Puerto Rico destaca el poder de la participación comunitaria en la proteccion de las vías acuáticas

Por Mike Shapiro

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Durante mi niñez, me acuerdo jugar en los lodazales en la bahía de Newark y preguntarme por qué el agua cercana era tan oscura y pegajosa. Luego aprendí que el agua y los lodazales estaban contaminados con petróleo y otras sustancias. Mientras la bahía de Newark todavía no está limpia conforme a nuestras normas vigentes, en la actualidad cuando regreso a mi pueblo puedo ver el progreso de la limpieza y la restauración que se están llevando a cabo.

Nuestra labor con las comunidades para mejorar la calidad de agua está haciendo una gran diferencia. Viajé Puerto Rico en febrero para visitar dos proyectos en los cuales se han realizado tremendos avances en mejorar la salud de las comunidades allí—gracias a los líderes dedicados de los proyectos quienes han apoderado a la gente local y han colaborado con las agencias locales y federales para proteger sus vías acuáticas.

Mi primera visite fue a Mulas Jagual en Patillas, en donde la ciudad y sus residentes están construyendo un filtro para tratar el agua donde servirán a unas 200 familias. Esto es un logro increíble para una comunidad, en donde hace tan solo unos años atrás, recibía su agua de un río local y la transportaba en tuberías directamente a los hogares sin ningún tipo de tratamiento. Mediante una subvención de la EPA, recibieron asistencia de capacitación y técnica de una universidad en Puerto Rico. Aprendieron acerca de la cloración y formaron una junta para ayudar a manejar su sistema comunitario de agua.

Mi segunda visita fue al Caño Martín Peña, un canal de 3.75 millas localizado dentro de la bahía de San Juan. A principios del Siglo XX, se construyeron casuchas dentro de los manglares que bordeaban el caño, usando basura como material de relleno. Más de 3,000 estructuras ahora descargan aguas negras sin tratar al caño. Los sistemas de alcantarillado deficientes que no reciben buen mantenimiento resultan en inundaciones y exponen regularmente a los 27,000 residentes a las aguas contaminadas. En el 2014, otorgamos una subvención de $60,000 para diseñar un nuevo sistema de drenaje para aguas residuales. En la actualidad estamos trabajando con nuestros socios federales en un importante proyecto de dragado que restaurará el flujo de agua dentro del canal.

Como declaró la administradora Gina McCarthy durante el Mes de la Justicia Ambiental, proveer a las comunidades minoritarias y de bajos ingresos acceso a la información y una oportunidad para proteger su salud. El agua limpia es una pieza vital del rompecabezas para la salud y la seguridad de todos los estadounidenses.

 

Acerca del autor: Mike Shapiro es el subadministrador adjunto de la Oficina de Agua donde ejerce una variedad de funciones de política pública y operacionales para asegurar la implementación eficaz del Programa Nacional de Agua.