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El Embajador Solomont

Palabras con motivo del aniversario del 11/9

Mañana se cumplen nueve años del 11-S. Quién no recuerda dónde se encontraba o lo que estaba haciendo ese día que cambió nuestras vidas. Es muy importante recordar a los que perdieron la vida en esa fecha: a los pasajeros de los funestos vuelos secuestrados por los terroristas, a las personas inocentes que trabajaban en las Torres Gemelas y el Pentágono aquel soleado día de septiembre, y a los valientes policías, bomberos y ciudadanos de Nueva York que se apresuraron a acudir en auxilio de las personas atrapadas en las torres en llamas. No debemos olvidar nunca los nombres de los civiles inocentes que perecieron en esos horribles atentados en suelo estadounidense.
 
Tampoco debemos olvidar que lo que ocurrió ese día no estuvo motivado por una ideología religiosa ni iba dirigido a un grupo concreto de personas. Esos atentados terroristas estuvieron motivados por el odio y por una agenda política. Fueron atentados contra los valores de Estados Unidos y contra nuestro país como símbolo de progreso y democracia y defensor de la libertad religiosa y política en todo el mundo. Los cometieron personas que rechazan esos valores universales expresados en la declaración de derechos humanos y que los consideran contrarios a sus objetivos políticos y su visión del mundo. No debemos desfallecer en nuestra defensa y nuestro respeto de los valores atacados ese día.
 
Las víctimas de los atentados del 11-S eran de todos los ámbitos, religiones y grupos étnicos y procedían de más de noventa países distintos. Al igual que los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid, los del 11-S fueron indiscriminados y su finalidad fue sembrar el miedo y dividir a los ciudadanos. Los atentados de Atocha crearon un triste vínculo entre nuestros pueblos y una creciente conciencia de que esta nueva generación de terroristas está dispuesta a atacar a cualquiera, en cualquier sitio, sin importarles quién es el blanco de su violencia.
 
La mejor manera de rendir homenaje a las víctimas de esos atentados es respetar su diversidad y la diversidad del pueblo estadounidense y del pueblo español. El mundo es un tapiz formado por diferentes confesiones y etnias que debemos celebrar, no empañar. En lugar de dejar que el terror nos divida, debemos mantenernos fieles a nuestros valores reconociendo lo que une a las grandes religiones del mundo y respetando y honrando las diferencias también.
 
Éste es el espíritu que guía el trabajo de la comunidad de esta Embajada y nuestra colaboración con nuestros colegas e interlocutores en España. Sólo en la última semana hemos celebrado dos actividades interreligiosas: una cena iftar, ruptura del ayuno durante el mes de Ramadán en cumplimiento de la práctica islámica establecida, y una celebración del Rosh Hashaná, Año Nuevo judío. Nuestros invitados a estos actos pertenecían a distintas confesiones, al gobierno, al sector privado y al mundo académico para compartir una experiencia y aprender de los demás. Construir puentes basados en nuestros valores comunes y el respeto de nuestras diferencias es el mejor modo de rendir homenaje a las víctimas del 11-S y del 11-M y a todos los que han sido y son víctimas de la intolerancia en cualquier parte del mundo.
 
El Presidente Obama habló de estos valores en la cena iftar que celebró en la Casa Blanca: “El principio de que personas de todas las confesiones son bienvenidas en este país y no serán tratadas de manera diferente por su gobierno es un principio esencial de nuestra identidad… Somos una nación de cristianos y musulmanes, judíos e hindúes, y no creyentes… Esta diversidad puede dar lugar a duros debates… Pero una y otra vez el pueblo estadounidense ha demostrado que puede resolver estas cuestiones, mantenerse fiel a sus valores fundamentales y salir reforzado”.
 
En los días posteriores al 11-S, el Presidente George W. Bush hizo un llamamiento a la mesura y afirmó de manera inequívoca que no se tolerarían las represalias contra los musulmanes ni contra ningún otro grupo. Mañana, Laura Bush acompañará a la Primera Dama, Michelle Obama, en una ceremonia en recuerdo de los valientes pasajeros del vuelo 93 de United que opusieron resistencia a los secuestradores y prefirieron hacer que su avión se estrellara en un campo de Pensilvania antes que permitir que fuera utilizado como arma. El Presidente presidirá los actos conmemorativos en el Pentágono y el Vicepresidente Biden participará en una ceremonia en la Zona Cero.
 
Sé que todos ellos nos pedirán que rindamos tributo a los que fallecieron el 11-S con un espíritu de compasión e inclusión y con pleno respeto de los valores estadounidenses que fueron atacados ese día.
 
En este aniversario de un día negro de nuestra historia, les ruego a todos que renueven su compromiso con los valores estadounidenses que siempre han brillado para el mundo: los valores de la libertad personal, la libertad religiosa, la tolerancia y la diversidad.
 
Guardemos ahora un momento de silencio.