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Discursos

Transcripción Conferencia de Prensa del Subsecretario de Estado William R. Brownfield

10 de febrero de 2011

Embajador Hugo Llorens: Bienvenidos a la Embajada, miembros de la prensa.  Es un placer estar aquí en un día bello.  Pero los tenemos aquí por una importante visita.  Tenemos aquí al Subsecretario William Brownfield, el Embajador Brownfield, que ha estado aquí desde ayer en una visita muy productiva para hablar de los temas que son de gran importancia para ambos países en materia de la lucha contra la criminalidad, la violencia, y también como una muestra del apoyo que Estados Unidos tiene para la democracia hondureña, el imperio de la ley.

Yo creo que el Embajador Brownfield, este es su primera visita desde que asumió la Subsecretaría en el Departamento de Estado, y de que él escogió venir a Centroamérica.  Ha estado en Guatemala, El Salvador y ahora en Honduras, y ahora se va a Colombia.  Es una muestra de la importancia que la Secretaria de Estado le da a Centroamérica, y la importancia de colaborar en estos temas con los países centroamericanos.  Yo creo que ha tenido una vista, en mi opinión, excepcionalmente exitosa, pero yo lo voy a dejar a él explicarles.  Bienvenido.

Subsecretario de Estado William R. Brownfield: Gracias, Embajador.  Distinguidos señoras y señores de los medios de comunicación, muy buenos días.

Como les acaba de decir el Embajador Llorens, soy William Brownfield, el más o menos recién confirmado Subsecretario de Estado para Asuntos Antinarcóticos y Aplicación de la Ley.  Esa última expresión quiere decir que apoyamos esfuerzos policiales y apoyo para los sistemas de justicia en todo el mundo.

Señoras y señores, estoy a punto de concluir una visita de día y medio acá en Honduras.  Hemos tenido reuniones excelentes con el Presidente, con muchos de su Gabinete, con el Ministro de Seguridad.  Hemos visitado centros de entrenamiento para la Policía Nacional y hemos consultado con representantes del Poder Judicial y la Fiscalía de la República de Honduras.  Estoy en una visita regional para consultar con los gobiernos de la región, que incluye no solamente a los siete gobiernos de la América Central, pero también los otros dos gobiernos de Mesoamérica – el Gobierno de México y el Gobierno de Colombia.  Consultamos de la posibilidad de una nueva iniciativa cuyo efecto sería combinar o reorganizar y reestructurar las iniciativas y los procesos que ya existen desde hace años de colaboración en la cuestión de seguridad ciudadana.  Me refiero a iniciativas como la Iniciativa de Mérida en México, la iniciativa del Plan Colombia en Colombia desde hace 11 años, la Iniciativa de CARSI, y como dicen ustedes, de Mérida-CARSI.

Señoras y señores, no les sugiero que queremos cambiar, eliminar o modificar las excelentes iniciativas que ya existen – que producen resultados concretos que podemos ver en América Central, en Colombia o en México.  Queremos hablar de un nuevo sistema – estructura – sombrero – por encima de las iniciativas que ya existen, que permitan, quizás, más y nuevos socios, más recursos, mejor colaboración y mejor cooperación en la región.  Colaboración para hacer progreso en los temas que afectan nuestra seguridad ciudadana; temas como la droga ilícita, temas como las maras o pandillas, temas como las organizaciones criminales.  Pero igualmente importante, señoras y señores, bajo esta iniciativa, hay que tratar de los temas de democracia, temas de respeto para derechos humanos, temas sobre la administración de justicia en la región, porque ustedes saben perfectamente bien que no podemos separar el tema de policía y aplicación de la ley de los temas de democracia, derechos humanos y administración de justicia.

Como mencioné ayer, es importante que los participantes – los socios – en este proceso, en esta iniciativa, hablen de lo que pueden ofrecer de recursos a esta iniciativa.  Represento yo la sub-Secretaría del Departamento de Estado responsable para este tipo de apoyo, y hablo yo de la posibilidad de hasta 200 millones de dólares del Gobierno de los Estados Unidos disponibles para la región de América Central en coordinación con los gobiernos mismos, con los gobiernos de Colombia y México, con organizaciones internacionales, como la OEA o el Banco Interamericano de Desarrollo, y con algunos otros gobiernos y países del hemisferio y del resto del mundo.  Eso podría ser por lo menos la semilla nuestra para iniciar y lanzar esta iniciativa.  Les debemos más detalles en el futuro.  Y les sugiero que tenemos un proceso que puede producir esos detalles.  Se llama SICA, el mecanismo por el cual los gobiernos centroamericanos establecen sus prioridades en esta cuestión de seguridad ciudadana.  Y ofrecen en eventos como, por ejemplo, la visita del Presidente de los Estados Unidos a la región en marzo, y las reuniones relacionadas con la OEA y su Asamblea General, y la Conferencia del SICA en el mes de junio.  Espero mantener un diálogo fluido con ustedes durante las semanas y meses que vienen porque si tenemos éxito con esta iniciativa, todos ustedes – ciudadanos de los países de América Central – van a ser ganadores.

Muchas gracias y les paso la palabra.

Moderador: El Señor Brownfield tiene tiempo para tomar un par de preguntas.  La primera pregunta, por favor.

Periodista Regina Osorio: Buenos días.  Regina Osorio de Telesur.  Sr. Secretario de Estado ustedes están hablando de que se va a brindar asistencia millonaria en el campo de, para brindar seguridad en lo que es Centroamérica, pero ¿qué hará para resolver los problemas del respeto a los derechos humanos en Honduras?  Hasta la fecha se reportan 43 asesinatos de los grupos lésbicos y gay, 11 periodistas asesinados, y más de 200 personas miembros de la resistencia que existen persecuciones, secuestros, amenazas de muerte, pero hasta el momento ninguno de estos asesinatos han sido aclarados.  Para grupo de derechos humanos nacionales e internacionales se denuncia que vivimos en un país en estado de indefensión, donde los tribunales de justicia y la fiscalía tienen en completo abandono a los hondureños, que existe amenazas de muerte para muchos miembros de resistencia y otros ciudadanos. ¿Qué se hará en el campo de respeto de derechos humanos, si se va a brindar ayuda a los entes represores del estado?

Subsecretario Brownfield: Si, mira mi respuesta muy sencilla es por supuesto hay que incorporar esos problemas, esas preocupaciones, esas vulnerabilidades en el sistema de justicia en cualquier iniciativa, pero le dijo algo más, por supuesto hay dos conceptos acá.  Un concepto es que por supuesto no se puede esperar una iniciativa que ofrece beneficios positivos a toda la población hasta que haya perfección en una área, debería ser posible para seres humanos hacer progreso simultaneo en términos de resolver casos concretos, serios e increíblemente importantes, a la misma vez, que podemos hacer progreso en resistir los esfuerzos de organizaciones criminales, pandillas y maras, y traficantes de droga ilícita.

Les aseguro que desde el punto de vista del gobierno de los Estados Unidos los dos objetivos son inseparables.  Yo tuve la oportunidad durante mis conversaciones y consultas ayer de hablar específicamente de estos casos con representantes del gobierno hondureño y tuvimos la oportunidad de hablar sobre cómo podemos hacer progreso concreto, serio y definitivo en esos casos. Vamos a tratar de hacer progreso simultáneamente contra las amenazas tradicionales de la droga, las pandillas y las organizaciones criminales y progreso en los casos tan sensibles de las victimas más vulnerables en esta sociedad o cualquier otra sociedad del mundo.

Moderador: Segunda pregunta.

Periodista Javier Sánchez: Javier Sánchez de La Tribuna Honduras.  Señor Embajador, la percepción que se tiene en países como el nuestro es que Estados Unidos combate, reprime el narcotráfico con fuerza y decisión desde México hacia el sur del continente y no así en la parte interna de los Estados Unidos. ¿A qué se deben estas incongruencias?

Subsecretario Brownfield: Mira dos comentarios quizás, uno es que en este momento y no tengo las cifras precisas, pero si no estoy equivocado más de dos tercios de  los presos en las cárceles y penitenciarias de los Estados Unidos están ahí por juicios relacionados con la droga ilícita, entonces es difícil decir que nosotros no estamos sancionando a nuestros propios ciudadanos por esto y es un elemento esencial en la política nacional  e interna de los Estados Unidos.

Segundo punto, es un punto más global y hasta cierto punto más importante en respuesta a su pregunta, creo yo, señoras y señores, que hemos aprendido una lección en los últimos 40 años.  En los años ’70 los países del hemisferio peleaban sobre quien tenía la responsabilidad para este problema de la droga ilícita, si la responsabilidad pertenece a los países productores, si la responsabilidad es de los países consumidores.  Lo que hemos aprendido en los últimos 40 años es que no importa, somos todos nosotros víctimas de este tráfico, de esta industria, no importa si seamos de los países productores, de los países de tránsito o de los países consumidores, somos todos victimas.  Y siendo víctimas, lo más importante para nosotros es buscar colaboración.

Deberíamos recordar que no existe en cualquier país del mundo un país que es exclusivamente un país de tránsito y ¿por qué? Porque el narcotraficante, señoras y señores, paga su red de apoyo en el país de tránsito con producto, no paga con una tarjeta de crédito, no paga con un cheque personal, paga con cierto porcentaje de su producto que pasa por el país de tránsito.  ¿Y qué pasa con ese producto?

Señoras y señores, no se usa como material de construcción en los edificios, la cocaína y la heroína queda para consumo en el país de tránsito, y así cada país de tránsito eventualmente se convierte en país consumidor.  Somos todos victimas, les hablo yo hoy de una iniciativa potencial una vez que tengamos el acuerdo de todos los países socios en esto, para combatir colectivamente este flagelo, para incorporar otras amenazas, pandillas, organizaciones criminales, derechos humanos, democracia, y hacerlo en una manera coordinada, cooperativa, con socios nuevos y fondos suficientes para realizar el objetivo.  Eso es mi deseo, eso es lo que quiero explicar yo a los países y los gobiernos de la región.

Moderador: Una pregunta más.

Periodista Juan Carlos Fúnez: Si, buenos días, Juan Carlos Fúnez de Radio Cadena Voces.  Señor Brownfield, ¿cuál sería la diferencia de esta iniciativa, la iniciativa para Centroamérica en relación al plan que tiene Colombia y que confiabilidad depositan ustedes que los recursos que van a destinar van a  ser específicamente utilizados para este combate del narcotráfico?

Subsecretario Brownfield: Mira, y una corrección, pequeña corrección, la iniciativa a la cual me refiero no está dedicada exclusivamente a la cuestión de la droga ilícita, es más amplio que eso.  Se trata también de pandillas y maras, se trata también de organizaciones criminales que trabajan en áreas más tradicionales del contrabando o de otras actividades transnacionales.  En otras palabras, la droga ilícita y el narcotráfico es un elemento esencial, crucial e importante en este concepto; pero no es el único.

Mira, en este mundo, como dijo mi madre hace 45 años cuando era yo un niño, vivimos en el mundo actual, no vivimos en el mundo que quisiéramos tener, y hasta cierto punto tengo que decir eso sobre esta iniciativa.  Estoy muy optimista que una buena iniciativa con el apoyo de los gobiernos de la región, los siete centroamericanos, los otros dos Mesoamericanos, el gobierno de los Estados Unidos va a recibir el apoyo de nuestras legislaturas nacionales para tener los recursos necesarios para apoyar la iniciativa.

No les ofrezco garantía de un nivel específico; pero si les digo que una buena iniciativa va a tener nuevos socios que ofrecen sus propios recursos.  Yo veo como algo muy positivo la posibilidad de la participación del gobierno del país que usted acaba de mencionar, la República de Colombia.  Acordémonos que hace unos doce años todo el mundo hablaba de la posibilidad de Colombia como un estado fallido, como un estado que no iba a sobrevivir, como un estado moderno del siglo XX en esa época, XXI ya.  Nadie habla así en este momento, Colombia es un país que tiene mucha experiencia, muchas lecciones y mucha capacidad para compartir con otros países de la región.

Yo quiero pensar en eso, quiero pensar en el Banco Interamericano de Desarrollo que puede ofrecer sus programas de desarrollo social, de salud, educación, económico a este proyecto; combinando ese lado positivo con el lado más negativo de supresión y aplicación de la ley.

Yo quiero pensar en las instituciones de la OEA y la contribución que ellos pueden hacer en este esfuerzo, incluyendo acá en la Republica de Honduras.

Yo quiero pensar en otros países de América del Norte, quizás de Europa que podrían hacer sus propias contribuciones.  Soy optimista en esto.

Yo ofrezco como nuestra contribución inicial hasta 200 millones de dólares para la región.  Y, ojalá que ese anuncio pueda servir como un elemento positivo para las decisiones de otros gobiernos y organizaciones, cuando deban decidir cómo van a usar sus recursos.

Señoras y señores voy a concluir en la misma manera que concluyo la gran mayoría de mis presentaciones sobre este tema, hablo de colaboración entre países.  Cuando colaboramos todo el mundo gana, cuando no colaboramos los únicos que ganan son los criminales.

Moderador: Muchas gracias.

Subsecretario Brownfield: Gracias señoras y señores.  Gracias Embajador.