Cada día, los estadounidenses experimentan el horror de un incendio. Sin embargo, la mayoría de las personas no entienden lo que es el fuego. Sólo cuando conocemos la verdadera naturaleza del fuego podemos prepararnos y preparar a nuestras familias. Cada año en los Estados Unidos mueren más de 3,500 personas y aproximadamente 18,300 resultan heridas en incendios, muchos de los cuales podrían prevenirse.
La Administración de incendios de Estados Unidos (USFA) cree que las muertes a causa de incendios pueden reducirse si se les enseña a las personas los principios fundamentales del fuego. A continuación se incluyen algunos datos simples que explican las características propias del fuego.
En menos de 30 segundos una llama pequeña puede descontrolarse por completo y convertirse en un incendio de grandes proporciones. Sólo hacen falta pocos minutos para que una casa se llene de humo negro y denso. En minutos, una casa puede quedar envuelta en llamas. La mayoría de los incendios en casas se producen cuando las personas duermen. Si se despierta en medio de un incendio, no tendrá tiempo de buscar sus pertenencias y objetos de valor porque el fuego se propaga con demasiada rapidez y el humo es muy denso. Sólo hay tiempo para escapar.
El calor del fuego puede matar por sí solo. La temperatura ambiental en un incendio puede llegar a 100 grados al nivel del suelo y elevarse a 600 grados a la altura de la vista. La inhalación de este aire extremadamente caliente le quemará los pulmones. Este calor puede derretir completamente su ropa. En cinco minutos una habitación puede estar tan caliente que todo lo que hay en ella se prende fuego inmediatamente: esto es lo que se denomina incendio súbito generalizado ("flashover").
Cuando el fuego se inicia es brillante, pero rápidamente se convierte en humo negro y en una total oscuridad. Si se despierta en medio de un incendio es posible que no pueda ver, esté desorientado y que no pueda ubicarse dentro de la casa en la que vivió por años.
El fuego consume el oxígeno que usted necesita y produce humo y gases venenosos que matan. Respirar aunque sea pequeñas cantidades de humo y gases tóxicos puede provocarle somnolencia, desorientación y falta de aire. Las emanaciones sin olor y sin color pueden inducirle un sueño profundo antes de que las llamas lleguen a su puerta, y usted podría no despertar a tiempo para escapar.
En caso de un incendio, recuerde que el tiempo es el mayor enemigo y cada segundo cuenta.
Por último, contar con un detector de humo que funcione aumenta enormemente sus probabilidades de sobrevivir a un incendio. Además, recuerde practicar frecuentemente con su familia un plan para salir de la casa en caso de incendio.