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Nicaragua Unrest
Bureau of Western Hemisphere Affairs

Apoyo de los Estados Unidos a un retorno a la democracia en Nicaragua

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“Hace dos años, el pueblo de #Nicaragua se alzó de manera pacífica para reclamar cambios. Lamentablemente, sus reclamos de libertad y transparencia fueron recibidos con balas. Ortega y su esposa, la vicepresidenta Murillo, deben asegurar una transición democrática y una Nicaragua saludable, próspera y libre.”
Michael R. Pompeo
Secretary of State

¿Qué ocurrió con la democracia en Nicaragua?

El 18 de abril de 2018, se iniciaron manifestaciones públicas y pacíficas en Nicaragua luego de que el gobierno propusiera aumentar los impuestos y bajar las jubilaciones, lo que se sumó a la falta de una respuesta adecuada a la emergencia de los incendios forestales en la costa caribeña. Finalmente, el gobierno respondió a estas protestas asesinando a decenas de personas y efectuando cientos de detenciones. Esto, a su vez, provocó más protestas e hizo que se extendieran los reclamos para que Ortega abandonara el poder.

¿Cómo se llegó a esta situación?

A continuación, el presidente Ortega y la vicepresidenta Murillo respondieron con una campaña sostenida de violencia y represión contra todos aquellos que se opusieran a los abusos de su régimen, tales como periodistas, miembros de la sociedad civil y cualquier persona que se atreviera a ejercer el derecho de libertad de reunión y expresión.


El pueblo de Nicaragua sufre persecución y ataques letales a manos del gobierno de Ortega durante las protestas en reclamo de justicia, paz y libertades civiles. El Padre Raúl Zamora, un clérigo nicaragüense, relata los ataques que presenció en su parroquia en la capital, Managua.

Desde las primeras acciones represivas, el régimen de Ortega ha seguido empleando la violencia y la intimidación para acallar protestas y aferrarse al poder.

Hasta la fecha, cerca de 80 presos políticos siguen estando encarcelados injustamente por el régimen de Ortega y miles de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares o exiliarse.


¿Qué es lo que está en riesgo?

Desde que se inició la ola represiva en Nicaragua, el padecimiento del pueblo nicaragüense se ha incrementado significativamente. Quienes se pronuncian contra la violencia, la opresión y el avasallamiento de los derechos humanos por parte del régimen ponen en riesgo su vida. Según se indica en el informe sobre derechos humanos de 2019, el régimen de Ortega detuvo de manera arbitraria a 161 nuevos presos políticos. Enlace al informe sobre derechos humanos de 2019, se detalla que el régimen de Ortega detuvo de manera arbitraria a 161 nuevos presos políticos.

Por ejemplo, en mayo de 2019, guardias penitenciarios dispararon y mataron a Eddy Montes, una persona con ciudadanía estadounidense y nicaragüense. ¿Cuál había sido su delito? Ayudar a personas heridas que se manifestaban en defensa de la democracia.

El régimen sigue atacando, hostigando e intimidando a periodistas individuales para impedir que informen sobre las acciones ilegales que lleva a cabo el gobierno. El Comité para la Protección de los Periodistas señaló: “Cada día que pasa Nicaragua se vuelve más peligrosa para el ejercicio del periodismo independiente, con allanamientos de las redacciones, detenciones, interrogatorios invasivos y la confiscación de equipos.”

 


 

Un país Asediado

 

    • Más de 320 personas han sido asesinadas.
    • Miles han resultado heridas.
    • Más de 80.000 se han visto obligadas a huir al país vecino de Costa Rica.
    • Las proyecciones económicas para 2020 prevén una caída del PBI de hasta el 10 por ciento.

 


 

Esfuerzos estadounidenses para restablecer la democracia

En los más de dos años transcurridos desde que el gobierno de Nicaragua inició la feroz represión contra los ciudadanos del país, EE.UU. sigue ejerciendo presión económica y diplomática sobre el régimen represivo y corrupto de Daniel Ortega, para contribuir a que se den las condiciones en las que pueda haber elecciones libres y justas.

  • Desde el comienzo de la crisis, Estados Unidos ha aplicado sanciones a 22 personas nicaragüenses y 8 entidades nicaragüenses empleando las facultades legales existentes. Canadá, la Unión Europea y el Reino Unido también han empezado a establecer designaciones similares para sanciones económicas.
  • El presidente Trump ratificó el compromiso de EE.UU. de restablecer la democracia y el Estado de derecho en Nicaragua promulgando la Ley sobre Derechos Humanos y contra la Corrupción en Nicaragua (Nicaragua Human Rights and Anticorruption Act) de 2018. Antes de la sanción de la ley, el Departamento del Tesoro había designado a varios funcionarios gubernamentales y asociados del presidente Ortega, incluida la vicepresidenta Murillo —esposa de Ortega—, para que se les aplicaran sanciones económicas individuales y/o restricciones de visas.
  • Sanciones contra el Banco Corporativo de Nicaragua (Bancorp), que funcionaba como caja negra de la familia Ortega, y contra Laureano Ortega, hijo del presidente Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo. Ambas medidas inmovilizaron todos los activos estadounidenses propiedad de Bancorp y al más joven de los Ortega, e impidieron que ciudadanos estadounidenses realizaran transacciones comerciales con ellos. Esto dio lugar al cierre abrupto de Bancorp.

  • Otras sanciones han estado dirigidas a la Policía Nacional de Nicaragua (PN); el general del Ejército nicaragüense Julio César Avilés; el ministro de Hacienda y Crédito Público Iván Adolfo Acosta; Juan Carlos Ortega Murillo, hijo del presidente Ortega y la vicepresidenta Murillo, y Difuso Comunicaciones S.A., que Ortega Murillo utilizó para difundir la propaganda del régimen y defender la violencia y la represión de los Ortega.
  • Más allá de la presión económica, Estados Unidos sigue trabajando con la comunidad internacional para apoyar los reclamos del pueblo nicaragüense. Seguimos instando al régimen de Ortega a poner fin a la represión del pueblo de Nicaragua, garantizar sus libertades civiles básicas, restablecer el respeto de los derechos humanos y asegurar una reforma electoral permitiendo que haya elecciones libres y justas. 

 


 

Un futuro más auspicioso para los nicaragüenses

Nicaragua puede volver a ser una democracia. Pero el régimen de Ortega es reacio a permitir que haya elecciones libres y justas que puedan amenazar a su familia y al gobernante partido Sandinista.

Estados Unidos, en colaboración con la comunidad internacional, respalda los reclamos del pueblo nicaragüense para que se reconozcan las libertades democráticas básicas y se implementen reformas cruciales que posibiliten elecciones libres y justas. 

¿Qué acciones pueden realizarse para lograr estos objetivos?

  • Sumarse a otros actores de la comunidad internacional, incluidas la OEA  y la UE, en reclamo de que el régimen nicaragüense implemente las reformas electorales necesarias para que haya elecciones libres y justas.
  • Reclamar el restablecimiento pleno de las libertades civiles, incluida la libertad de expresión y asociación. No podrá haber elecciones verdaderamente libres y justas en un clima represivo, con más de 80 presos políticos detenidos de manera arbitraria.
  • Apoyar a las organizaciones cívicas nicaragüenses que defienden el respeto de los derechos humanos y exigen que se permita el acceso a las organizaciones internacionales de derechos humanos para que den seguimiento a las condiciones en el terreno.

U.S. Department of State

The Lessons of 1989: Freedom and Our Future