La morfina rectal se usa para aliviar el dolor de moderado a intenso. Pertenece a una clase de medicamentos llamados analgésicos opiáceos (narcóticos). Funciona al cambiar la manera en la que el cuerpo siente el dolor.
La morfina rectal viene envasada en forma de supositorios para introducir por vía rectal. Por lo general se aplica cada 4 horas. Use la morfina rectal alrededor de las mismas horas todos los días. Siga cuidadosamente las instrucciones en la etiqueta del medicamento y pregúntele a su doctor o farmacéutico cualquier cosa que no entienda. Use el medicamento exactamente como se indica.
El doctor puede ajustar la dosis de morfina durante el tratamiento para controlar su dolor lo mejor posible. Si usted piensa que el medicamento no está logrando controlar el dolor, llame al doctor. No cambie la dosis de su medicamento sin antes conversar con el doctor.
La morfina puede provocar dependencia (hábito). No use una dosis mayor, ni con más frecuencia, ni por más tiempo que lo prescrito por su doctor.
No deje de usar la morfina sin antes conversar con su doctor. Su doctor puede reducir su dosis gradualmente. Si deja de usar la morfina en forma repentina, puede presentar síntomas de abstinencia como ansiedad; transpiración; dificultad para quedarse o permanecer dormido; escalofríos; temblor incontrolable de una parte del cuerpo; malestar estomacal; diarrea; rinorrea (secresión nasal), estornudo o tos; que se le paran los pelos de la piel; o alucinaciones (ver o escuchar cosas que no existen).
Retire la envoltura.
Sumerja la punta del supositorio en agua.
Acuéstese de un lado y levante la rodilla en dirección al pecho (una persona zurda debe recostarse sobre el lado derecho y levantar la rodilla izquierda).
Introduzca con el dedo el supositorio en el recto alrededor de 1 pulgada.
Manténgalo en el lugar haciendo presión con el dedo por un momento.
Póngase de pie después que hayan pasado unos 15 minutos. Lávese bien las manos y reanude las actividades normales.
Este medicamento también puede ser prescrito para otros usos; pídale más información a su doctor o farmacéutico.
Beba líquidos en abundancia mientras usa este medicamento.
Aplique la dosis olvidada tan pronto como lo recuerde. Sin embargo, si es hora para la siguiente, sáltese aquella que no usó y siga con la dosificación regular. No aplique una dosis doble para compensar la que olvidó.
mareos
vahídos
somnolencia
dificultad para quedarse o permanecer dormido
estreñimiento (constipación)
malestar estomacal
vómitos
dolor de estómago
pérdida del apetito
sequedad en la boca
transpiración
confusión
cambios en el estado de ánimo
debilidad
cefalea (dolor de cabeza)
problemas de visión
reducción de la cantidad de orina
deseo sexual o capacidad reducida
rubor
respiración desacelerada, superficial o irregular
color azul o púrpura en a piel
ritmo cardiaco más rápido o lento que lo normal, o palpitaciones
desmayos
urticarias
sarpullidos (erupciones en la piel)
prurito (picazón)
hinchazón de los brazos, manos, pies, tobillos o piernas
La morfina puede provocar otros efectos secundarios. Llame a su doctor si tiene cualquier problema inusual mientras toma este medicamento.
Mantenga este medicamento en su envase, bien cerrado y fuera del alcance de los niños. Almacénelo a temperatura ambiente y lejos del calor excesivo y la humedad (no en el baño). Deseche cualquier medicamento que esté vencido o que ya no se utilice. Converse con su farmacéutico acerca del desecho adecuado de los medicamentos.
La morfina rectal debe ser almacenada en un lugar seguro para que nadie más puede usarla en forma accidental o voluntariamente. Controle cuántos supositorios quedan para controlar si falta alguno.
En caso de una sobredosis, llame a la oficina local de control de envenenamiento al 1-800-222-1222. Si la víctima está inconsciente, o no respira, llame inmediatamente al 911.
respiración lenta, superficial o irregular
color azul o púrpura a la piel
somnolencia
pérdida de la conciencia
cojera de origen muscular
piel fría, húmeda
ritmo cardíaco lento
visión borrosa
malestar estomacal
desmayos
Cumpla con todas las citas con su doctor.
La prescripción de su medicamento no es renovable. Si usted está usando morfina para controlar su dolor a largo plazo, vaya a las citas programadas con su doctor para no quedarse sin medicamento. Si está usando morfina a corto plazo, llame a su doctor si continúa el dolor después de terminar con el medicamento.
Es importante que Ud. mantenga una lista escrita de todas las medicinas que Ud. está tomando, incluyendo las que recibió con receta médica y las que Ud. compró sin receta, incluyendo vitaminas y suplementos de dieta. Ud. debe tener la lista cada vez que visita su médico o cuando es admitido a un hospital. También es una información importante en casos de emergencia.
Documento actualizado - 01/04/2006
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