Descripción
La náusea es una desagradable sensación que se presenta en la parte posterior de
la garganta o el estómago y que se manifiesta a intervalos; y pudiera resultar en vómito o no. El vómito es el arrojo violento del contenido estomacal a
través de la boca. La arcada es el movimiento del estómago y el esófago sin
vomitar, también se le conoce como amago o impulso de vomitar sin lograrlo.
A pesar de que los tratamientos han mejorado, la náusea y el vómito continúan
siendo efectos secundarios preocupantes del tratamiento del cáncer. La náusea puede ser aún más preocupante para el paciente que
el acto mismo de vomitar.
La prevención y el control de la náusea y el vómito son de suma importancia en el tratamiento del paciente con cáncer. La náusea y el vómito incontrolados pueden interferir con la capacidad del paciente de recibir su tratamiento contra el cáncer así como de cuidar de sí mismo, ya que causa cambios químicos en el cuerpo, pérdida del apetito, problemas físicos y mentales, desgarre del esófago, roturas de huesos y la reapertura de heridas quirúrgicas.
La náusea y el vómito provocados por la terapia contra el cáncer pueden
clasificarse de la siguiente manera:
- Aguda.
- Retardada.
- Anticipatoria.
- Crónica.
Náusea y vómito agudos: suele presentarse dentro de las 24 horas después del comienzo de la quimioterapia.
Náusea y vómito retrasados: se presenta más de 24 horas después de la quimioterapia. También se llama náusea y vómitos tardíos.
Náusea y vómito anticipatorios: si un paciente ha tenido náusea y vómito después de haber recibido los últimos tres o cuatro tratamientos de quimioterapia, puede sufrir de náusea y vómito anticipatorios. Los olores, objetos y sonidos de la sala de tratamiento pueden recordarle episodios previos y pueden desencadenar la náusea y el vómito antes de que comience el nuevo ciclo de quimioterapia o radioterapia.
Náusea y vómito crónicos: puede afectar al paciente que sufre de cáncer avanzado. Su causa u origen no son bien entendidos.
Los estudios indican con toda claridad que los pacientes que reciben quimioterapia experimentan más náuseas y vómitos retrasados que lo que calculan los proveedores de atención de la salud.
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