Actualizada en septiembre del 2009
Los inhalantes son un grupo diverso de sustancias volátiles, cuyos vapores químicos se pueden inhalar produciendo efectos psicoactivos, es decir, que alteran la mente. Si bien hay muchas otras sustancias de abuso que se pueden inhalar, el término “inhalantes” se utiliza para describir aquellas sustancias que rara vez o nunca se consumen por una vía diferente. Existe una variedad de productos que se encuentran comúnmente en la casa y en el trabajo que contienen sustancias que se pueden inhalar con el propósito de drogarse. No obstante, muchos no los consideran drogas ya que los productos como las pinturas en aerosol (pinturas pulverizadas), los pegamentos y los líquidos de limpieza, no fueron creados con la intención de usarse para obtener un efecto intoxicante. Sin embargo, los niños y los adolescentes los pueden obtener fácilmente y son quienes tienen mayor probabilidad de abusar de estas sustancias extremadamente tóxicas. De hecho, más estudiantes de 8º grado han experimentado con los inhalantes que con cualquier otra droga ilícita.1
Por lo general, los inhalantes se dividen en las siguientes categorías:
Disolventes volátiles: líquidos que se vaporizan a temperatura ambiente.
Aerosoles: aerosoles que contienen propulsores y disolventes.
Gases: se encuentran en productos caseros o comerciales y también se usan como anestésicos médicos.
Nitritos: clase especial de inhalantes que se utilizan principalmente para intensificar el placer sexual.
Estos productos contienen una gran variedad de sustancias químicas, entre ellas:
Los adolescentes tienden a abusar de diferentes productos a diferentes edades.2 Los usuarios nuevos de 12 a 15 años de edad abusan con más frecuencia de los pegamentos, los productos para limpiar zapatos, las pinturas pulverizadas, la gasolina y los líquidos para encendedores. Los usuarios nuevos de 16 a 17 años de edad abusan con más frecuencia del óxido nitroso y los dispensadores de crema batida (“whippets”). En cambio, los adultos abusan con mayor frecuencia de inhalantes como los nitritos.3
Los inhalantes se pueden inhalar por la nariz o por la boca de diferentes maneras (lo que se conoce como “huffing”). Por ejemplo, aspirando (“sniffing”) o inhalando (“snorting”) los vapores del envase, rociando los aerosoles directamente en la nariz o en la boca, o colocando un trapo en la boca que ha sido impregnado con un inhalante. También se pueden aspirar o inhalar los vapores de un globo o una bolsa de plástico o de papel que contenga un inhalante.
Ya que la intoxicación que se produce por los inhalantes dura apenas unos minutos, muchas personas tratan de prolongar la euforia inhalando repetidamente a lo largo de varias horas.
Los efectos de los inhalantes son parecidos a los del alcohol e incluyen dificultad para hablar, euforia, mareo y falta de coordinación. Las personas que abusan de los inhalantes también pueden sentirse aturdidas, tener alucinaciones y delirio. Con el uso repetido de los inhalantes, muchos usuarios se sienten menos cohibidos y con menos control. Otros se sienten somnolientos por varias horas o tienen un dolor de cabeza persistente. Las sustancias químicas que se encuentran en los diferentes tipos de productos que se inhalan pueden producir una variedad de efectos, como confusión, náuseas o vómito.
Al desplazar el aire de los pulmones, los inhalantes le quitan oxígeno al organismo, lo que se conoce como hipoxia. La hipoxia puede lesionar las células corporales, siendo las células del cerebro especialmente vulnerables. Los síntomas de hipoxia cerebral varían de acuerdo a la región del cerebro afectada. Por ejemplo, el hipocampo ayuda a controlar la memoria, por lo que la persona que usa inhalantes repetidamente puede perder la habilidad de aprender cosas nuevas o puede tener dificultad de llevar a cabo una conversación sencilla.
El uso a largo plazo de inhalantes puede descomponer la mielina, el tejido graso que forma la envoltura protectora de algunas fibras nerviosas. La mielina ayuda a estas fibras nerviosas a transportar sus mensajes con rapidez y eficacia. Al dañarse la mielina se pueden presentar espasmos musculares y temblores, incluso puede haber dificultad permanente para realizar actividades básicas como caminar, agacharse y hablar.
Aunque no es muy frecuente, el uso repetido de inhalantes puede llevar a la adicción. De acuerdo al Conjunto de Datos sobre Episodios de Tratamiento (TEDS, por sus siglas en inglés) del 2006, menos del 0.1 por ciento de todas las personas admitidas a tratamientos para el abuso de sustancias reportaron a los inhalantes como la sustancia de abuso primaria.4 Sin embargo, el grupo de adolescentes de entre 12 y 17 años de edad conforma casi la mitad de todas las personas que reportaron a los inhalantes como droga de abuso primaria, secundaria o terciaria. Este grupo de edad representa apenas el 8 por ciento del total de las admisiones a tratamiento.5
La aspiración de cantidades altamente concentradas de las sustancias químicas que se encuentran en los disolventes o aerosoles puede provocar insuficiencia cardiaca y muerte a los pocos minutos de una sesión de inhalación. Este síndrome, conocido como “muerte súbita por inhalación”, puede resultar de una sola sesión de uso de inhalantes por parte de un joven en condiciones saludables. La muerte súbita por inhalación está asociada particularmente con el abuso de butano, propano y las sustancias químicas en los aerosoles.
Las concentraciones altas de inhalantes también pueden provocar la muerte por asfixia al desplazar el oxígeno de los pulmones, ya que puede causar pérdida de conciencia y paro respiratorio. La inhalación deliberada usando una bolsa de plástico o de papel, o en un área cerrada, aumenta enormemente la posibilidad de asfixia. Aun cuando se empleen los aerosoles y los productos volátiles en usos legítimos (por ejemplo, para pintar o limpiar), es aconsejable que se haga en un cuarto bien ventilado o al aire libre.
Ya que los nitritos se abusan para intensificar el placer y mejorar el rendimiento sexual, pueden estar asociados con prácticas sexuales arriesgadas que pueden aumentar en gran medida el riesgo de contraer y propagar enfermedades infecciosas como el VIH/SIDA y la hepatitis.
De acuerdo con el Estudio de Observación del Futuro, en la categoría de “uso en la vida”, los inhalantes fueron la droga de uso ilícito con la que más experimentaron los estudiantes de 8º grado (el 15.7 por ciento de los estudiantes) superando incluso a la marihuana. En el 2008, el 15.7 por ciento de estudiantes de 8º grado, el 12.8 por ciento de estudiantes de 10º grado y el 9.9 por ciento de estudiantes de 12º grado informaron haber usado inhalantes por lo menos una vez en su vida. El 4.1 por ciento de estudiantes de 8º grado, el 2.1 por ciento de estudiantes de 10º grado y el 1.4 por ciento de estudiantes de 12º grado informaron el uso actual de inhalantes (es decir, que habían usado inhalantes por lo menos una vez en los 30 días anteriores a la encuesta).
La percepción del daño asociado con el uso de inhalantes en una o dos ocasiones está en su nivel más bajo entre los estudiantes de 8° grado. En el 2008, el 34 por ciento de los estudiantes de 8° grado percibieron el daño, comparado con el 46 por ciento en el 2001. Este cambio de actitud podría indicar un incremento subsecuente en el uso, un resultado que podría ser preocupante.
Los datos de la Encuesta Nacional sobre el Uso de Drogas y la Salud muestran que los abusadores primarios de la mayoría de los inhalantes son adolescentes de entre 12 y 17 años de edad. En el 2007, el 3.9 por ciento de adolescentes reportaron haber usado inhalantes en el año anterior a la encuesta. En los adultos jóvenes de entre 18 y 25 años de edad, hubo una disminución en la categoría de “uso en el año anterior” del 1.8 por ciento en el 2006 al 1.6 por ciento en el 2007. De las 775,000 personas de 12 años de edad en adelante que habían probado inhalantes por primera vez en el año anterior, el 66.3 por ciento eran menores de 18 años la primera vez que los usaron.
Para más información en inglés sobre los inhalantes, visite: www.drugabuse.gov/drugs-abuse/inhalants. Para información en español, lea nuestra publicación “Abuso de inhalantes” de la Serie de Reportes de Investigación, que se puede encontrar en la página: www.drugabuse.gov/es/publicaciones/serie-de-reportes/abuso-de-inhalantes.
* Estos datos provienen del Estudio de Observación del Futuro del 2008. El Instituto de Investigación Social de la Universidad de Michigan realiza esta encuesta anual bajo los auspicios del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas, dependencia de los Institutos Nacionales de la Salud, que forman parte del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos. La encuesta ha seguido el uso de drogas ilícitas y actitudes relacionadas entre los estudiantes de 12º grado desde 1975, añadiendo a los estudiantes de 8º y de 10º grado al estudio en 1991. Los datos más recientes se encuentran en línea en la página www.drugabuse.gov.
** La NSDUH (anteriormente conocida como la Encuesta Nacional de Hogares sobre el Abuso de Drogas) es una encuesta anual de americanos de 12 años de edad en adelante, realizada por la Administración de Servicios de Abuso de Sustancias y Salud Mental (SAMHSA, por sus siglas en inglés). Se puede encontrar una copia de la última encuesta en www.samhsa.gov.