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Longitud de onda | Incidencia |
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290nm | 10 |
350nm | 20 |
400nm | 50 |
Luego esta información se pondera de acuerdo con la manera en que la piel humana responde a cada longitud de onda. Es importante concentrarse en la protección contra aquellas longitudes de onda que son perjudiciales para la piel. La función de ponderación se denomina espectro de acción de eritema McKinlay-Diffey. A título meramente ilustrativo (estas cifras no son correctas), supongamos que la radiación de 290 nm triplica el daño causado por la radiación de 350 nm y quintuplica el daño de la radiación de 400 nm. Entonces, si en un determinado patrón de medición la radiación UV de 290 nm causara un daño de 15 unidades, el daño de la radiación de 350 nm sería de 5 unidades, mientras que el de la radiación de 400 nm equivaldría a 3 unidades. En cada longitud de onda, multiplique el nivel real de radiación entrante por la ponderación:
Longitud de onda Incidencia Ponderación Resultado 290nm 10 15 150 350nm 20 5 100 400nm 50 3 150
Estas radiaciones ponderadas se suman o integran sobre la escala de 290 a 400 nm, lo cual arroja un valor que representa el efecto total que tendrá la radiación UV sobre la piel en un día determinado. En nuestro ejemplo, el total es 400.
Estos cálculos se ajustan para contemplar los efectos de la altitud y las nubes. En la superficie, la radiación UV experimenta un aumento de alrededor del 6% por cada kilómetro que nos elevemos sobre el nivel del mar. Si el cielo está despejado, es posible que el 100% de la radiación UV solar llegue a la superficie terrestre, proporción que baja al 89% cuando el cielo está parcialmente nublado, al 73% con el cielo prácticamente cubierto y al 31% con el cielo completamente cubierto. Si asumimos que el lugar de nuestro ejemplo se encuentra a 1 kilómetro de altitud y el cielo esta prácticamente cubierto, debemos realizar el siguiente cálculo:
400 x 1,06 x 0,73 = 309,5.
Una vez ajustado a la altitud y la nubosidad, este valor se divide por un factor de conversión de 25 y se redondea al número entero más cercano. Esto produce un valor que oscilará entre el 0 (cuando no hay luz solar) y una cifra cercana al 15. El valor resultante es el índice UV. Por lo tanto, el índice UV de la ciudad de nuestro ejemplo sería:
309,5 / 25 = 12,4; redondeado a 12.
Actualmente, el cálculo del índice UV no contempla los efectos
de las variaciones del reflejo según la superficie (arena, agua, nieve,
etc.), los agentes contaminantes de la atmósfera o la bruma.
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