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Alta de niños con epilepsia

Su hijo padece epilepsia. Las personas con esta enfermedad tienen convulsiones. Una convulsión o crisis epiléptica es un cambio breve y súbito en la actividad eléctrica y química en el cerebro. El médico le practicó a su hijo un examen físico y neurológico e hizo algunas pruebas para averiguar por qué.

Qué esperar en el hogar

Si el médico mandó a su hijo para la casa con algunos medicamentos, se debe a que probablemente se podrían presentar más convulsiones. El medicamento puede ayudarle al niño a evitar que éstas se presenten. El médico posiblemente necesite cambiar la dosis de los medicamentos anticonvulsivos de su hijo o agregar nuevos medicamentos. Esto puede deberse a que las convulsiones suceden incluso cuando su hijo está tomando los medicamentos o debido a que el niño está teniendo efectos secundarios.

Actividad y estilo de vida

Su hijo debe dormir bien y tratar de tener un horario lo más regular posible. Trate de evitar tener demasiado estrés. Usted igualmente debe establecer las reglas y los límites, junto con las consecuencias, para un niño con epilepsia.

Cerciórese de que su casa sea segura para ayudar a prevenir lesiones cuando se presente una convulsión.

  • Mantenga las puertas del baño y de la alcoba sin llave y evite que estén bloqueadas.
  • Los niños pequeños no deben tomar un baño en la tina sin que alguien esté presente. NO salga del cuarto sin llevar a su hijo consigo. Los niños mayores deben tomar sólo duchas. Ver también: Seguridad en el baño para los niños
  • Ponga protectores en las esquinas puntiagudas de los muebles.
  • Ponga una mampara delante de la chimenea.
  • Use pisos antideslizantes o cubiertas acolchadas para pisos.
  • NO utilice calentadores no empotrados.
  • No deje que su hijo con epilepsia duerma en la litera de arriba.
  • Reemplace todas las puertas de vidrio y cualquier ventana cerca del suelo ya sea con vidrio de seguridad o plástico.

La mayoría de los niños con convulsiones pueden llevar un estilo de vida activo. Planee por adelantado los posibles peligros de cierta actividad. Se deben evitar las actividades si una pérdida del conocimiento o del control ocasionaría una lesión.

  • Algunas actividades seguras abarcan trotar, hacer aeróbicos, practicar esquí a campo traviesa moderado, bailar, jugar tenis, jugar golf, excursionismo y jugar bolos. Los juegos y jugar en la clase de gimnasia o en el patio de recreo generalmente están bien.
  • Supervise a su hijo cuando esté nadando.
  • Su hijo debe llevar un casco puesto al montar en bicicleta, esquiar y otras actividades similares. Ver también: Prevención de traumatismos craneales en los niños
  • Los niños deben tener a alguien que los ayude a trepar a los juegos infantiles o a practicar gimnasia.
  • Pregúntele al pediatra acerca de la participación de su hijo en deportes de contacto.

Debe ser fácil para un estudiante llevar y tomar medicamentos anticonvulsivos en el colegio. Los profesores y otras personas en las escuelas deben saber sobre las convulsiones de su hijo y los medicamentos anticonvulsivos.

Su hijo debe usar una alarma médica o un brazalete de identificación. Coménteles a los miembros de la familia, los amigos, los profesores, las enfermeras escolares, las niñeras, los instructores de natación, los salvavidas y los entrenadores acerca del trastorno convulsivo de su hijo.

Medicamentos anticonvulsivos

No deje de darle a su hijo ningún medicamento anticonvulsivo sin hablar con el pediatra. Tampoco deje de darle los medicamentos anticonvulsivos simplemente debido a que las convulsiones han cesado.

Sugerencias para tomar los medicamentos anticonvulsivos:

  • No pase por alto ninguna dosis.
  • Realice la reposición tan pronto como pueda antes de que el medicamento se le acabe.
  • Mantenga los medicamentos anticonvulsivos en un lugar seguro, lejos de los niños.
  • Guarde los medicamentos en un lugar seco, en la botella en la que venían y deseche todas las botellas viejas.

Si su hijo pasa por alto una dosis:

  • Hágasela tomar tan pronto como lo recuerde.
  • Si ya es la hora para la próxima dosis, omita la dosis que olvidó darle y regrese a su horario. No le dé una dosis doble.
  • Si su hijo pasa por alto más de una dosis, hable con el pediatra o enfermera.

El alcohol y las drogas psicoactivas pueden cambiar la forma como funcionan los medicamentos anticonvulsivos. Sea consciente de este problema potencial en los adolescentes.

El médico o la enfermera necesitarán verificar regularmente las concentraciones sanguíneas de muchos de los medicamentos anticonvulsivos de su hijo.

Entienda que estos medicamentos tienen efectos secundarios. Si su hijo empezó a tomar un nuevo fármaco recientemente o su médico le cambió la dosis, estos efectos secundarios pueden desaparecer. Siempre pregúntele al pediatra por cualquier efecto secundario.

Cómo responder a una convulsión

Una vez que empieza una convulsión, no hay ninguna manera de detenerla. Los miembros de la familia y los cuidadores únicamente pueden ayudar a constatar que el niño esté a salvo de una lesión mayor y pedir ayuda, si es necesario.

Cuando se presenta una convulsión, el objetivo principal es proteger al niño de una lesión. Trate de prevenir las caídas. Ayude al niño a acostarse en el suelo en un área segura y despeje el área de muebles u otros objetos puntiagudos.

  • Póngale la cabeza sobre un cojín.
  • Aflójele la ropa apretada, sobre todo alrededor del cuello.
  • Voltéelo de lado. Si se presentan vómitos, voltear al niño de lado ayuda a garantizar que no inhale vómito hacia los pulmones.
  • Quédese con el niño hasta que se recupere o hasta que llegue ayuda médica profesional. Entretanto, vigile su pulso y frecuencia respiratoria (signos vitales).

Qué evitar:

  • NO refrene (intente sujetar) al niño.
  • NO ponga nada entre los dientes del niño durante una convulsión (incluyendo los dedos).
  • NO mueva al niño a menos que esté en peligro o cerca de algo que ofrezca riesgo.
  • NO intente hacer que el niño deje de convulsionar, ya que no tiene ningún control sobre la convulsión y no es consciente de lo que está sucediendo en el momento.
  • NO le dé nada al niño por la boca hasta que las convulsiones hayan cesado y esté totalmente despierto y lúcido.
  • NO inicie la reanimación cardiopulmonar a menos que el niño claramente haya dejado de tener la convulsión y aún no esté respirando ni tenga pulso.

Cuándo llamar al médico

Llame al pediatra si su hijo tiene:

  • Convulsiones que han estado presentándose con más frecuencia
  • Efectos secundarios de los medicamentos
  • Comportamiento inusual que no estaba presente antes
  • Debilidad, problemas para ver o problemas del equilibrio que son nuevos

Llame al número local de emergencias (911 en los Estados Unidos) si:

  • Una convulsión dura más de 2 a 5 minutos.
  • Su hijo no se despierta ni tiene un comportamiento normal dentro de un tiempo razonable después de una convulsión.
  • Después de haber terminado una convulsión, se inicia otra antes de que su hijo recupere la conciencia.
  • Su hijo tuvo una convulsión en el agua o parece haber inhalado vómito o alguna otra sustancia.
  • El niño está lesionado o tiene diabetes.
  • Hay algo diferente acerca de esta convulsión en comparación con las convulsiones usuales del niño.

Referencias

Foldvary-Schaefer N, Wyllie E. Epilepsy. In: Goetz C, ed. Textbook of Clinical Neurology. 3rd edition. Saunders. 2007: Chap 52.

Johnson MV. Seizures in childhood. In: Behrman RE, ed. Nelson Textbook of Pediatrics. 17th edition. Saunders. 2004: 1993-2009.

Trescher WH, Lesser RP. The epilepsies. In: Bradley WG, Daroff RB, Fenichel GM, Jankovic J, eds. Neurology in Clinical Practice. 5th ed. Philadelphia, Pa: Butterworth-Heinemann; 2008:chap 71.

Actualizado: 10/1/2010

Versión en inglés revisada por: Daniel B. Hoch, PhD, MD, Assistant Professor of Neurology, Harvard Medical School, Department of Neurology, Massachusetts General Hospital. Also reviewed by David Zieve, MD, MHA, Medical Director, A.D.A.M., Inc.

Traducción y localización realizada por: DrTango, Inc.

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