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Picaduras de bichos
Las picaduras de bichos, por lo general, no son más desagradables que los deberes escolares -un fastidio pero básicamente inocuas. De todos modos, en algunas ocasiones, las picaduras de insecto pueden provocar graves problemas. Deberías saber cuándo basta con ponerse una bolsa de hielo para aliviarse el dolor o cuándo es necesario ir al hospital.
Conoce al enemigo
Antes de averiguar cómo reaccionar ante los ataques de esos inoportunos invitados, conoce a los bichitos a quienes les encantaría darte un mordisco.
Los hay que solo pican
Los mosquitos abundan en cualquier lugar donde haya mucha gente, comida o agua estancada. Por lo general, no deben ser motivo de preocupación: ellos te pican, tú te rascas y ya está.
De todos modos, sí hay algo por lo que nos deberíamos preocupar: el virus del Nilo occidental, que los mosquitos pueden transmitir a los humanos al picarles. La buena noticia es que los niños sanos, los jóvenes y los adultos de menos de 50 años tienen muy pocas probabilidades de contraer esta infección. Y, aunque algunos de los afectados desarrollan una infección grave denominada encefalitis, lo cierto es que esto es sumamente improbable. Menos del 1% de las personas infectadas por el virus del Nilo occidental enferman gravemente.
Las pulgas también se pueden englobar en la categoría de irritantes pero no preocupantes. Suelen encontrarse en los gatos y perros como Félix y Toby, pero a veces pueden sentirse atraídas por sus amos.
Dependiendo de dónde vivas, las garrapatas podrían arruinarte un bonito día de camping. Hay un tipo de garrapata, conocido como la garrapata del ciervo, que puede transmitir la enfermedad de Lyme, de modo que lo mejor que puedes hacer es quitarte ese tipo de garrapata de encima lo antes posible. Esta enfermedad es más frecuente en el noreste de EE.UU. y la parte noroccidental de EE.UU. bañada por Pacífico, así como en Europa. Las garrapatas también pueden transmitir otras enfermedades, como la fiebre maculosa de las montañas rocosas. Las garrapatas se suelen encontrar en las áreas densamente arboladas.
La mayoría de picaduras de araña carecen de importancia, aunque pueden provocar una leve inflamación en la zona de la picadura y/o reacciones alérgicas. Pero un porcentaje reducido de jóvenes enferman tras ser picados por dos tipos de arañas: la araña parda y la viuda negra. Aunque no todo el mundo reacciona al veneno de estas arañas, si sabes que te ha picado alguna de ellas, deberías ir rápidamente al médico.
La araña parda es marrón (¡vaya sorpresa!) y también se denomina araña violinista porque tiene una mancha de color marrón más oscuro que recuerda a un pequeño violín en la parte posterior de la cabeza. Estas arañas son pequeñas pero matonas: un cuerpo de aproximadamente un centímetro del que salen unas patas de unos tres centímetros de longitud o incluso más largas. La araña parda abunda más en el centro y el Sur de EE.UU., y le gusta ocultarse en lugares oscuros y silenciosos, como los desvanes y garajes. Cuando un ser humano invade su espacio inesperadamente, se asusta y pica. La picadura no suele doler al principio y la mayoría de la gente ni siquiera se entera de que le ha picado algo.
Las picaduras de araña parda no provocan problemas en la mayoría de personas. Pero en un porcentaje reducido de casos provocan lesiones cutáneas que dejan cicatriz. Las pocas personas que presentan reacción percibirán inflamación y cambios en la piel de cuatro a ocho horas después de la picadura. A veces se forma una ampolla en el lugar de la picadura. En tales casos, sobre la ampolla se puede formar una costra oscura denominada “escara” durante la semana inmediatamente posterior a la picadura. La mayoría de picaduras de araña parda se curan solas pero pueden tardar un par de meses en curarse. Por lo tanto, es una buena idea ir al médico para recibir el tratamiento adecuado.
La viuda negra se encuentra en el sur de Canadá, en toda la geografía de EE.UU. y en Méjico. Fácilmente identificable por su cuerpo de un negro azabache y la presencia de una mancha naranja en forma de reloj de arena en la parte inferior del abdomen, tiene un tamaño similar al de la araña parda y se le debería tratar por lo menos con la misma precaución.
En la mayoría de casos, las personas a quienes les pica una viuda negra no notan la picadura y no se enteran de que les ha picado algo hasta que perciben los síntomas. De todos modos, la buena noticia es que hay muchas señales de alarma que permiten actuar antes de que los síntomas se agraven. El veneno (toxina) de la viuda negra desencadena lo que se conoce como reacción sistémica, lo que significa que provoca una reacción que afecta a todo el organismo en su conjunto, en vez de limitarse exclusivamente al área de la picadura.
Cuando a una persona le pica una viuda negra puede tener calambres o espasmos musculares y dolores por todo el cuerpo al cabo de unas horas. Cuando los espasmos musculares afectan al abdomen, la persona tiene unos retortijones que pueden ser muy dolorosos. La persona también puede tener náuseas, vómitos, escalofríos, fiebre y dolor de cabeza. Si presentas cualquiera de estos síntomas, ve inmediatamente a un hospital.
Las picaduras de araña pueden asustar bastante, pero es sumamente raro que una persona muera a consecuencia de una picadura de araña. Menos del 1% de las picaduras de viuda negra provocan la muerte, y el porcentaje de muertes por picadura de araña parda todavía es más bajo. Los niños pequeños tienen un riesgo más elevado.
Los hay que además clavan aguijones
Para la mayoría de gente, que le pique una abeja solo es un fastidio. El área de la picadura se puede enrojecer un poco y/o hincharse y puede doler un poco, pero eso es todo.
De todos modos, las picaduras de abeja y de avispa pueden provocar graves problemas a las personas que son alérgicas a su veneno. Como ocurre con las picaduras de araña, cuando a una persona le pica una abeja o una avispa, puede tener una reacción alérgica localizada (inflamación, calor, escozor y/o picor en la zona que rodea a la picadura) o una reacción alérgica sistémica.
Cuando una persona tiene una reacción sistémica, le pueden salir ronchas por todo el cuerpo. Otros síntomas incluyen resuello (hacer ruido al respirar); falta de aliento; aceleración de la frecuencia cardiaca; desmayo; e hinchazón de cara, labios y/o lengua. Si una persona presenta estos síntomas, es importante pedir ayuda médica inmediatamente. Aunque se trata de algo muy infrecuente, las reacciones alérgicas graves (conocidas como anafilaxia) a las picaduras de abeja pueden ser mortales si no se recibe ayuda médica inmediatamente.
Qué hacer cuándo te pica un bicho
En la mayoría de variedades de picaduras de insectos, los antihistamínicos ayudan a reducir el picor y la inflamación, y el paracetamol ayuda a aliviar el dolor. El ibuprofeno también ayuda a reducir la inflamación al tiempo que alivia el dolor. Algunas personas se ponen sobre la picadura una crema que contiene corticoesteroides, como la hidrocortisona, para aliviar el picor.
Di adiós a las garrapatas arrancándotelas con unas pinzas en cuanto te des cuenta de que tienes una enganchada. Cuando una garrapata se arranca durante las primeras 24 a 48 horas es muy poco probable que transmita la enfermedad de Lyme. Asegúrate de tirar de la garrapata apresándola por la cabeza, que es la parte de su cuerpo que estará más cerca de tu piel, pues así te resultará más fácil arrancarla por completo. Si la garrapata se te ha enganchado en una parte del cuerpo a la que no llegas bien, pídele a alguien que te ayude. La extracción debe hacerse lentamente y después se debe lavar el área de la picadura con agua y jabón y aplicar antiséptico o crema antibiótica para impedir que se infecte.
No intentes quitarte una garrapata quemándola, pues con la llama solo conseguirías agitar al insecto, que intentará hundirse todavía más en tu piel mordiéndote con más fuerza. Una vez te hayas arrancado la garrapata, colócala dentro de un bote de cristal lleno de alcohol de 96º para matarla. (Es posible que tu médico quiera conservarla para poderla identificar.)
Cuando te pique una abeja, si puedes ver el aguijón, extráetelo lo antes posible para reducir la exposición al veneno.
Lávate la picadura con agua y jabón y mantenla limpia. Aplica un poco de loción de calamina o una pasta al agua y bicarbonato de soda (a menos que la picadura esté cerca de los ojos). Ponte una bolsa de cubitos de hielo, una bolsa de frío o un paño frío sobre el área afectada durante 15 minutos cada pocas horas. Asimismo, aplícate crema antibiótica para prevenir posibles infecciones. Las cremas que contienen hidrocortisona al 1% (de venta en farmacias sin receta médica) pueden reducir el enrojecimiento, la inflamación, el picor y el dolor.
Si eres alérgico a las picaduras de abeja, pídele a tu médico que te recete un kit de adrenalina (también denominada epinefrina). Si se utiliza inmediatamente después de la picadura, esta inyección impide la reacción alérgica antes de que se produzca, lo que podría salvarte la vida. Los kits de adrenalina son fáciles de usar —tu médico o farmacéutico te explicará cómo hacerlo.
Si eres muy alérgico a las picaduras de bichos, coméntale a tu médico la posibilidad de someterte a inmunoterapia con venenos de insectos (inyecciones), un tratamiento que administran los alergólogos.
Si la cosa es grave, pide ayuda médica
¿Cómo puedes saber si una picadura es demasiado grave para que te la trates tú solo? Si tienes algún síntoma de reacción sistémica, ve inmediatamente al servicio de urgencias de un hospital. Estos síntomas incluyen:
- falta de aliento
- resuello
- enrojecimiento o ronchas por todo el cuerpo
- cara, labios y/o lengua inflamados
- sensación de que se te está cerrando la garganta
- náuseas
- vómitos
- escalofríos
- dolores, espasmos o calambres musculares
- debilidad
- fiebre
Si te ha picado una viuda negra o tienes dudas sobre qué araña te ha podido picar y te encuentras mal y/o tienes espasmos o calambres musculares, ve inmediatamente al servicio de urgencias de un hospital. (Llévate la araña si logras matarla sin exponerte a riesgos innecesarios.)
Si se te infecta una picadura o si no hay forma de que se te cure una pupa abierta o ampolla, ve a tu médico de familia.
Más vale prevenir que curar
Los seres humanos no tienen que quedarse de brazos cruzados y esperar a convertirse en el manjar de un insecto hambriento o enfadado. He aquí algunos consejos que puedes seguir para protegerte:
- Protégete de las pulgas tratando tu casa (incluyendo todas las moquetas y alfombras, los muebles y las mascotas) regularmente durante los meses más caluroso. Pasar frecuentemente la aspiradora también ayuda.
- Evita los mosquitos manteniéndote alejado de las áreas donde proliferan, como los lagos, estanques y cualquier tipo de agua estancada, durante la época de calor. Elimina el agua estancada de las bañeras para pájaros, los cubos de uso doméstico, los platos de las macetas y similares; intenta no salir al exterior cuando los mosquitos están más activos (el amanecer y el anochecer); y lleva repelente contra insectos cuando tengas que salir.
- Cuando visites un área donde abundan las garrapatas con amigos o familiares, nos os olvidéis de inspeccionaros mutua y detenidamente el cuerpo en busca de garrapatas cada pocas horas. Extraed las que encontréis inmediatamente. Los lugares en los que más deberíais fijaros son detrás de las orejas, en el cuero cabelludo, la nuca, las axilas, la ingle y detrás de las rodillas. Si llevas a tu mascota, ¡examínala también a ella! Y rocíala previamente con productos especiales para mascotas para que no le piquen las garrapatas.
- Utiliza un repelente contra insectos cuando tengas pensado pasar un rato al aire libre, por ejemplo, cuando vayas a la playa, de excursión o de acampada. Los repelentes que contienen entre el 10% y el 30% de DEET (N,N-dietil-meta-toluamida) están aprobados para utilizarlos con mosquitos, garrapatas y otros insectos. Los repelentes que contienen picaridina (KBR 3023) o aceite eucalipto limón (p-mentano 3,8-diol o PMD) son eficaces contra los mosquitos. Sigue atentamente las instrucciones del prospecto y no te pongas más cantidad de la indicada —aplicarte más de lo necesario no te protegerá más. Vuélvete a aplicar el repelente después de bañarte o mojarte o si has sudado mucho.
- Cuando estés en zonas arboladas, métete la camisa por dentro del pantalón, las perneras del pantalón por dentro de los calcetines y las mangas por dentro de los guantes e intenta taparte al máximo. Lleva zapatos y calcetines para andar por el césped, aunque solo sea un minuto. Podría picarte una abeja o una avispa en un pie.
- Ponte guantes cuando hagas jardinería.
- No se te ocurra manipular una colmena de abejas o un nido de avispas ni hacer algo que podría molestar a sus ocupantes.
- No des manotazos o intentes aplastar a un insecto que está zumbando —te picará si se siente amenazado.
- Ten en cuenta que puede haber arañas en pilas de leña, cajas que se abren muy de tanto en tanto o esquinas tapadas por muebles, de modo que sé precavido.
Revisado por: Elana Pearl Ben-Joseph, MD
Fecha de la revisión: septiembre de 2007
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