Básicos de la vacuna
La rabia es una enfermedad viral prevenible de los mamíferos que, por lo general, se transmite a través de la mordedura de un animal rabioso. La gran mayoría de los casos de rabia declarados anualmente ante los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) se presentan en animales salvajes como mapaches, zorrillos, murciélagos y zorros.
La vacuna contra la rabia se administra a las personas en alto riesgo de contraer rabia para protegerlos en caso de exposición. También puede prevenir la enfermedad si es aplicada a una persona que ha estado expuesta al virus.
La vacuna contra la rabia está elaborada a partir del virus muerto de la rabia. No puede provocar rabia.
Vacunación de prevención (sin exposición)
Las personas en alto riesgo de exposición a la rabia, como veterinarios, criadores de animales, personal de laboratorios de investigación de la rabia, espeleólogos y trabajadores involucrados en el desarrollo de productos biológicos relacionados con la rabia, deberían vacunarse contra esta enfermedad.
La vacuna debería administrarse también a:
- Personas cuyas actividades los ponen en contacto frecuente con el virus de la rabia o con animales posiblemente rabiosos.
- Viajeros internacionales con grandes posibilidades de estar en contacto con animales en aquellas partes del mundo donde la rabia es una enfermedad habitual.
El calendario de vacunación contra la rabia previa a la exposición consiste en tres dosis, administradas de la siguiente manera:
- 1ª dosis: según corresponda
- 22ª dosis: 7 días después de la 1ª dosis
- 32ª dosis: 21 días o 28 días después de la 1ª dosis
En el caso de los trabajadores de laboratorio y otras personas que puedan estar expuestas de forma repetida al virus de la rabia, se recomienda realizar pruebas de inmunidad con cierta periodicidad y administrar dosis de refuerzo según sea necesario. (No es recomendable que los viajeros reciban dosis de refuerzo o se realicen pruebas). Consulte con su médico para obtener detalles.
Vacunación posterior a la exposición
Todas las personas que hayan sido mordidas por un animal o que hubieran estado expuestas a la rabia de cualquier otro modo deben limpiar la herida y consultar con un médico de inmediato. El médico determinará si deben vacunarse.
Una persona que haya estado expuesta y nunca se haya vacunado contra la rabia debería recibir cuatro dosis de la vacuna contra la rabia: una dosis en el momento y las dosis adicionales, al tercer, séptimo y decimocuarto día. Asimismo, deberían recibir otra inyección de inmunoglobulina contra la rabia junto con la primera dosis.
Las personas vacunadas con anterioridad deben recibir dos dosis de vacuna contra la rabia: una en el momento y otra al tercer día. No es necesaria la inmunoglobulina contra la rabia.