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Folletos

Las elecciones en Estados Unidos: La mujer en la política

19 julio 2012

El papel de la mujer

A finales del siglo XVIII los gobiernos occidentales estaban en manos de hombres blancos que probablemente no podían imaginar la candidatura de una mujer a ningún cargo elegido y mucho menos a la presidencia.

Abigail Adams se adelantó a su tiempo en su defensa de la inclusión. “Acuérdate de las mujeres”, le escribió a su marido, el líder revolucionario John Adams, en marzo de 1776, cuando fue delegado al Congreso Continental. Le instó a que el Congreso tuviera en cuenta los derechos de la mujer al sentar las bases de la independencia estadounidense.

“Recuerda que todos los hombres serían tiranos si pudieran”, escribió. “Si no se les presta especial cuidado y atención a las mujeres, estamos decididas a fomentar una rebelión, y no nos atendremos a respetar ninguna ley en la que no tengamos voz ni representación”.

Abigail Adams se convirtió en primera dama cuando su marido sucedió a George Washington como presidente en 1797.

Entre la carta que escribió Abigail Adams y la campaña electoral de 2008 de Hillary Rodham Clinton, la primera candidata a la presidencia políticamente viable, generaciones de mujeres estadounidenses superaron los estereotipos y rompieron las barreras para acceder a cargos electorales.

En 1887, Susanna Madora Salter fue elegida alcaldesa de Argonia (Kansas) y se convirtió en la primera mujer alcaldesa de Estados Unidos pocas semanas después de que las mujeres en Kansas obtuvieran el derecho al voto. Algunos hombres habían presentado la candidatura de Salter, de 27 años de edad, como una broma, pero la broma fue a costa de ellos cuando Salter ganó la elección.

Mujeres en el Congreso

El 2 de abril de 1916, Jeannette Rankin, republicana de Montana, ocupó su escaño en la Cámara de Representantes de Estados Unidos como la primera mujer elegida al Congreso, incluso antes de que la Decimonovena Enmienda en 1920 otorgara el derecho a todas las mujeres estadounidense a votar en las elecciones.

Rankin sostenía que los talentos y los conocimientos de las mujeres eran necesarios para crear mejores sociedades. “Los hombres y las mujeres son como las manos derecha e izquierda, no tiene sentido no utilizar ambas”, dijo.

En 1932, Hattie Caraway, en un principio designada para ocupar el escaño de su difunto esposo, se convirtió en la primera mujer elegida al Senado por derecho propio, en representación de Arkansas. Apodada “Hattie, la silenciosa” debido a sus escasos discursos públicos, Caraway se tomó en serio sus responsabilidades y se ganó fama por su integridad.

Margaret Chase Smith representó al estado de Maine primero en la Cámara de Representantes y luego en el Senado. Fue la primera mujer en desempeñar cargos en ambas cámaras del Congreso. En 1964, la republicana Smith se convirtió en la primera mujer en ser considerada candidata a la presidencia en una convención nacional; pero perdió la candidatura ante Barry Goldwater.

Candidatas nacionales

En 1972, Shirley Chisholm de Nueva York —la primera mujer afroamericana en ser elegida al Congreso y defensora destacada de los derechos de las minorías— hizo campaña por la candidatura demócrata a la presidencia. Chisholm hizo grandes esfuerzos para que la tomasen en serio; el presentador de noticias Walter Cronkite anunció su candidatura diciendo: “Un nuevo sombrero, más bien una pamela, se ha lanzado al ruedo de la carrera presidencial del Partido Demócrata”. Chisholm perdió la candidatura ante George McGovern.

En 1984, Geraldine Ferraro hizo campaña como candidata demócrata a la vicepresidencia. Al aceptar la candidatura, la representante de Nueva York dijo: “Al elegir a una mujer para el segundo cargo más alto de nuestro país, transmiten un poderoso mensaje a todos los estadounidenses: Que no hay puertas que no podamos abrir. No pondremos ningún límite a los logros”.

Cuando el presidente George W. Bush pronunció su discurso del Estado de la Unión en enero de 2007, la primera mujer presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, de San Francisco, se sentó detrás de él en el estrado. (La persona que preside la Cámara es la siguiente en la línea de sucesión a la presidencia, después del vicepresidente.)

El presidente Bush calificó la ascensión de Pelosi al cargo de presidenta de la Cámara de “histórico para nuestro país. Y como padre de jóvenes mujeres...creo que es importante”.

En 2008, Sarah Palin se convirtió en la primera mujer candidata a la vicepresidencia del Partido Republicano.

En junio de 2008, la ex primera dama Hillary Rodham Clinton, [en ese entonces] senadora de Nueva York, puso fin a su histórica campaña para la presidencia de Estados Unidos. Llegados al mes de junio, los 18 millones de votos que había ganado en las primarias no iban a ser suficientes para asegurar la candidatura por el Partido Demócrata.

“Piensen en el enorme progreso que ya hemos hecho”, dijo Clinton a sus partidarios. “De ahora en adelante no será nada especial que una mujer gane victorias en las elecciones primarias de los estados, ni que la campaña de una mujer esté en reñida carrera para ser nuestra candidata, ni pensar que una mujer pueda ser presidente de Estados Unidos”.