TAMPA, FLA. – El Juez Federal de Distrito Steven D. Merryday sentenció hoy a la empresa japonesa Hiong Guan Navegacion Japan Co. Ltd., que opera el barco de carga comercial M/V Balsa-62, a tres años de libertad condicional y 1.75 millones de dólares en multas por conspirar para falsificar y por falsificar registros de cumplimiento ambiental, anuncio el Departamento de Justicia.
Cuatrocientos mil dólares de los 1.75 millones que Hiong Guan debe pagar irán a la Fundación Nacional de Peces y Vida Silvestre, la cual está asociada localmente con el Fondo Ambiental del Condado de Pinellas, Fla., [Pinellas County, Fla., Environmental Fund (PCEF)]. El PCEF ha financiado numerosos proyectos importantes asociados a la protección, restauración y mejoramiento del medio ambiente de peces y vida silvestre en el área de la Bahía de Tampa. El tribunal también ordenó a Hiong Guan que implementara un plan de cumplimiento ambiental detallado, incluida la monitorización de las operaciones de toda su flota por los próximos tres años, capacitación para miembros de la tripulación y alteraciones de ingeniería para proteger a las aguas del golfo y del océano.
El 20 de noviembre de 2008, Hiong Guan se declaró culpable de falsificar el "Libro de Registro de Aceite" del M/V Balsa-62. La ley federal e internacional exige que todas las embarcaciones eliminen correctamente de agua y el lodo aceitosos, procesándolos con un separador de agua aceitosa y quemando el lodo en el incinerador del barco para evitar contaminar las aguas oceánicas. La Ley federal también exige que todos los barcos que viajen en aguas de los Estados Unidos registren con precisión cada eliminación de agua o lodo aceitosos en un Libro de Registro de Aceite, y que dicho libro esté a disposición de la Guardia Costera de EE.UU. para inspección.
De acuerdo con el expediente judicial, entre la primavera de 2007 y febrero de 2008, Francisco Bagatela, ingeniero jefe del M/V Balsa-62, usó una tubería de derivación, conocida como "tubo mágico", para obviar el equipo de prevención de la contaminación a bordo del barco y verter agua y lodo aceitosos directamente en el océano aproximadamente dos veces al mes. El 25 de febrero de 2008, Roberto Racho reemplazó a Bagatela como ingeniero jefe y siguió utilizando el tubo mágico. Los ingenieros usaron el tubo para verter agua y lodo aceitosos durante la noche, durante el desplazamiento del barco, y luego ocultaron los vertidos al no registrarlos en el Libro de Registro de Aceite del barco.
El 31 de octubre de 2007, y nuevamente el 31 de mayo de 2008, el M/V Balsa-62 llegó al Puerto de Tampa con su Libro de Registro de Aceite falsificado. La Guardia Costera de EE.UU. realizó una inspección del barco el 31 de mayo de 2008, en parte con base en información recibida de la tripulación del barco. En dicho momento, los oficiales a bordo presentaron el libro falsificado. Luego, la Guardia Costera de EE.UU. localizó pruebas a bordo del barco que corroboraban la alegación de los miembros de la tripulación de que el barco había estado vertiendo desechos aceitosos de manera ilícita.
Los ingenieros jefes Bagatela y Racho se han declarado culpables de delitos asociados a su falsificación del Libro de Registro de Aceite M/V Balsa-62. En diciembre de 2008, el tribunal sentenció a Bagatela a tres años de libertad condicional y una multa de 1,500 dólares, y a Racho a un año de libertad condicional y una multa de 1,000 dólares.
"Hiong Guan está pagando por no haber respetado la ley al, entre otras cosas, intentar engañar a la Guardia costera con registros de cumplimiento ambiental falsificados. La multa criminal significativa y el plan amplio de cumplimiento ambiental de hoy deben servir para disuadir a las empresas navieras y a los marineros que consideren quebrar las leyes ambientales que protegen nuestros océanos", dijo John C. Cruden, Secretario de Justicia Auxiliar Interino de la División de Recursos Naturales del Departamento de Justicia.
En oportunidad de la lectura de la sentencia de Hiong Guan, el Fiscal Federal A. Brian Albritton dijo, "El proteger a nuestras aguas contra la contaminación es crucial para nuestra vida marina y para nuestra vida humana. La Guardia Costera de EE.UU. hizo un trabajo excelente en la investigación y descubierta de esta práctica sucia de permitir el vertido de agua aceitosa del Balsa-62. Afortunadamente, una gran parte de la multa que la compañía debe pagar permanecerá aquí, en el área de la Bahía de Tampa, para restaurar y mejorar las aguas de nuestra bahía y nuestro golfo".
El Capitán Timothy Close, el Capitán de la Guardia Costera del Puerto de Tampa, St. Petersburg y Manatee, dijo, "La investigación y el enjuiciamiento exitosos de este caso por la Guardia Costera de EE.UU. y el Departamento de Justicia transmite el claro mensaje a propietarios y operadores de embarcaciones comerciales de que quienes elijan contaminar nuestros océanos intencionalmente estarán sujetos a repercusiones aceleradas y fuertes sanciones. Este caso destaca la importancia de las inspecciones realizadas por la Guardia Costera para verificar el cumplimiento de las normas estadounidenses e internacionales de prevención de la contaminación".
Este caso fue investigado por el Servicio de Investigación de la Guardia Costera de EE.UU. Estuvieron a cargo de la acusación en el caso la Abogada Litigante Leslie E. Lehnert de la Sección de Delitos Ambientales del Departamento de Justicia Cherie L. Krigsman, Fiscal Federal Auxiliar para el Distrito Medio de Florida y el Teniente William George, Guardia Costera de EE.UU.
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