (a distancias de hasta 16 pies del paciente). No obstante, se consideró que la concentración de virus viable detectada era demasiado baja como para provocar la transmisión de la enfermedad. Es posible que existan ciertas inferencias en el caso de los sistemas de HVAC asociadas a estos hallazgos, pero es demasiado pronto para llegar a esa conclusión con certeza. Mientras que los flujos de aire dentro de un espacio específico pueden ayudar a propagar la enfermedad entre personas que se encuentran dentro de ese espacio, no existe evidencia hasta la fecha de que el virus viable se haya transmitido a través de un sistema de HVAC y haya provocado la transmisión de la enfermedad a personas presentes en otros espacios climatizados por el mismo sistema.

Los establecimientos de atención médica implementan requisitos de ventilación para ayudar a prevenir y controlar las enfermedades infecciosas asociadas a los entornos de atención médica. Para obtener más información, consulte las Directrices de los CDC para el control de infecciones ambientales en establecimientos de atención médica.

Los propietarios y administradores de edificios donde no se brinda atención médica (empresas y escuelas) deben mantener los sistemas de ventilación del edificio de acuerdo a los códigos edilicios y las guías estatales/locales vigentes. Asegurarse de contar con una tasa adecuada de ventilación y aire proveniente del exterior es una medida práctica que los propietarios y administradores de edificios pueden tomar para garantizar una buena calidad de aire en interiores.

Mientras que las gotas grandes (100 micrómetros [µm] o más) se depositarán sobre las superficies circundantes en cuestión de segundos, las partículas más pequeñas pueden permanecer suspendidas en el aire por mucho más tiempo. Las partículas con un tamaño de 10 µm pueden demorar varios minutos en depositarse sobre las superficies, mientras que las partículas de 5 µm o menos podrían no depositarse sobre las superficies durante horas o incluso días. La ventilación por dilución y la filtración de partículas son métodos que se utilizan comúnmente para eliminar del aire estas partículas más pequeñas. Las partículas más grandes también pueden eliminarse utilizando estas estrategias, pero dado que se precipitan del aire rápidamente, es probable que no puedan ser capturadas por los sistemas de filtración. El tiempo necesario para eliminar las partículas transportadas por el aire de un espacio se puede calcular una vez que la fuente de partículas infecciosas ya no esté presente y el aire de dilución esté libre de nuevas partículas infecciosas (p. ej., porque se trata de un aire de suministro no contaminado o porque es el escape limpio de un sistema de ventilación/filtración de aire de alta eficiencia para partículas (HEPA, por sus siglas en inglés) [Vea la explicación sobre filtración HEPA más abajo]).  La Tabla B.1 de las Directrices de los CDC para el control de infecciones ambientales en establecimientos de atención médica (2003) brinda estimaciones del tiempo necesario para eliminar los contaminantes transportados por el aire, incluidas las partículas virales transportadas por el aire, del aire a través de la dilución de ventilación, la extracción y la filtración. La tabla proporciona estimaciones del tiempo requerido para la remoción de contaminantes transportados por el aire en función de la tasa de ventilación de la habitación, medida en cambios de aire por hora (ACH) y la eficiencia de remoción deseada (99 % o 99,9 %).

Aunque para ciertas enfermedades altamente contagiosas transportadas por el aire (como el sarampión) los CDC recomiendan específicamente un tiempo de espera del 99,9 %, la recomendación general de las Directrices de los CDC para el control de infecciones ambientales en establecimientos de atención médica es esperar que se produzca una reducción del 99 % de cualquier partícula generada transportada por el aire antes de reingresar a la habitación. En ausencia de una guía específica que detalle un periodo de espera más prolongado para el virus que causa el COVID-19, el SARS-CoV-2, el tiempo de espera asociado a la remoción del 99 % es adecuado para entornos de atención médica y otros espacios. Independientemente de que se utilice la columna del 99 % o del 99,9 % de la Tabla B.1, el valor de la tabla suele ser una subestimación del tiempo real de remoción por dilución como se indica en las notas a pie de página de la tabla que incluyen la siguiente declaración: "Los tiempos proporcionados presuponen una mezcla perfecta del aire dentro del espacio en cuestión (es decir, factor de mezclado = 1). No obstante, no suele lograrse un mezclado perfecto. Los tiempos de remoción serán más prolongados en habitaciones o áreas con mezclado imperfecto o estancamiento de aire". El uso adecuado de la Tabla B.1 para establecer los tiempos de remoción de cualquier espacio requiere multiplicar el tiempo que figura en la tabla por el factor de mezclado (K) que va del 1 al 10. Este factor representa cuán bien el sistema de ventilación mezcla y diluye la concentración de partículas transportadas por el aire dentro de la habitación. Como regla general, se considera que las habitaciones con mayor caudal de aire (6 ACH o más) y una buena ubicación de las rejillas de suministro y escape (salas hospitalarias de aislamiento contra infecciones transmitidas por el aire) tienen una "buena" mezcla y, por lo tanto, se suele utilizar un factor de mezclado de k = 3 para estos espacios. En ese caso, el tiempo identificado mediante la Tabla B.1 debería multiplicarse por 3 para poder determinar el tiempo de remoción real antes del reingreso al lugar.  Los espacios no ventilados o con mala ventilación suelen tener valores de k que oscilan entre 8 y 10. Por lo general, un mayor número de ACH produce una reducción en el valor de k, aunque el valor de k también puede reducirse mediante el uso de un ventilador en el espacio, el cual no tiene impacto sobre los ACH.  Por último, los tiempos de espera pueden reducirse al aumentar los ACH, reducir el valor de k o implementar una combinación de ambas estrategias.

Ejemplo 1: una habitación de 12 pies x 10 pies con un techo de 9 pies de altura es climatizada con un sistema de ventilación de aire 100 % del exterior que proporciona 65 pies cúbicos por minuto (cfm) de aire de suministro (Qs = 65 cfm) y extrae 72 cfm de aire de la habitación (Qe = 72 cfm). La habitación tiene una mezcla de aire promedio, por lo que se debe asignar k = 5. ¿Cuánto tiempo se necesita para reducir la concentración de partículas transportadas por el aire en un 99 por ciento?

Dado que Qe es > Qs por 7 cfm, el sistema de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC) está absorbiendo 7 cfm de aire hacia la habitación desde las áreas adyacentes (es decir, la habitación está bajo presión negativa). En este ejemplo, se presupone que los 7 cfm de aire de transferencia están libres de partículas infecciosas transportadas por el aire. El caudal volumétrico de aire limpio (Q) es el valor más elevado entre Qs y Qe, por lo que Q = 72 cfm. Ahora calculemos los cambios de aire por hora:

ACH = [Q x 60] / (volumen de la habitación) = (72 cfm x 60) / (12' x 10' x 9') = 4320/1080 = 4 ACH

Si usamos la Tabla B.1, el tiempo de espera de mezcla perfecto con base en 4 ACH y una reducción del 99 % de partículas transportadas por el aire es de 69 minutos.

Si usamos el factor de mezclado de 5, el tiempo de espera estimado para una reducción del 99 % de los contaminantes transportados por el aire en la habitación es 5 x 69 = 345 minutos o 5 horas y 45 minutos.

Nota:  Determinar el valor verdadero del factor de mezclado es difícil y requiere equipos especiales para medir el caudal de aire y realizar pruebas de caída de presión con gas trazador. Por lo tanto, se suelen utilizar estimaciones conservadoras del valor de k (como se describe más arriba).  Además, la incorporación de un dispositivo de purificación de aire (p. ej., una unidad de filtración portátil HEPA) dentro de la misma habitación reducirá el tiempo de espera.  El caudal del dispositivo de purificación de aire también puede sumarse al valor de Q determinado más arriba, lo que incrementará los ACH totales en la habitación.  El movimiento de aire generado por el dispositivo de purificación de aire también puede disminuir el valor de k.  Juntos, un mayor número de ACH y un menor valor de k pueden ayudar a reducir significativamente los tiempos de espera. Vea el Ejemplo 2 para obtener más información, incluido un ejemplo de los cálculos.

Los filtros que se utilizan en los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC) suelen ponerse a prueba mediante los procedimientos detallados en el Estándar ANSI/ASHRAE 52.2-2017 - Método de prueba de dispositivos de limpieza de aire de ventilación general para la eficiencia de eliminación por tamaño de partícula. Para acceder al estándar, por lo general el usuario final debe comprarlo, pero ASHRAE, una sociedad global enfocada en sistemas de construcción, calidad de aire en interiores y sustentabilidad en el entorno construido, lo ha puesto a disposición para su visualización gratuita en líneaícono de sitio externo durante la pandemia en curso. Con base en la eficiencia de filtración determinada por los procedimientos de prueba, a los filtros se les asigna un valor de informe de eficiencia mínima (MERV, por sus siglas en inglés). El MERV proporciona una medida de la "eficiencia del filtro" con respecto a la gama de tamaños de partículas prescritos en el procedimiento de prueba. Los valores MERV van de 1 a 16, y los valores MERV más elevados corresponden a filtros más eficientes.

Las investigaciones muestran que el tamaño de partícula del SARS-CoV-2, el virus que causa el SARS-CoV-19, es de aproximadamente 0.1 micrómetros (µm). No obstante, generalmente el virus no viaja por el aire por sí solo. Estas partículas virales son generadas por los humanos, por lo que el virus queda atrapado en las gotitas respiratorias o núcleos de gotitas que van por el aire (gotitas respiratorias secas) que son más grandes que un virus individual. La mayoría de las gotitas respiratorias y partículas exhaladas al hablar, cantar, respirar y toser tienen un tamaño inferior a 5 µm. Los CDC recomiendan utilizar los filtros de ventilación con la mayor eficiencia posible sin que afecten negativamente el rendimiento general del sistema de HVAC. La ASHRAE ofrece una guía similar. No obstante, recomienda un objetivo mínimo de eficiencia de filtración de MERV 13, siempre y cuando no se produzcan efectos negativos sustanciales en el rendimiento del sistema de HVAC y la comodidad de los ocupantes. Un filtro MERV 13 es al menos un 50 % eficaz para capturar partículas en un rango de tamaños de 0.3 µm a 1 µm, y un 85 % eficaz para capturar partículas en un rango de tamaños de 1 µm a 3 µm.  De manera conjunta, estas partículas son capaces de permanecer en el aire por horas y se las asocia principalmente con la penetración profunda en los pulmones. Un filtro MERV 14 es al menos un 75 % y un 90 % eficaz, respectivamente, para capturar esas mismas partículas. La eficiencia de los filtros MERV 15 y MERV 16 es incluso mayor. Por lo tanto, los filtros recomendados son significativamente más eficaces para capturar partículas peligrosas que los típicos filtros MERV 8, los cuales solo tienen una eficiencia aproximada del 20 % en el rango de tamaños de 1 µm a 3 µm y no están clasificados para capturar eficazmente las partículas más pequeñas de 0.3 µm a 1 µm.

Aumentar la eficiencia de filtración puede aumentar la caída de presión de los filtros. Esto puede provocar un mayor consumo de energía del ventilador, caudales más bajos y/o problemas para controlar los niveles de temperatura interior y humedad relativa. Los desarrollos científicos en el diseño de filtros han reducido la cantidad de caída de presión incrementada y su impacto resultante en el funcionamiento de los sistemas de HVAC, pero no todos los filtros han adoptado la nueva tecnología. Antes de realizar una actualización de filtración, se deben investigar las calificaciones de caída de presión en el/los caudal(es) de uso previsto del filtro específico bajo consideración, y el posible impacto de esa caída de presión con respecto a la capacidad del sistema de HVAC actual.

Los filtros de aire de alta eficiencia para partículas (HEPA) son incluso más eficaces para filtrar partículas infecciosas generadas por humanos que los filtros MERV 16. No obstante, a excepción de algunas aplicaciones puntuales, no se suelen utilizar filtros HEPA en los sistemas centrales de HVAC. [Vea la pregunta sobre Filtración portátil HEPA para obtener más información al respecto y sobre su aplicación en tareas de purificación de aire con fines de protección].

El flujo de aire direccional es un concepto de ventilación protectora por el que el movimiento del aire fluye desde la dirección limpia a la dirección menos limpia. Este concepto de ventilación se aplica a áreas donde el ambiente "limpio" requiere un mayor nivel de protección y/o donde el ambiente "menos limpio" tiene un mayor riesgo de contener contaminantes transportados por el aire (actividades u ocupación por parte de personas con mayor riesgo de ser infecciosas). Algunos ejemplos de espacios "limpios" pueden incluir estaciones de triaje en establecimientos de atención médica o habitaciones/pasillos adyacentes a actividades de mayor riesgo. Algunos ejemplos de espacios "menos limpios" podrían incluir espacios que contienen personas con una infección conocida/presunta o espacios donde una actividad conocida tiene una mayor probabilidad de generar partículas infecciosas transportadas por el aire.

Es posible crear un flujo de aire direccional dentro de un espacio particular o entre dos espacios adyacentes. Esto puede llevarse a cabo de forma pasiva mediante la colocación intencional de rejillas de suministro y extracción de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC) o mediante la creación intencional de diferenciales de presión entre espacios adyacentes a través de la especificación de caudales de escape de compensación y aire de suministro. La creación del flujo de aire direccional también puede lograrse de forma activa a través del uso de ventiladores que extraen el aire a través de las ventanas abiertas, la ubicación estratégica de conductos conectados a unidades portátiles de filtración HEPA, o sistemas de extracción de uso exclusivo (instalados o portátiles) que generan el flujo de aire deseado al expulsar el aire por las ventanas, puertas o a través de conductos temporales.  En entornos específicos, también pueden usarse las intervenciones especializadas de ventilación de control local que establecen las direcciones deseadas del flujo de aire (vea Cabeceras ventiladas del NIOSH).

Los flujos de aire direccionales deben evaluarse cuidadosamente. Las pruebas de eficacia del flujo de aire direccional se pueden realizar mediante el uso de técnicas de trazadores visuales que utilizan "tubos de humo" o "generadores de niebla" portátiles. También se pueden emplear otras herramientas, como monitores electrónicos o ayudas visuales para monitorear las diferencias de presión, al establecer el flujo de aire direccional entre dos espacios adyacentes. Para reducir la posibilidad de direccionar el flujo de aire desde ocupantes infecciosos de un espacio a ocupantes no infecciosos de otro espacio, es importante que se establezcan las determinaciones de espacios "limpios" y "menos limpios" mediante el uso de las consideraciones de evaluación de riesgos para el control de infecciones.

Las investigaciones muestran que el tamaño de partícula del SARS-CoV-2, el virus que causa el SARS-CoV-19, es de aproximadamente 0.1 micrómetros (µm). No obstante, generalmente el virus no viaja por el aire por sí solo. Estas partículas virales son generadas por los humanos, por lo que el virus queda atrapado en las gotitas respiratorias o núcleos de gotitas que van por el aire (gotitas respiratorias secas) que son más grandes. La mayoría de las gotitas respiratorias y partículas exhaladas al hablar, cantar, respirar y toser tienen un tamaño inferior a 5 µm. Por definición, un filtro de aire de alta eficiencia para partículas (HEPA) tiene una eficacia de al menos el 99,97 % para capturar partículas con un tamaño de 0.3 µm. Esta partícula de 0.3 µm se aproxima al tamaño de partícula más penetrante (MPPS, por sus siglas en inglés) a través del filtro. Los filtros HEPA son incluso más eficaces para capturar partículas más grandes y más pequeñas que el MPPS. Por lo tanto, los filtros HEPA tienen una eficacia no menor al 99,97 % para capturar partículas virales generadas por humanos asociadas al SARS-CoV-2.

Las unidades portátiles de filtración HEPA que combinan un filtro HEPA con un sistema de ventilación eléctrico son una excelente opción auxiliar para limpiar el aire, en especial en entornos de mayor riesgo como clínicas médicas, lugares donde se realizan pruebas médicas, salas de entrenamiento o áreas de espera públicas. Es posible identificar otros entornos que podrían beneficiarse de la filtración portátil HEPA al utilizar los típicos parámetros de evaluación de riesgos, como las tasas de incidencia en la comunidad, las previsiones de cumplimiento del uso de mascarillas y la densidad de ocupantes en una habitación. Al elegir una unidad portátil HEPA, le sugerimos seleccionar un sistema cuyas dimensiones sean apropiadas para el área donde se lo instalará. En el caso de los purificadores de aire para habitaciones, una forma de hacerlo es seleccionar un sistema de ventilación HEPA con una tasa de suministro de aire limpio (CADR, por sus siglas en inglés) [vea la Guía de la EPA para purificadores de aire para el hogarícono de pdfícono de sitio externo] que cumpla o supere la cantidad de pies cuadrados de la habitación en la cual se lo utilizará. Cuanto más alta sea la CADR, más rápido purificará el aire de la habitación. Si la habitación en la que se utilizará el purificador de aire tiene más de 8 pies de altura, elija un purificador de aire con una CADR proporcionalmente mayor que la basada simplemente en la cantidad de pies cuadrados. Si bien estos sistemas no ingresan aire de dilución de exteriores, son muy efectivos para purificar el aire dentro de los espacios para reducir la concentración de partículas aéreas, incluidas partículas virales de SARS-CoV-2. Por lo tanto, aportan intercambios de aire eficaces sin la necesidad de acondicionar el aire del exterior.

Los sistemas de ventilación HEPA pueden usarse como unidades independientes; también existen unidades más grandes que permiten la conexión de conductos flexibles a la entrada y/o salida de aire (tenga en cuenta que las unidades con conductos de mayores dimensiones no se contemplan bajo la descripción de "purificador de aire para habitación" y muchas podrían no tener clasificación CADR). Usar conductos y colocar el sistema HEPA de forma estratégica en el espacio puede ayudar a proporcionar los patrones deseados de flujo de aire limpio a menos limpio donde sea necesario. También se pueden utilizar sistemas HEPA con conductos para establecer intervenciones de captura de fuente directa para situaciones de tratamiento de pacientes y/o realización de pruebas (vea la explicación de los CDC/NIOSH sobre las Cabeceras ventiladas). En función del tamaño de las unidades de ventilación/filtro HEPA y cómo esté configurado el establecimiento en el que se las utilice, podría resultar más útil el despliegue de varias unidades pequeñas portátiles HEPA en áreas de alto riesgo que el uso de una única unidad HEPA de mayor tamaño que acondicione un espacio combinado.

Ejemplo 2: la habitación descrita en el Ejemplo 1 ahora se intensifica con un dispositivo de purificación de aire portátil HEPA con una CADR de 145 cfm (Qhepa = 145 cfm). El movimiento de aire que añade al ambiente mejora la mezcla general, de manera que se debe asignar un valor de k = 3. ¿Cuánto tiempo se ahorra para lograr el mismo 99 % de reducción de contaminantes del aire al agregar un dispositivo HEPA portátil para purificar el aire del ambiente?

La incorporación de un dispositivo con filtro HEPA aporta más aire puro al ambiente.  Aquí, el caudal volumétrico de aire limpio (Q) es:  Q = Qe + Qhepa = 72 cfm + 145 cfm = 217 cfm.

ACH = [Q x 60] / (volumen de la habitación) = (217 cfm x 60) / (12' x 10' x 9') = 13,020/1080 = 12.06 ACH (redondeado a 12).

Si usamos la Tabla B.1, el tiempo de espera de mezcla perfecto con base en 12 ACH y una reducción del 99 % de partículas transportadas por el aire es de 23 minutos.

Si usamos el factor de mezcla de 3, el tiempo de espera estimado para una reducción del 99 % de los contaminantes transportados por el aire en la habitación es 3 x 23 = 69 minutos.  Por lo tanto, el aumento de ACH y el valor k más bajo asociados a la unidad de filtración HEPA portátil redujeron el tiempo de espera de las 5 horas y 45 minutos originales a solo 1 hora y 9 minutos, lo que representa un ahorro total de 4 horas y 36 minutos antes de que pueda volver a ocuparse la habitación de manera segura.

Como conclusión, añadir una unidad HEPA portátil aumentó la tasa efectiva de ventilación y mejoró la mezcla de aire del ambiente, lo que resultó en una reducción del 80 % en el tiempo que llevó purificar el aire del ambiente de partículas transportadas por el aire posiblemente infecciosas.

Sí.

La luz germicida ultravioleta (GUV), o la irradiación germicida ultravioleta (UVGI, por sus siglas en inglés), es una herramienta de desinfección utilizada en muchos entornos diferentes, como viviendas, comercios, y establecimientos educativos y de atención médica. La tecnología utiliza energía ultravioleta (UV) para inactivar (matar) microorganismos, incluidos virus, cuando está diseñada e instalada correctamente.

Aún hay mucho por averiguar acerca del SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19, y la posibilidad de que las partículas virales pueden ser transportadas por el aire y propagarse. No obstante, la luz GUV puede inactivar virus presentes en el aire y sobre superficies*. El diseño y tamaño de los sistemas eficaces de desinfección GUV requieren conocimientos y experiencia específicos.

Asegúrese de consultar a un fabricante de GUV de confianza o a un diseñador de sistemas GUV con experiencia antes de instalar sistemas GUV. Estos profesionales pueden ayudarlo a la hora de hacer los cálculos necesarios, elegir dispositivos, instalar el sistema de forma correcta y probar que funcione adecuadamente según el entorno.

*Nota: La recomendación de los CDC para la desinfección de las superficies principales en espacios ocupados es seguir las guías de los CDC/EPA para la desinfección de superficies.

  • GUV superior
    La luz GUV superior (o para el aire superior) usa dispositivos de luz GUV diseñados especialmente que se colocan en las paredes o techos para crear una zona de desinfección de energía ultravioleta (UV) que se concentra en la parte superior y lejos de las personas. Estos dispositivos desinfectan el aire a medida que circula proveniente de la ventilación mecánica, los ventiladores de techo o el movimiento natural del aire. La ventaja de la luz GUV superior es que desinfecta el aire que se encuentra cerca y por encima de las personas que están en la habitación. Desde la década de 1980, los sistemas GUV se han usado ampliamente para el control de la tuberculosis (TB). La guía de los CDC Control ambiental de la tuberculosis: directrices básicas sobre la irradiación germicida ultravioleta superior en entornos de atención médicaícono de pdf brinda información sobre el diseño adecuado, el funcionamiento seguro y el mantenimiento de los sistemas GUV. Con base en la información disponible sobre otros coronavirus humanos, los sistemas GUV diseñados para proteger contra la propagación de la TB deberían ser eficaces para inactivar el SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19, y por lo tanto, evitar su propagación. Por lo general, los sistemas GUV requieren pocos dispositivos GUV para ser eficaces. Por ejemplo, una sala de espera de forma rectangular con 10-30 ocupantes requerirá 2-3 dispositivos GUV superiores. Cabe señalar que el posible reflejo de la energía UV en el espacio ocupado inferior es un potencial problema de seguridad de los sistemas GUV superiores. No obstante, un fabricante de GUV de confianza o un diseñador experimentado de sistemas GUV debería conocer las técnicas de precaución correspondientes para evitar la exposición a los rayos UV dañinos de las personas presentes en el espacio de instalación. [Posible aplicación: pueden usarse en cualquier espacio cerrado; su utilidad es mayor en espacios altamente ocupados con personas que están o podrían estar enfermas].
  • GUV de conducto
    Los sistemas de GUV de conducto se instalan dentro del sistema de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC, por sus siglas en inglés). Estos sistemas están diseñados para cumplir alguno de estos dos propósitos:
    • Los sistemas GUV para el tratamiento de bobinas mantienen las bobinas, bandejas de desagote y superficies húmedas de los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado libres de proliferaciones microbianas. Estos dispositivos producen niveles relativamente bajos de energía UV. Esta energía es emitida constantemente las 24 horas del día, motivo por el cual son eficaces. Los dispositivos GUV para el tratamiento de bobinas no están diseñados para desinfectar el aire y no deberían instalarse con ese fin. [Posible aplicación: pueden usarse para reducir el mantenimiento de los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado, y para mejorar el nivel de eficiencia operativa dentro de sistemas residenciales o comerciales de calefacción, ventilación y aire acondicionado de gran tamaño; no se recomiendan para inactivar microbios patógenos que van por el aire].
    • Los sistemas de luz GUV para desinfectar el aire pueden ser eficaces para inactivar microbios patógenos que van por el aire mientras pasan por el interior de los conductos de calefacción, ventilación y aire acondicionado. Los sistemas de luz GUV para desinfectar el aire de los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado suelen requerir lámparas UV más potentes o una mayor cantidad de lámparas, o ambos, para proporcionar la luz GUV necesaria para inactivar microbios patógenos en periodos breves. Por lo general, los sistemas de desinfección de aire se instalan después de las bobinas de los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado. Esta ubicación mantiene la bobina, la bandeja de desagote y las superficies húmedas libres de proliferaciones microbianas además de desinfectar el aire en movimiento. [Posible aplicación: pueden usarse dentro de cualquier sistema de calefacción, ventilación y aire acondicionado para desinfectar los microbios patógenos infecciosos que van por el aire].
  • Luz UV lejana (o luz UVC lejana)
    La luz UV lejana es una de las muchas tecnologías emergentes que se han popularizado durante la pandemia del COVID-19. Mientras que los dispositivos GUV estándar emiten energía UV a una longitud de onda de aproximadamente 254 nanómetros (nm), los dispositivos de luz UV lejana usan lámparas diferentes para emitir energía UV a una longitud de onda cercana a los 222 nm. Independientemente de la longitud de onda, una de las diferencias principales entre las dos tecnologías es que los sistemas GUV estándar están diseñados específicamente para evitar exponer a las personas a la energía UV, mientras que muchos dispositivos de luz UV lejana son comercializados afirmando que es seguro exponer a las personas y a su entorno directo a la energía UV. Una revisión de información revisada por colegas indica que longitudes de onda de luz UV lejana pueden inactivar a los microorganismos, incluso a los coronavirus humanos, cuando se utilizan dosis adecuadas de radiaciones UV. Aún hay muchas dudas respecto de los mecanismos para matar los microorganismos y la seguridad en general. Está demostrado que la luz UV lejana es efectiva para desinfectar el aire y las superficies, sin necesidad de tomar las precauciones de seguridad requeridas por los sistemas GUV estándar. Los dispositivos con luz UV lejana son considerados como nueva tecnología emergente. [Posible aplicación: aún no se ha determinado]. Los clientes que están considerando una tecnología emergente como la luz UV lejana pueden investigar el sistema propuesto. Pídale al vendedor una prueba de efectividad y desempeño que demuestre un claro beneficio de la protección. Consulte con un ingeniero de ventilación, y si el ingeniero le recomienda instalar dicho sistema, obtenga una constancia que garantice el funcionamiento de desinfección esperado. Cuando evalúa la evidencia de la efectividad del sistema, priorice las publicaciones de investigación por encima de los informes anecdóticos y considere las siguientes preguntas:
    • ¿Existen estudios independientes que demuestran el desempeño deseado de la tecnología?
    • ¿El ambiente o entorno de estudio representa su entorno y el uso previsto? 
    • ¿Se publicaron los resultados de desempeño en alguna publicación médica o científica?
    • ¿Se evaluó la tecnología para detectar posibles efectos adversos en la salud o exposiciones ocupacionales?
    • ¿Dónde se utiliza la tecnología?

Los CDC no recomiendan ni desaconsejan ningún fabricante ni producto. Hay una gran cantidad de dispositivos cuyas publicidades dicen que purifican el aire durante la pandemia del COVID-19. Algunos de los más comunes son los dispositivos de ionización y/o de aplicación de peróxido de hidrógeno en seco. Algunos dispositivos incluso tienen ambas tecnologías. Si bien existen variantes de estas tecnologías desde hace décadas, en relación con otras tecnologías de limpieza o desinfección tienen una trayectoria menos documentada cuando se trata de limpiar/desinfectar volúmenes grandes y rápidos de aire en movimiento en sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC) o incluso en habitaciones individuales. Esto no necesariamente implica que las tecnologías no funcionan como dicen sus fabricantes. Sin embargo, en ausencia de una agencia establecida de revisión de pares de la evidencia que demuestre una eficacia y seguridad comprobadas en condiciones normales de uso, las tecnologías todavía se consideran en muchos ámbitos como "emergentes". Como con todas las tecnologías emergentes, lo recomendable es que los consumidores sean cautelosos e investiguen los productos. Los consumidores deben investigar la tecnología y buscar que lo que los fabricantes dicen que hace es aquello para lo que tienen previsto usarla. Los consumidores deberían solicitar datos cuantitativos que den cuenta de un beneficio claro de protección y de seguridad de los ocupantes según las condiciones del uso que se pretende dar a los dispositivos. Es preferible que los datos de rendimiento documentados según las condiciones normales de uso estén disponibles en diversas fuentes, algunas de las cuales deberían ser fuentes absolutamente independientes. Se deben cuestionar las declaraciones de rendimiento sin fundamento o los estudios de casos limitados con un solo dispositivo en un solo ambiente y sin controles de referencia. Como mínimo, si está considerando adquirir y usar este tipo de dispositivos, lo recomendable es que verifique que el equipo está certificado de conformidad con la norma UL 867 (Norma para Purificadores de Aire Electrostáticos) para la producción de niveles aceptables de ozono, o preferentemente de conformidad con la norma UL 2998 (Procedimiento de Validación de Declaración Ambiental [ECVP, por sus siglas en inglés] de Emisiones de Ozono Cero para Purificadores de Aire), cuyo objetivo es validar que un equipo no produce ozono.

Última actualización: 21 de dic. del 2020