Descripción
Regulación normal del calcio
Función renal
La hipercalcemia se presenta en entre un 10% y un 20% de los pacientes con
cáncer, aunque ocurre con menor frecuencia en los niños. Los cánceres mayormente relacionados con la hipercalcemia son los cánceres del seno (mama) y del pulmón,
así como con ciertos tipos de cáncer de la sangre, particularmente el mieloma
múltiple. El hacer un diagnóstico temprano e iniciar un tratamiento con líquidos
y medicamentos que bajan el nivel de calcio en la sangre puede mejorar los
síntomas en pocos días, pero el diagnóstico puede ser difícil. Los síntomas de la
hipercalcemia pueden presentarse gradualmente e imitar los síntomas de otras
enfermedades y tipos de cáncer. Un diagnóstico y tratamiento temprano no sólo
puede salvar vidas a corto plazo, sino que puede aumentar la capacidad del
paciente de terminar su ciclo de terapias y mejorar su calidad de vida.
Los pacientes que tienen cáncer terminal en etapa avanzada y que ya no están
recibiendo tratamiento tienen la opción de no someterse a tratamiento para la
hipercalcemia. Esta opción debe ser considerada por el paciente mismo y su
familia con anticipación, antes de que se presenten los síntomas de
hipercalcemia.
Regulación normal del calcio
Las personas normales consumen alrededor de la misma cantidad de calcio en sus
dietas que la que el cuerpo pierde en la orina, las heces, y el sudor. La
hipercalcemia relacionada con el cáncer anula la capacidad del organismo de
mantener niveles normales de calcio.
Función renal
Unos riñones normales y saludables tienen la capacidad de filtrar grandes
cantidades de calcio del torrente sanguíneo, eliminar el excedente que el cuerpo
no necesita y retener la cantidad que el organismo va a utilizar. Sin embargo, la
hipercalcemia podría llegar a generar tal cantidad de calcio en el organismo que
los riñones podrían verse abrumados y no poder eliminar el exceso. Algunos
tumores producen una sustancia que puede provocar que los riñones eliminen muy
poco calcio. Como resultado, se genera gran cantidad de orina, lo cual a su vez
produce deshidratación. La deshidratación puede producir pérdida de apetito,
náusea y vómito, lo cual empeora el problema de la deshidratación. La inactividad
como consecuencia de la debilidad y el cansancio puede aumentar la cantidad de
calcio en la sangre al aumentar el calcio que se absorbe de los huesos. Los
depósitos de calcio se pueden almacenar en los riñones, ocasionando daños
permanentes.
Volver arriba
< Sección anterior | Siguiente sección > |