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Panorama general

  • La fragilidad, el conflicto y la violencia (FCV) constituyen un problema fundamental para el desarrollo que pone en peligro los esfuerzos por poner fin a la pobreza extrema y afecta tanto a los países de ingreso bajo como a los de ingreso mediano. Para 2030, hasta dos tercios de las personas extremadamente pobres del mundo vivirán en entornos afectados por FCV. Los conflictos también generan el 80 % de todas las necesidades humanitarias.

    Los conflictos violentos se han incrementado drásticamente desde 2010, y el panorama respecto de la fragilidad se está tornando más complejo. El cambio climático, el aumento de la desigualdad, los cambios demográficos, las nuevas tecnologías, los flujos financieros ilícitos y otras tendencias mundiales también pueden crear riesgos de fragilidad. Tanto los países de ingreso bajo como los de ingreso mediano se ven afectados por la fragilidad y los conflictos.

    En este contexto, la pandemia de COVID-19 agrega mayor presión, amenazando con revertir décadas de avances en la reducción de la pobreza y el desarrollo:

    ·       Se prevé que la actividad económica en entornos afectados por FCV se contraerá un 4,3 % en 2020, es decir 8 puntos porcentuales menos que proyecciones anteriores.

    ·       Estimaciones del Banco Mundial indican que entre 18 millones y 27 millones de personas más caerán en la pobreza en 2020 en los países afectados por FCV.

    El Grupo del Banco Mundial enfoca su atención en abordar la FCV, y para ello pone énfasis en la prevención y en la adopción de medidas en forma temprana. Además, mantiene sus actividades cuando existen conflictos activos, así como en los países en proceso de transición a la paz. Una colaboración más estrecha con asociados de los ámbitos humanitario, del desarrollo y de la promoción de la paz y de la seguridad es fundamental para lograr resultados en entornos difíciles, como es el caso de la respuesta del Banco frente a las hambrunas (i).

    El desplazamiento forzado es una crisis del mundo en desarrollo que debe abordarse mediante una acción colectiva:

    ·       A fines de 2019, 79,5 millones de personas habían sido desplazadas por la fuerza.

    ·       De esa cantidad, el 85 % vive en países en desarrollo.

    ·       Alrededor del 77 % de los refugiados han estado desplazados por lo menos durante cinco años.

    Más de dos tercios (68 %) de todos los refugiados del mundo provienen de solo cinco países.

    Última actualización: Oct 01, 2020

  • La reconstrucción y el desarrollo para promover la estabilidad forman parte de la especialidad básica del Grupo Banco Mundial (GBM), institución que fue creada como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial. En respuesta a un panorama de fragilidad cada vez más complejo, el GBM adopta un enfoque más amplio con respecto a la FCV con el objeto de abordar las causas de la inestabilidad y de crear resiliencia. Además, mantiene sus actividades cuando existen conflictos activos, así como en los países en proceso de recuperación y transición. Para lograr resultados satisfactorios es fundamental una colaboración más estrecha con asociados en los ámbitos humanitario, del desarrollo y de la promoción de la paz.

    Un récord de USD 25 000 millones en financiamiento para países afectados por FCV, aprobado durante la decimonovena reposición de fondos de la Asociación Internacional de Fomento (AIF), serán adaptados para satisfacer diversos desafíos nacionales en los países más pobres. Esto incluye apoyo para impedir el escalamiento de los conflictos, compromiso constante durante situaciones de crisis y posteriores a las crisis para proteger el capital humano y las instituciones clave, y ayuda para generar oportunidades de desarrollo para los refugiados y las comunidades de acogida. Este financiamiento amplía la decimoctava reposición de recursos de la AIF (AIF-18), que marcó un cambio estratégico en el compromiso de convertir la reducción del riesgo de fragilidad y conflicto en una de sus principales prioridades, duplicando los recursos para los países afectados por FCV.

    Sobre la base de estos avances, el GBM está preparando una estrategia integral para abordar los factores que generan FCV en los países afectados, así como su impacto en las poblaciones vulnerables, con el objetivo último de contribuir a la paz y la prosperidad. Como parte del proceso de elaboración de la estrategia, el GBM llevó a cabo consultas a nivel mundial con diversas partes interesadas, incluidos representantes gubernamentales, de la sociedad civil, instituciones de desarrollo y el sector privado.

    A medida que los países se esfuerzan para contener el impacto del coronavirus (COVID-19), el GBM ha tomado medidas rápidas y de amplio alcance para ayudar a los países en desarrollo a fortalecer su respuesta frente a la epidemia y sus sistemas de atención sanitaria. Casi un tercio de los proyectos del Banco Mundial destinados a combatir la pandemia se encuentran en más de 30 países afectados por fragilidad, conflicto y violencia. Su apoyo se basa en el análisis y la estrategia aplicada en cada país afectado por FCV, en que se compromete a:

    ·       abordar las causas básicas de la fragilidad antes de que se transformen en un conflicto;

    ·       mantener el compromiso durante situaciones de crisis a fin de proteger el capital humano y las instituciones clave;

    ·       fortalecer el contrato social entre los ciudadanos y el Estado;

    ·       garantizar la inclusión de los más vulnerables y marginados.

    Igualmente, para aumentar la eficacia del Banco en los entornos más inseguros, se requiere más y mejor financiamiento a escala.

    Para ayudar a los países de ingreso mediano a abordar la crisis de los refugiados, el Servicio Mundial de Financiamiento en Condiciones Concesionarias (GCFF) (i), administrado por el Banco Mundial y en colaboración con las Naciones Unidas y el Banco Islámico de Desarrollo, a la fecha ha aportado más de USD 600 millones en donaciones para movilizar una cifra superior a los USD 3000 millones en financiamiento en condiciones concesionarias. Estas donaciones están beneficiando a refugiados sirios y las comunidades de acogida en Jordania y Líbano, para promover la creación de empleo y ampliar servicios públicos e infraestructura de vital importancia, así como la respuesta de Colombia y Ecuador a las necesidades de los venezolanos que ingresaron a esos países tras huir de la actual crisis en Venezuela y las necesidades de las comunidades que los reciben.

    Para cumplir su cometido, el Banco está profundizando sus conocimientos y ampliando su “conjunto de herramientas” en el ámbito de la FCV, que comprende lo siguiente:

    ·       Evaluaciones de riesgos y de la resiliencia: sirven de base para las intervenciones en los países y para la preparación de los diagnósticos sistemáticos de los países y los marcos de alianza con los países. Además, procuran abordar distintos tipos de riesgos y crisis importantes.

    ·       Evaluaciones para la recuperación y la construcción de la paz (i): son una plataforma para ayudar a los Gobiernos y a sus asociados internacionales a identificar las actividades de recuperación y construcción de la paz, priorizarlas y establecer un orden de secuencia, y a coordinar el apoyo para su planificación y ejecución.

    ·       Estudio conjunto de las Naciones Unidas y el Banco Mundial, Pathways for Peace:Inclusive Approaches to Preventing Violent Conflict (Opciones de paz: Planteamientos inclusivos para prevenir los conflictos violentos) (i): procura ayudar a comprender mejor la manera en que los procesos de desarrollo interactúan con la seguridad, la diplomacia y otros factores para evitar que los conflictos se tornen violentos (publicado en marzo de 2018).

    ·       Estudio emblemático Forcibly Displaced (Desplazados por la fuerza) (i): se analizan los datos disponibles para comprender mejor la magnitud del desafío, y se sugiere un enfoque del desarrollo que brinda apoyo a los refugiados y a las comunidades de acogida con soluciones duraderas.


    Fortalecer las alianzas para aumentar la resiliencia

    Ante el creciente reconocimiento de que los esfuerzos humanitarios, de desarrollo y de construcción de la paz se complementan entre sí y deben reforzarse mutuamente para responder a los desafíos en materia de FCV, el Banco Mundial y las Naciones Unidas pusieron en marcha la Iniciativa sobre Acción Humanitaria, Desarrollo y Paz (HDPI) (i) con el propósito de colaborar de nuevas maneras con respecto al nexo entre la acción humanitaria, el desarrollo y la paz en los países afectados por FCV. En el marco de esta iniciativa, las Naciones Unidas y el Banco identifican resultados colectivos y proporcionan respuestas amplias e integradas a los países que se encuentran en riesgo, que atraviesan por crisis prolongadas y que salen de una crisis. Esta labor incluye el intercambio de datos, análisis y evaluaciones conjuntas de las necesidades, así como la planificación coordinada a lo largo de varios años de las operaciones de paz, acción humanitaria y desarrollo, que son fundamentales para posibilitar la colaboración en esos países.

    El Fondo para la Consolidación del Estado y la Paz (i), creado en 2008, es el mayor fondo fiduciario mundial de múltiples donantes del GBM establecido para financiar enfoques innovadores relativos a la consolidación del Estado y la paz en las regiones afectadas por FCV. Es un mecanismo flexible en lo que respecta a zonas geográficas, modelos de implementación y cobertura temática, y cuenta con la capacidad para asumir riesgos y movilizar financiamiento rápidamente en países pertenecientes a todos los grupos de ingreso. Actúa como un agente catalizador para la realización de las actividades de la AIF en el ámbito de la FCV y elimina los déficits de financiamiento convencional. También ofrece una plataforma de coordinación a la comunidad de instituciones de ayuda internacional y a los países en situación de FCV.

    Última actualización: Oct 01, 2020

  • Intercambio de conocimientos para promover sociedades pacíficas e inclusivas

    El Foro sobre Fragilidad 2020 (i), pospuesto a causa de la pandemia y realizado como una serie virtual entre junio y agosto de 2020, congregó a más de 1000 participantes de las comunidades del desarrollo, el trabajo humanitario, la diplomacia y la seguridad para intercambiar conocimientos bajo el lema “Gestión de los riesgos en pro de la paz y la estabilidad”.

    A fin de mejorar la forma en que los procesos de desarrollo internos interactúan con los esfuerzos en materia de seguridad, diplomacia, mediación y de otra índole para evitar que los conflictos se tornen violentos, el Banco preparó el informe Pathways for Peace: Inclusive Approaches to Preventing Violent Conflict (i). En este documento se resalta la importancia de las reclamaciones relacionadas con la exclusión —por ejemplo, el acceso al poder, a los recursos naturales, a la seguridad y a la justicia— que son la causa de muchos conflictos violentos en la actualidad.

    Ante el incesante problema del desplazamiento forzado, en 2017 el Banco publicó el informe, Forcibly Displaced – Toward a development approach supporting refugees, the internally displaced, and their hosts (Desplazados por la fuerza: hacia un enfoque de desarrollo que dé apoyo a los refugiados, los desplazados internos y los países de acogida) (i).

    Aspectos destacados de la labor operacional del Grupo Banco Mundial

    Cuerno de África: Proyecto de Respuesta de Desarrollo a los Impactos del Desplazamiento (i)

    Este proyecto apoya una respuesta de desarrollo a largo plazo para las limitaciones sistémicas y estructurales que enfrentan zonas desatendidas que acogen a refugiados en Etiopía, Uganda y Djibouti, situación que se exacerba con la llegada de estos grupos. La iniciativa procurar abordar los impactos del desplazamiento forzado como un desafío de desarrollo, así como una cuestión humanitaria y de seguridad, abarcando las necesidades sociales, económicas y ambientales de las comunidades de acogida a través de apoyo en inversiones y asistencia técnica relacionada. También tiene el objetivo de asistir a la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD, por sus siglas en inglés) con diálogo sobre políticas y participación ciudadana, investigación, apoyo en materia de capacidad, gestión de conocimientos y alianzas para ofrecer respuestas innovadoras al desplazamiento y la migración mixta en el Cuerno de África.

    Iraq: Proyecto de Reconstrucción de Emergencia (i)

    En los últimos 20 años, todos los indicadores de desarrollo humano de Iraq han experimentado una caída dramática, y la guerra civil y la insurgencia han socavado aún más la prestación de servicios en el país. Este proyecto por USD 350 millones, al que se agrega financiamiento por un monto de USD 400 millones aprobado en 2017, promoverá la recuperación y la reconstrucción inclusivas de las zonas afectadas por el conflicto a través de la reparación de la infraestructura dañada y el restablecimiento de los servicios públicos.

    República Centroafricana: Proyecto Londo (“Ponerse de Pie”) (i)

    Con el desplazamiento de cerca de un cuarto de su población, la situación en la República Centroafricana podría desestabilizar a los países vecinos que atraviesan por situaciones de fragilidad. El proyecto de estabilización, impulsado por el Banco Mundial, ofrecerá empleos temporales a las personas vulnerables mediante programas nacionales de obras públicas que requieren un uso intensivo de mano de obra. El proyecto se ha realizado exitosamente en zonas controladas por los rebeldes y se ha convertido en un ejemplo de colaboración entre fuerzas de consolidación de la paz y la comunidad de instituciones de asistencia humanitaria.

    Proyecto de Pastoreo y Estabilidad en el Sahel y el Cuerno de África (PASSHA) (i)

    El pastoreo es clave para la economía del Sahel y el Cuerno de África. Estos países han experimentado recientemente mayores niveles de inestabilidad e inseguridad que amenaza los medios de subsistencia de los agricultores y ganaderos locales. En la zona del norte del Sahel y el Sahara aumentaron de manera considerable todos los tipos de tráfico, secuestros y robos de ganado y bienes. Este proyecto apoyará actividades que permitan comprender qué efectos pueden tener las intervenciones ganaderas en la reducción de los conflictos; respaldará programas de seguimiento de los conflictos, y proporcionará sistemas regionales de alerta de conflictos.

    Líbano: Programa Nacional de Servicio Voluntario

    Este programa busca aumentar la cohesión social y las posibilidades de empleo de los jóvenes libaneses de entre 15 y 24 años mediante programas de capacitación en aptitudes interpersonales y promoción de la participación ciudadana para mejorar la prestación de los servicios sociales. Hasta la fecha, más de 6000 jóvenes y 120 municipios, ONG, escuelas y universidades han participado directamente en las actividades. Este proyecto cuenta con el apoyo del Fondo para la Consolidación del Estado y la Paz, el Fondo Fiduciario de Múltiples Donantes de la Región de MENA y la Vicepresidencia de Liderazgo, Aprendizaje e Innovación del Banco Mundial.

    IFC en Iraq: Mass Global Energy Sulimaniya (i)

    En Iraq, la principal preocupación de muchas personas es la falta de electricidad. Mientras la demanda energética en las zonas afectadas por la crisis migratoria ha aumentado en forma considerable, es necesaria una modernización urgente de las centrales eléctricas y las líneas de transmisión. Los bajos precios del petróleo ejercen presión sobre las finanzas públicas y la falta de seguridad desincentiva a los inversionistas de invertir en Iraq, incluso durante períodos breves.

    La Corporación Financiera Internacional (IFC) —la entidad del Grupo Banco Mundial dedicada al sector privado— y el Banco Audi del Líbano están reactivando vigorosamente la infraestructura energética de Iraq con una inversión de USD 375 millones en la empresa iraquí Mass Global Energy Sulimaniya. Este financiamiento permitirá a la compañía construir una nueva central eléctrica cerca de Bagdad y ampliar una antigua planta de energía en la región iraquí del Kurdistán. Esta última zona recibió más de 1 millón de iraquíes que huyen de la violencia del Estado Islámico, además de 250 000 refugiados sirios. Se producen apagones y "desconexiones" a diario en todo el país. Aún queda mucho camino por recorrer para ampliar la capacidad eléctrica y reparar las líneas de transmisión y satisfacer así las necesidades de desarrollo fundamentales de Iraq después de décadas de guerra y falta de inversiones.

    IFC está movilizando financiamiento combinado en condiciones concesionarias a través del Servicio de Financiamiento para el Sector Privado de la AIF, IFC y MIGA y otros mecanismos relacionados, incluidos aquellos centrados en la agroindustria, el financiamiento para las pymes, la infraestructura y las mujeres empresarias, y ampliando la cobertura en los países de ingreso mediano afectados por problemas de fragilidad y conflicto, tales como el desplazamiento forzado.

    En los últimos tres años, IFC invirtió USD 2600 millones (financiamiento por cuenta propia) y USD 9100 millones (financiamiento de otros inversionistas) en países afectados por situaciones de fragilidad y conflicto y países de ingreso bajo que pueden recibir financiamiento de la AIF. En el ejercicio de 2020, IFC comprometió USD 2400 millones en países afectados por situaciones de fragilidad y conflicto y países de ingreso bajo que pueden recibir financiamiento de la AIF (USD 928 millones por cuenta propia y USD 1500 millones de otros inversionistas).

    Actividades de IFC en África al sur del Sahara (i) | Actividades de IFC en Oriente Medio y Norte de África (i)

    Última actualización: Oct 01, 2020

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