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Discursos y Declaraciones

Palabras de la Embajadora de los Estados Unidos de América Lisa Kubiske en ocasión de la XXII Asamblea de la Asociación de Municipios de Honduras (AMHON)

26 de abril de 2012
La Embajadora Kubiske pronuncia su discurso en la XXII Asamblea de la Asociación de Municipios de Honduras (AMHON). (Foto del Depto. de Estado)

La Embajadora Kubiske pronuncia su discurso en la XXII Asamblea de la Asociación de Municipios de Honduras (AMHON). (Foto del Depto. de Estado)

Señor Porfirio Lobo Sosa, Presidente de la República de Honduras;

Señor Juan Orlando Hernández, Diputado Presidente del Congreso Nacional;

Señor Áfrico Madrid, Secretario de Estado en el Despacho de Interior y Población;

Señor Luis Belzuz de los Ríos, Embajador de España en Honduras;

Señor Carlos Aguilar, Alcalde de La Ceiba;

Señor Carlos Bendeck, Alcalde de Santa Lucía y Presidente de la Asociación de Municipios de Honduras;

Señor Jorge Herrera, Presidente de la Asociación de Municipios de Panamá;

Estimados Alcaldes y Alcaldesas;

Miembros de la prensa;

Invitados especiales;

Señoras y señores;

Buenos días.  Es un placer volver a este hermoso puerto.  Gracias, Alcalde Aguilar, por esta calurosa bienvenida.  Agradezco igualmente a la AMHON y a su Junta Directiva por invitarme a dirigirme a ustedes, los Alcaldes y Alcaldesas de Honduras, y por preparar esta excelente conferencia.

Esta mañana ha sido muy emocionante para mí.  Tuve la oportunidad de desayunar con un grupo de 17 Alcaldesas.  Aprendí mucho de ellas y de las comunidades que representan.  Me gustó escuchar sus experiencias como lideresas de sus comunidades y conocer sus planes e ideas para desarrollarlas.

Esto demuestra que Honduras está abriendo espacios políticos para las mujeres.  Poco a poco, año con año, más mujeres se están estableciendo en el mundo de la política, tanto a nivel local como nacional.  Ver a mujeres trabajar a la par de otras mujeres, tales como la Designada Presidencial de la República, la Vicepresidenta del Congreso, las Diputadas y las diferentes Ministras, me llena de esperanza con respecto al futuro de Honduras.  El progreso de cualquier país depende del desarrollo y la equidad de género.

Hoy les quiero hablar del poder de las comunidades.  Todos sabemos que además del papel de las comunidades hay un rol para el gobierno nacional y local.  Podemos tener distintas opiniones del papel de cada uno, pero estamos de acuerdo que es necesario tener un buen gobierno.  Hay una oportunidad a nivel local para que todas las mujeres y hombres sean escuchados y participen en encontrar soluciones a sus problemas.  Esta es la realidad en los Estados Unidos, y en base a mis conversaciones y nuestro trabajo con las comunidades es también realidad en Honduras.

En mis viajes por Honduras, he sido testigo del poder de la comunidad y he visto como sus ciudadanos se enfocan en las soluciones, no solo en sus problemas.  He visto y hablado con mujeres microempresarias que, gracias a su trabajo y esfuerzo, ahora ganan más dinero y tienen más recursos para mejorar sus condiciones de vida y las de sus hijos.  Un gran ejemplo son los grupos de mujeres Lencas que se han organizado para elaborar productos y venderlos a nivel nacional e internacional.

También he visto a funcionarios locales trabajando junto a hombres y mujeres de las comunidades más pobres, excavando zanjas y moviendo piedras para construir sistemas de energía renovable, instalar sistemas de agua y saneamiento; reparar calles, carreteras, escuelas y clínicas -todo esto para beneficiar y desarrollar sus propias comunidades.

Conozco madres que han hecho frente a las pandillas y han dicho "basta" a la violencia y a los crímenes, y han rescatado sus comunidades para que sus hijos tengan lugares seguros donde vivir, crecer y jugar.  Todos estos son buenos ejemplos del poder de la comunidad.  Los líderes de estas comunidades están trabajando en conjunto con sus ciudadanos y me enorgullece decir que mi gobierno apoya estos esfuerzos.

He escuchado a muchos ciudadanos alabar, y en algunas ocasiones también criticar, a líderes políticos locales y nacionales.  Sin embargo, les digo, que lo que más escucho decir a la gente es: "Queremos un gobierno honesto... un gobierno que rinda cuentas... un gobierno que sea transparente.  Queremos un gobierno que apoye el cambio, que nos permita mejorar nuestra vida y la de nuestras familias".  Este tipo de gobierno comienza en casa, dentro de las mismas comunidades y existirá a nivel nacional -cuando todos trabajen juntos demandando el cambio.

Una herramienta mediante la cual los ciudadanos expresan sus demandas son las elecciones.  El próximo proceso electoral tanto en Honduras como en los Estados Unidos es una oportunidad para las comunidades de influenciar su futuro.  Los ciudadanos de países democráticos, como los nuestros, tenemos la responsabilidad de entender los problemas y después usar el voto para asegurar que nuestras comunidades y líderes respondan a nuestras necesidades y las de nuestros hijos.

Sin embargo, todos sabemos que las elecciones no son suficientes.  Para obtener un futuro más seguro, justo, estable y democrático se requiere transparencia, líderes que escuchen con atención las necesidades de su gente, respeto a los derechos humanos, seguridad básica [incluyendo seguridad en las calles y una policía honesta], mayor participación ciudadana, y en especial acceso a mejores oportunidades económicas.

Hablando específicamente a nivel local, ustedes como alcaldes y alcaldesas electos, tienen una gran responsabilidad con sus comunidades -ayudando a las personas a encontrar soluciones a los problemas locales y abogando a favor de sus comunidades a nivel nacional.

En los Estados Unidos, la experiencia del Presidente Obama es un ejemplo de lo anterior.  El Presidente Obama comenzó su carrera de servicio público como líder comunitario en el Lado Sur de Chicago, una comunidad pobre.  A él se le conocía por sus conversaciones "persona a persona" y por su capacidad de entender mejor sus necesidades.  Su éxito no se basó en buscar que terceros solucionaran los problemas de las personas de Chicago.  Su éxito se debe a que encontró la manera de animar a la gente para que trabajaran juntos y participaran en el desarrollo de su ciudad.  Esta forma de trabajo creó confianza entre el Señor Obama y los miembros de la comunidad.  Creó orgullo.  Fomentó el poder de la comunidad e hizo que fuese más organizada.  Esto dio mayor credibilidad a los ciudadanos cuando recurrieron al gobierno federal en busca de soluciones a sus necesidades.  Sé que no les estoy diciendo nada nuevo.  Conozco a muchos alcaldes que están haciendo justamente esto.

He tenido la oportunidad de visitar municipios grandes y pequeños, unos con mayores posibilidades económicas que otros, y el factor clave para el éxito de los municipios siempre ha sido el trabajar con sus comunidades al involucrarlos en su desarrollo y crear una mayor participación en las decisiones locales para mejorar los servicios de salud, educación, seguridad, agua y saneamiento, infraestructura vial -complementando así, los esfuerzos del gobierno central.

Por ejemplo, en el área de seguridad, recientemente tuve el honor de participar junto con el presidente Lobo y varios alcaldes aquí presentes, en el evento "Construyendo Comunidades Seguras".  En este evento tuvimos la oportunidad de escuchar las experiencias de alcaldes y líderes comunitarios que están focalizando sus esfuerzos para llevar nuevamente seguridad a sus comunidades.  Creo que todos hemos escuchado decir que menos armas, más policías, y más prisiones son solamente parte de la solución.  La prevención es la otra piedra angular para una sociedad civil segura.  Y la prevención viene de dentro de las comunidades.  Evitar que los jóvenes caigan en las pandillas y cometan crímenes hoy día es mucho más fácil que reformarlos mañana.

La responsabilidad de resolver los problemas locales no solamente es del alcalde sino también de la población, que debe ser un agente de cambio y contribuir con el gobierno nacional y el gobierno local en el desarrollo de su municipio.  El sector privado como empleador y beneficiario también debe darse cuenta de su responsabilidad con el municipio.  El día de ayer tuve la oportunidad de reunirme con empresarios, quienes están invirtiendo en el desarrollo comunitario a través de alianzas con las autoridades locales y la población.  La participación de la comunidad religiosa en muchos casos es clave dentro de las comunidades.  Aún los individuos más humildes pueden ser agentes de cambio y trabajar con ustedes para satisfacer sus necesidades de desarrollo.  Toda persona se siente más digna cuando se percibe como agente activo en su propio futuro.  Y cuando la gente logra trabajar junta, vemos como se vuelven agentes activos de cambio, mejorando así, el futuro de sus comunidades y de su país.

Ninguno de nosotros tiene todas las respuestas, y lo que funciona en una comunidad pueda ser que no funcione en la otra.  Pero lo que si sé, es que las comunidades y gobiernos locales que ustedes representan son el factor clave para resolver los retos enfrentan los hondureños hoy en día.

Gracias.