Traducido del inglés: lunes, 7 de enero, 2013
Por Kerry Grens
NUEVA YORK (Reuters Health) - Un estudio de Holanda
demuestra que la publicidad de comida saludable en forma de
videojuegos online no aumenta el deseo de los niños de comer
snacks más naturales.
Los autores esperaban que los niños optaran por comer frutas
después de usar juegos que las promovieran, dado que estudios
previos habían demostrado la efectividad comercial de estos
"publijuegos". De hecho, los participantes del experimento
consumieron más snacks después de jugar, pero no justamente más
frutas.
"El juego induce hambre y a los niños les gustan los snacks
(altamente calóricos) más que las frutas, entonces optan por
esos productos", dijo el autor principal, Frans Folkvord.
Agregó que, a partir de estos resultados, los padres deberían
tomar precauciones por el efecto de esos juegos online, aun
cuando piensen que promueven la alimentación saludable.
"Los niños no son conscientes de las intenciones de quienes
los comercializan. Los padres tienen que enseñarles a ser
escépticos frente a esos juegos", dijo Folkvord, estudiante de
la Universidad de Amsterdam.
"La asociación entre diversión y visualización de un
producto está diseñada para influenciar la opinión sobre ese
producto", indicó Sandra Calvert, profesora de Georgetown
University y que no participó del estudio.
Las cadenas de comida chatarra y las marcas de cereales y
jugos son sólo algunos de los que ofrecen juegos infantiles en
sus sitios de internet, como McDonald, Cap'n Crunch y Juicy
Juice.
El equipo de Folkvord reunió a 201 alumnos primarios y los
dividió en tres grupos que usaron distintos videojuegos para
evaluar la memoria: uno promovía un caramelo, el otro una fruta
y el tercero un juguete. Un grupo de 69 niños no utilizó ningún
juego (grupo control). A los cinco minutos de juego, los niños
podían comer un snack de dos recipientes con caramelos y de dos
recipientes con frutas.
Los niños que utilizaron los juegos que promocionaban
alimentos consumieron más calorías que los otros dos grupos.
Por ejemplo: los niños que usaron el juego que promocionaba
un caramelo consumieron 202 calorías y los que utilizaron el
juego que promovía una fruta ingirieron 183 calorías, versus las
130 calorías que consumieron los niños que usaron el juego que
promocionaba un juguete y las 106 calorías que ingirió el grupo
control, según publica American Journal of Clinical Nutrition.
"Pienso que estos publijuegos dan ganas de comer", dijo
Folkvord. Pero a diferencia de lo esperado, los videojuegos no
siempre promovían el alimento presente en el juego. De hecho,
los niños que utilizaron los juegos que promovían alimentos
ingirieron la misma cantidad de frutas (32 o 33 calorías), sin
importar si el juego promocionaba un caramelo o una fruta.
De modo que la mayoría de las calorías que consumieron ambos
grupos provino de los caramelos.
Aun así, Calvert opinó que los publijuegos podrían ser
buenas herramientas para promover la alimentación saludable en
el contexto adecuado. Dijo que es importante que los padres
monitoreen los sitios de Internet en los que juegan los niños
porque pueden influir en sus preferencias alimentarias.
FUENTE: American Journal of Clinical Nutrition, online 26
de diciembre del 2012.
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