Los depresores del SNC son sustancias que pueden disminuir la función normal del cerebro. Debido a esta propiedad, algunos depresores del SNC se utilizan para tratar la ansiedad y trastornos del sueño. Entre las medicinas comúnmente recetadas para estos problemas están las siguientes:
En dosis más altas, algunos depresores del SNC pueden emplearse como anestésicos generales.
Existen numerosos depresores del SNC, la mayoría de los cuales actúan sobre el cerebro afectando el neurotransmisor ácido gammaaminobutírico (GABA). Los neurotransmisores son sustancias químicas cerebrales que facilitan la comunicación entre las células cerebrales. El GABA funciona disminuyendo la actividad cerebral. Aunque las diferentes clases de depresores del SNC trabajan en maneras únicas, en definitiva es a través de su habilidad de aumentar la actividad del GABA que los depresores producen un efecto somnoliento o calmante que es beneficioso para aquellos que sufren de ansiedad o de trastornos del sueño.
A pesar de los muchos efectos beneficiosos de los barbituratos y benzodiacepinas, existe el potencial de que sean abusados y deben ser utilizados solamente de la manera prescrita. Durante los primeros días en que se comienza a tomar un depresor del SNC recetado, la persona generalmente se siente somnolienta y con falta de coordinación. Sin embargo, a medida que el cuerpo se va acostumbrando a los efectos de la droga, estas sensaciones empiezan a desaparecer. Si se usan estas drogas por largo tiempo, el cuerpo desarrolla una tolerancia hacia la droga y necesitará dosis más fuertes para lograr los mismos efectos iniciales. Además, el uso continuo puede conducir a la dependencia física y, cuando se reduce o interrumpe su uso, al síndrome de abstinencia. Como los depresores del SNC trabajan disminuyendo la actividad cerebral, cuando una persona deja de tomarlos, la actividad cerebral puede acelerarse fuera de control pudiendo producir convulsiones u otras consecuencias dañinas. A pesar de que el síndrome de abstinencia de las benzodiacepinas puede ser problemático, rara vez es fatal, mientras que el síndrome de abstinencia después del uso prolongado de otros depresores del SNC puede causar complicaciones que ponen en peligro la vida del usuario. Por lo tanto, cuando una persona está pensando descontinuar la terapia basada en algún depresor del SNC o está sufriendo del síndrome de abstinencia de este medicamento, debe hablar con un profesional de la salud o buscar tratamiento médico.
Los depresores del SNC deberán ser utilizados con otros medicamentos únicamente bajo supervisión médica. Por lo general no deben ser combinados con ningún otro medicamento o sustancia que cause una depresión del SNC, incluyendo medicamentos recetados para aliviar el dolor, algunos medicamentos para la tos y alergias que no requieren receta médica, o con el alcohol. Si se usan los depresores del SNC con estas otras sustancias, especialmente con el alcohol, pueden disminuir la respiración o incluso disminuir ambos, el ritmo cardíaco y la respiración, lo que pudiera ocasionar la muerte.