La acción climática global en COP-21

Por la administradora de la EPA Gina McCarthy

El 8 de diciembre de 2015

Esta semana, estoy orgullosa de estar en Paris, donde Estados Unidos y otros países alrededor del mundo están trabajando hacia un ambicioso acuerdo climático global en la 21era Conferencia de las Partes, también conocida como COP-21.

Desde el primer día de asumir la presidencia, el presidente Obama ha reconocido que el cambio climático no es solo una preocupación medioambiental. Es un asunto apremiante de salud pública, nuestra economía y nuestra seguridad.

Y el Papa Francisco nos recordó este año que el tomar acción climática es no tan solo lo más prudente que hay que hacer, sino es nuestra responsabilidad moral por el bien de los más pobres y vulnerables del mundo, y también por el bien de nuestros hijos y nietos.

Y es por eso que estoy trabajando aquí en París—donde cientos de naciones del mundo se han reunido y están colaborando en el camino a seguir—y es algo tan importante. La comunidad global nunca ha estado tan cerca de llegar a un consenso sobre este asunto. Un acuerdo histórico está a nuestro alcance.

Hoy en el centro de EE.UU. del Depto. De Estado, hablé acerca del rol de la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. en este esfuerzo internacional, y cómo la EPA está cumpliendo la agenda climática del presidente Obama.

Durante los pasados 7 años, Estados Unidos ha tomado una serie de acciones ambiciosas para recortar la contaminación de carbono que genera el cambio climático, y demostrar que Estados Unidos está asumiendo nuestra responsabilidad para actuar. Asimismo, los pasos que hemos emprendido bajo el liderazgo del presidente Obama ayudarán a Estados Unidos a alcanzar nuestra meta nacional de reducir la contaminación de carbono 26-28 por ciento por debajo de los niveles del 2005 para el 2025.

Sea la iniciativa del Departamento de Agricultura denominada “Agricultura Climática Lista” (Climate Smart Agriculture) para recortar la contaminación de carbono por sobre 120 millones de toneladas métricas de C02 equivalente para el 2025, o varias decenas del proyectos de energía renovable a escala de servicios públicos que el Departamento del Interior ha permitido en terrenos públicos, o esfuerzos científicos de alta tecnología de la NASA para monitorear los cambios del sistema terrestre. La lista es larga.

Una piedra central de los esfuerzos de EE.UU. es el Plan de Energía Limpia de la EPA, nuestra norma histórica para reducir la contaminación de carbono del sector energético, la principal fuente en la economía de EE.UU. Nuestro plan coloca a Estados Unidos rumbo a recortar la contaminación de carbono 32 por ciento por debajo de los niveles del 2005 para el 2030. Y los recortes al esmog y el hollín que provienen de estas reducciones conducirán a beneficios de salud importantes para chicos y sus familias.

Y la EPA está tomando un sinnúmero de pasos adicionales para propulsar esos avances aún más. Estamos doblando la distancia que nuestros autos podrán circulan en un galón de gasolina para el 2025. Hemos tomado cuatro acciones separadas para limitar las emisiones de metano del sector petroleo y del gas. Estamos tomando acción sobre los hidrofluorocarbonos (los HFC) que perjudican el clima, al interior del país, e internacionalmente y mediante programas voluntarios con la industria. Fijamos estándares para vehículos de carga mediana y carga pesada y ahora estamos avanzando aún más con una propuesta que reducirá 1 millón de millones de toneladas de emisiones.

Confío en que estas acciones resistirán el paso del tiempo. ¿Por qué? Porque la EPA tiene un legado de 45 años de encontrar soluciones duraderas para difíciles problemas ambientales. Durante ese plazo, hemos reducido la contaminación del aire por 70 por ciento mientras nuestra economía se ha triplicado.

En EE.UU, ya hemos visto las recompensas de las innovaciones en energía limpia. Hoy, Estados Unidos usa 3 veces más de energía eólica, y 20 veces más energía solar que cuando el presidente Obama asumió la presidencia. Los empleos en la energía solar ya están creciendo más que en cualquier otro sector de nuestra economía—empleos bien remunerados que están fomentando oportunidades en las comunidades que más las necesitan. Nuestras acciones bajo el liderazgo del presidente Obama continúan esta trayectoria.

Y lo hemos visto repetidamente que el pueblo estadounidense está listo para tomar acción climática ahora. Hemos recibido el insumo de millones de personas a nuestra propuesta inicial sobre el Plan de Energía Limpia. Escuchamos el sentir de los estados, compañías de servicios públicos, organizaciones ambientales y comunidades a través de nuestro país. Lo que hemos oído es que la gente quiere dejar de hablar y quiere comenzar a tomar acción. Encuesta tras encuesta, una mayoría de estadounidenses dicen que quieren acción climática. Así sabemos que nuestras acciones perdurarán.

Sin embargo, también sabemos que nadie puede resolver este desafío por sí solo.

Es por eso que estoy tan alentada por los ambiciosos compromisos que estamos viendo por parte de las naciones alrededor del mundo. Rumbo a la COP-21, 180 países representando más del 90% de las emisiones de gases de efecto invernadero ya han sometido planes nacionales para reducir sus emisiones. Eso es enorme.

Aquí en París, nuestros esfuerzos colectivos finalmente se están alineando. Ahora es nuestro momento.

Por el bien de nuestros hijos y de nuestros nietos, es el momento de unirnos y hacer lo necesario para proteger nuestro hogar común.

 

 

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