El EJ 2020: la próxima generación de justicia ambiental de EPA

Por Gina McCarthy

 

Yo empecé a trabajar en los centros comunitarios de salud en Canton, Massachusetts. Hace más de 35 años de eso. Lo que me motivó entonces, todavía me estimula hoy, es mi deseo de ayudar a la gente a vivir vidas más saludables y seguras.

Con demasiada frecuencia, vemos cómo los grupos minoritarios, de bajos ingresos e indígenas son los más afectados por los retos medioambientales y de salud pública. Estoy orgullosa de que por más de veinte años, la EPA ha trabajado para asegurar que estas comunidades marginadas se beneficien de las mismas protecciones ambientales que las demás comunidades. Eso ha sido prioritario para mí desde mis primeros días trabajando en Canton, y ha sido una prioridad clave para nosotros aquí en la EPA.

Hemos logrado un progreso tremendo a lo largo de los pasados ocho años. Mediante el EJ 2014, el primer plan estratégico de la EPA, desarrollamos relaciones más fuertes con los líderes locales y comunitarios. Integramos la justicia ambiental en cada programa de la EPA. Y hemos fortalecido nuestros consorcios dentro de la familia federal.

Este progreso es importante, porque todavía tenemos mucho trabajo por hacer. Con el EJ 2020, el siguiente plan estratégico de los próximos cuatro años para la justicia ambiental, continuaremos construyendo sobre esos fundamentos a medida que trabajemos juntos para convertir este progreso en todavía más acción. Este plan fue desarrollado basado en un insumo público robusto—mediante miles de comentarios al plan borrador, de más de cientos de reuniones en todo el país, y cuatro seminarios web nacionales.

La Agenda de Acción EJ 2020 tiene tres metas primordiales:

  • Profundizar la práctica de justicia ambiental dentro de los programas de la EPA para mejorar la salud y el medio ambiente en comunidades marginadas.
  • Trabajar con los socios para ampliar nuestro impacto positivo en las comunidades marginadas.
  • Demostrar el progreso sobre los retos nacionales críticos de justicia ambiental.

Cada una de estas metas apoya nuestros esfuerzos para ampliar nuestra labor sobre el terreno y lograr un impacto todavía mayor y duradero donde nuestra ayuda es más necesaria. Y a medida que desarrollemos maneras más globales para medir nuestro progreso, aseguraremos mejor que cada persona en Estados Unidos disfrute de los beneficios de vivir en una comunidad más limpia y más sana.

El confrontar nuestros retos compartidos requiere soluciones innovadoras y una dedicación inquebrantable. En un periodo de crecientes retos relacionados al cambio climático y la infraestructura en deterioro, nuestra capacidad de confrontar nuestros obstáculos depende de la fortaleza de nuestros consorcios. El EJ 2020 provee una guía para ir hacia adelante, juntos, de una manera más productiva y holística. Eso significa escuchar a los líderes comunitarios y residentes y mejor entender las cargas a las cuales ellos se enfrentan para que nosotros podamos enfocar nuestros recursos estratégicamente. Esta es la manera en la cual podremos hacer una diferencia en las comunidades más marginadas de nuestro país.

El EJ 2020 no se trata solamente de unas palabras en papel. Se trata de estrategias concretas que nos guiarán por los siguientes cuatro años y más allá. Y cuando me recuerdo de las lecciones aprendidas en Canton, me enorgullezco de las vidas que la EPA ha cambiado y las comunidades que hemos fortalecido tanto en mi pueblo natal y en pueblos natales en el país. Todo lo que hemos logrado me hace aún más optimista para nuestro futuro compartido.