Empowering women to live healthier lives!
Las investigaciones continúan demostrando una relación entre la mente y el cuerpo. Tener una perspectiva negativa o sentirse mal sobre símisma puede conducir a un pobre estado de salud.
Muchas mujeres mayores llevan vidas satisfactorias sin sufrir deterioros importantes en la salud física o mental que llegan a menudo más tarde en la vida. Se sobrellevan bien a los cambios físicos que pueden volverlas menos activas y a los cambios mentales que pueden afectar a la memoria. Para otras, sin embargo, las dificultades físicas y mentales aparejadas con la edad pueden hacer de los años mayores una época solitaria, desesperanzada y difícil.
Los trastornos de depresión y ansiedad se encuentran entre los problemas de salud mental más comunes entre los adultos de edad avanzada. La depresión es una preocupación seria para las mujeres mayores. Algunas personas tienen la idea que es "normal" para una persona mayor sentirse triste. Cuando se contrae la depresión, se le resta importancia considerándosela como parte normal de la vejez. Las mujeres mayores con trastornos generalizados de ansiedad pueden sentirse preocupadas casi todo el tiempo. El nerviosismo y la preocupación a menudo empeoran en situaciones estresantes. El foco de las preocupaciones entre las mujeres mayores es generalmente la salud, la seguridad, o el dinero.
Pregúntese si se siente:
Los problemas no tratados de salud mental pueden reducir la calidad de vida y hacer más difícil, y más costoso, tratar síntomas físicos. La depresión no tratada también puede conducir al suicidio. El suicidio es la novena causa principal de muerte entre todas las personas en los Estados Unidos y es muy común entre los adultos mayores. Los adultos mayores (de 65 años de edad y mayor) representan el 13 por ciento de la población de Estados Unidos, pero abarcan casi un quinto de los suicidios en Estados Unidos. Los métodos de suicidio más frecuentes entre las personas de edad avanzada incluyen el uso de armas de fuego por parte de los hombres y envenenamiento por parte de las mujeres. La mayoría de las personas mayores con problemas de salud mental responden mejor a una combinación de terapia de drogas y terapia psicológica.
Mantener el contacto con las amistades y relaciones sociales — y crear nuevas— es clave para vencer la aislación y soledad que pueden conducir a la depresión luego en la vida. Servir de voluntaria es otra forma de traer gente a su vida. Las mujeres mayores que sirven de voluntarias o partícipes en las organizaciones de la comunidad disfrutan de niveles más altos de bienestar mental y físico que aquellas que no lo hacen. Ayudar a otros también fomenta la autoestima. Las mujeres mayores han sentido por mucho tiempo que servir de voluntarias les ayuda a:
Mantenerse activa es también un estimulante para la salud física y mental.
Igual como la actividad física mantiene a su cuerpo fuerte, la actividad mental mantiene a su mente lista. Una manera de hacer esto es seguir desafiándose a sí misma aprendiendo nuevas habilidades. Si hace esto, su cerebro seguirá creciendo.
Estas actividades pueden ayudar a mantener a su mente lista:
Aunque mantenerse conectada y activa pueden protegerla contra la depresión, muchas mujeres mayores sufren la muerte de un cónyuge, compañero, hijo, amigo, y otros seres queridos. El sufrir tantas pérdidas puede colocar a las mujeres en mayor riesgo de dolor y depresión.
Para las mujeres que sufren la pérdida de un ser querido, la terapia de duelo puede ayudarlas a avanzar a través de los estados de aflicción a su propio paso. Mediante la terapia, las mujeres son capaces de hablar sobre sus seres queridos y la muerte tanto como necesiten y son capaces de recuperar una vida llena de sentido y alegría.
Content last updated September 22, 2009.
Resources last updated August 12, 2010.
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