View Other Languages

We’ve gone social!

Follow us on our facebook pages and join the conversation.

From the birth of nations to global sports events... Join our discussion of news and world events!
Democracy Is…the freedom to express yourself. Democracy Is…Your Voice, Your World.
The climate is changing. Join the conversation and discuss courses of action.
Connect the world through CO.NX virtual spaces and let your voice make a difference!
Promoviendo el emprendedurismo y la innovación en Latinoamérica.
Информация о жизни в Америке и событиях в мире. Поделитесь своим мнением!
تمام آنچه می خواهید درباره آمریکا بدانید زندگی در آمریکا، شیوه زندگی آمریکایی و نگاهی از منظر آمریکایی به جهان و ...
أمريكاني: مواضيع لإثارة أهتمامكم حول الثقافة و البيئة و المجتمع المدني و ريادة الأعمال بـ"نكهة أمريكانية

13 octubre 2010

Universidades de EE.UU. se apresuran a reducir emisiones

 
Vista exterior de un edificio de la Universidad de Duke. (Universidad de Duke)
Esta residencia de estudiantes en la Universidad de Duke es la primera residencia estudiantil de Estados Unidos en recibir la certificación LEED de categoría platino.

Washington – En un discurso pronunciado durante una reciente conferencia sobre energía, el presidente de la Universidad de Yale Richard Levin dio una impresión casi informal cuando se refirió a los ambiciosos planes ambientales de su escuela.

En los próximos dos años, la universidad de 11.500 estudiantes ubicada en New Haven (Connecticut) estará a la mitad del camino para alcanzar su objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 43 por ciento para 2020, dijo Levin. Eso significa que para el año 2012, Yale habrá logrado reducir sus emisiones anuales en unas 70.000 toneladas por debajo de los niveles de 2005.

“Estamos haciendo esto para demostrar a quien esté escuchando –y a nuestros estudiantes, que son los líderes del futuro– que nuestras instituciones de hecho pueden marcar la diferencia”, manifestó Levin.

Cualquier organización, en cualquier lugar, puede reducir sus emisiones, agregó. “Es posible, y ni siquiera es costoso si realmente se toman las decisiones adecuadas”.

La Universidad de Yale no es la única. En los últimos cuatro años, 674 universidades y colegios universitarios de Estados Unidos se han comprometido a alcanzar la neutralidad climática. Esto quiere decir que no emitirán dióxido de carbono ni otros gases que se considere que producen un aumento en las temperaturas mundiales.

De esa cifra, 535 universidades han presentado inventarios de gases de efecto invernadero y 320 han diseñado planes que describen cómo y cuándo alcanzarán su objetivo de cero emisiones.

También hay interés a nivel internacional, según indicó Georges Dyer, uno de los vicepresidentes de la organización sin fines de lucro con sede en Boston que administra la red de Compromiso climático de los presidentes de universidades de Estados Unidos (American College & University Presidents’ Climate Commitment). Universidades de Escocia establecieron recientemente un grupo que toma como modelo la red estadounidense, explicó Dyer. Líderes universitarios en Australia, Perú y Taiwán han manifestado también interés en colaborar con los presidentes de las universidades de Estados Unidos, con el fin dar comienzo a sus iniciativas.

TODOS DESEMPEÑAN UNA FUNCIÓN

A algunas universidades ya les preocupaban las emisiones de gases de efecto invernadero mucho antes de que el cambio climático se convirtiera en un asunto prioritario.

La Universidad de Duke, ubicada en Durham (Carolina del Norte) y con más de 14.000 estudiantes, ha llevado un registro de sus emisiones durante más de una década y afirma que producirá cero emisiones para el año 2024. Sin su plan de acción climática, la universidad, que está en expansión constante, generaría lo que se calcula que serían 426.500 toneladas de gases de efecto invernadero anualmente para el 2050.

Un hombre y una mujer separan materiales de una bolsa de plástico y los colocan en dos contenedores de basura. (Colegio universitario Chandler-Gilbert)
Estudiantes del colegio universitario Chandler-Gilbert recogen desechos reciclables.

La universidad tiene hasta el momento cerca de 30 edificios ecológicos con certificación de Liderazgo en Energía y Diseño Medioambiental (LEED), y ha pasado años modernizando una central eléctrica que opera con carbón, petróleo reciclado y gas natural para hacerla más eficiente en el consumo de combustible. El objetivo es el de eventualmente dejar de utilizar carbón.

Duke alienta a sus estudiantes a reducir sus emisiones de carbono, por ejemplo, al utilizar un servicio de alquiler de bicicletas que es gestionado de manera electrónica, y por medio del reciclaje de basura. Dado que casi la cuarta parte de sus emisiones provienen del transporte, la universidad tiene previsto ofrecer incentivos económicos a empleados que utilicen un transporte alternativo e impulsar más opciones regionales de transporte público.

Pero semejantes iniciativas no serán suficientes para que Duke alcance la neutralidad climática de aquí a 14 años. Así que la universidad está desarrollando un programa de compensación de las emisiones de carbono para saldar la diferencia. La contrapartida de las emisiones de carbono implica reducir el dióxido de carbono u otras emisiones de gases de efecto invernadero que se realiza para compensar las emisiones de gases en otros lugares.

En la lista de asuntos pendientes del programa se encuentra un nuevo sistema de gestión de los residuos para las granjas de cerdos de Carolina del Norte que controlará las emisiones de gases de efecto invernadero y generará energía renovable, explicó Heather Hosterman, una gestora de políticas adjunta de la Iniciativa de Compensación de las Emisiones de Carbono de la Universidad de Duke. “Al invertir en ello, podemos incluirlo como una compensación”, señaló.

AMPLIO APOYO PARA PLANES DE ACCIÓN CLIMÁTICA

Algunas de las universidades más activas de la red de compromiso climático han sido los colegios universitarios, que se enfocan en la educación postsecundaria y la educación continua con el fin de preparar a los estudiantes para que formen parte de la población activa o asistan a universidades de cuatro años.

Por ejemplo, el colegio universitario Chandler-Gilbert en el sur del estado de Arizona ha puesto en marcha una serie de programas energéticos, de reciclaje y de conservación de agua, además de nuevos planes de estudio sobre materias relacionadas con el medio ambiente. El sistema Chandler-Gilbert espera alcanzar la neutralidad climática para el año 2030.

Todos los productos de papel, latas de aluminio y botellas de plástico en los campus se reciclan, y todos los detergentes de limpieza han sido cambiados por productos biodegradables. Los vehículos de la escuela se están reemplazando paulatinamente por vehículos híbridos, y todos los edificios nuevos se están construyendo para que obtengan la certificación LEED de categoría oro, que es el segunda norma más alta otorgada por el Consejo de Construcción Ecológica de Estados Unidos (USGBC).

El plan de acción climática del colegio universitario Chandler-Gilbert ha creado mayor conciencia ambiental entre los estudiantes, pero está tan “integrado en todos los aspectos de las experiencias de nuestros estudiantes […] que nuestros estudiantes no están necesariamente conscientes de los cambios”, indicó Trish Niemann, portavoz del colegio comunitario.

Mientras tanto, la Universidad de Yale ha pasado los últimos años reacondicionando laboratorios, aulas, oficinas y residencias estudiantiles con ventanas y aislamiento nuevos para que sean más eficientes en el consumo de energía. Más de media docena de edificios nuevos en el campus tienen la certificación LEED.

Para reducir su dependencia de la energía obtenida de los combustibles fósiles, la universidad invirtió 70 millones de dólares para convertir una de sus dos plantas eléctricas en una instalación de cogeneración alimentada con gas natural que produce energía térmica y agua fría además de electricidad. Solo con la nueva planta se ha logrado reducir las emisiones de la escuela en 20.000 toneladas.

Yale calcula que alcanzará su compromiso con el clima para 2020 invirtiendo menos del uno por ciento de los gastos operacionales anuales y que ahorrará costos a largo plazo. “La inversión valdrá la pena”, expresó Levin.

(Distribuido por la Oficina de Programas de Información Internacional del Departamento de Estado de Estados Unidos. Sitio en la Web: http://www.america.gov/esp )

Marcar página con:    ¿Qué es esto?