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Enseñar a su hijo a utilizar el teléfono de emergencias (911)
(Teaching Your Child How to Use 911)
Uno de los desafíos de la paternidad consiste en dotar a los hijos de las habilidades necesarias para afrontar los obstáculos que puede plantear la vida. Enseñarle a su hijo a utilizar el teléfono de emergencias (el 911 en EE.UU. y el 112 en la Unión Europea) en este tipo de situaciones es una de las lecciones más sencillas e importantes que puede compartir con él.
Hablar sobre el 911 con su hijo
No hace mucho tiempo, había un teléfono independiente para cada tipo de emergencia. En caso de incendio, se debía llamar a los bomberos; en caso de un acto de delincuencia, a la policía y, en caso de urgencia médica, a la ambulancia, el hospital o un médico.
Pero ahora el 911 (o el 112) es el número central para todo tipo de emergencia. El operador de la central de emergencias toma rápidamente la información de la persona que llama y la pone en contacto con el personal de emergencia necesario, lo que facilita y acelera la respuesta.
Según la National Emergency Number Association (Asociación Nacional del Número de Emergencias), el 911 cubre casi toda la población de EE.UU. (lo mismo ocurre con el 112 en prácticamente toda la Comunidad Europea), pero le recomendamos que lo compruebe en la guía telefónica para estar seguro de que el 911 funciona en su área.
Todo el mundo debe saber llamar al número 911 en una situación de emergencia. Pero los niños también necesitan conocer algunos detalles específicos para saber identificar una emergencia. Si formula a su hijo preguntas como "¿Qué harías si hay un incendio en casa?" o "¿Qué harías si vieras a alguien intentando entrar en casa?", podrá explicarle qué constituye exactamente una emergencia y qué debe hacer en el caso de que ocurra una. La representación de roles es una forma muy buena de tratar los distintos tipos de emergencia con que un niño se puede encontrar, y proporcionará a su hijo la confianza que necesita para afrontarlas.
Si su hijo es pequeño, también le ayudará si le habla sobre los equipos de emergencia que trabajan en su comunidad —los miembros de la policía, los bomberos, los ayudantes del personal médico, los médicos, el personal de enfermería y similares— y sobre qué tipo de cosas suelen hacer para ayudar a la gente que tiene problemas. Eso le aclarará no solo qué tipos de emergencias pueden suceder, sino también quién le puede ayudar en tales situaciones.
Cuándo llamar al 911
Parte de entender qué es una emergencia consiste en saber qué no lo es. Un incendio, un intruso que intenta entrar en casa, un miembro de la familia que pierde la conciencia, todas estas cosas requerirían llamar al 911. Un rasponazo en la rodilla, que alguien te robe la bicicleta o que se te pierda la mascota no son emergencias. De todos modos, enseñe a su hijo que, si en algún momento tiene alguna duda sobre si debería o no llamar a emergencias y no hay ningún adulto a quien preguntar, haga la llamada de todos modos. Más vale prevenir que lamentar.
Asegúrese de que a su hijo le queda claro que llamar al 911 en tono de broma es un delito en la mayoría de lugares. En algunas ciudades, las autoridades estiman que hasta el 75% de las llamadas al 911 no son llamadas de emergencia. Pero no todas son bromas. Algunas personas pulsan sin querer el botón de emergencias de sus móviles. Otras no son conscientes de que el 911 se debe utilizar solo en situaciones de verdadera emergencia (no para cosas como una rueda pinchada o un robo que ocurrió la semana pasada).
Ponga mucho énfasis en que siempre que una persona haga una llamada de emergencias innecesaria al 911, retrasará la respuesta del servicio de emergencias a alguien que realmente lo necesita. En la actualidad, la mayoría de áreas disponen de un sistema mejorado que permite localizar las llamadas realizadas al 911. Esto implica que, si alguien marca el número 911 en broma, podrían enviar directamente personal de emergencia al lugar de la llamada. Esto no solo implica poder salvarle la vida a alguien que tiene una verdadera emergencia y vive en el otro extremo de la ciudad, sino también que es sumamente probable que, cuando alguien llama al 911 en broma, se le pueda identificar y castigar.
Cómo utilizar el 911
A pesar de que la mayoría de las llamadas al 911 se pueden localizar, sigue siendo importante que su hijo memorice la dirección y el número de teléfono de su casa. Necesitará dar esa información al operador a modo de confirmación para que los profesionales de emergencias no pierdan tiempo enviando a trabajadores a una dirección incorrecta.
Asegúrese de que su hijo entiende que, a pesar de que nunca debe facilitar sus datos personales a desconocidos, está bien confiar en la persona que conteste al 911. Guíele por las preguntas que el operador de emergencias le podría formular, incluyendo las siguientes:
- ¿Desde dónde llamas? (¿Dónde vives?)
- ¿De qué tipo de emergencia se trata?
- ¿Quién necesita ayuda?
- ¿La persona afectada está consciente y respira?
Dígale que es normal estar asustado durante una emergencia, pero que es importante mantener la calma, hablar con lentitud y claridad y facilitar al operador del 911 la mayor cantidad posible de detalles. Si es lo bastante mayor para entenderlo, explíquele también que el personal de emergencia que le atienda por teléfono es posible que le dé instrucciones de primeros auxilios para que las aplique antes de que lleguen los trabajadores de emergencia.
Asegúrese de decirle a su hijo que no debe colgar el teléfono hasta que la persona que lo atienda se lo indique; en caso contrario, podría no recibir instrucciones u otra información de importancia.
Más consejos de seguridad
He aquí algunos consejos de seguridad complementarios que debería tener presentes:
- Refiérase al teléfono de emergencias utilizando la expresión "nueve-uno-uno" en vez de "nueve-once". En una emergencia, un niño podría no saber marcar el número correctamente, al no encontrar el botón del número "once" en el teléfono. (Con el 112, actúe del mismo modo.)
- Asegúrese de que el número de su casa se ve claramente desde la calle para que la policía, los bomberos o el personal de la ambulancia puedan localizar su casa sin problemas.
- Si su familia vive en un edificio de pisos o apartamentos, asegúrese de que su hijo sabe el número del piso y la letra de la puerta, o la planta y número del apartamento donde viven.
- Tenga una lista que contenga los teléfonos de emergencias a mano cerca de cada teléfono de la casa para su hijo y para la niñera. La lista debería incluir los teléfonos de la policía, los bomberos y las urgencias médicas (esto es especialmente importante si vive en una de las pocas áreas donde no funciona el 911), así como un número donde puedan localizarle, como el de su teléfono móvil, su radio o el teléfono de su trabajo. En la confusión que rodea a una emergencia, llamar desde una lista impresa resulta más fácil que tener que buscar el número en la guía telefónica o que averiguar cuál es el número de marcado rápida correcto. La lista también debería incluir las alergias conocidas, sobre todo a medicamentos, las afecciones médicas que padezca su hijo e información sobre su seguro médico.
- Si tiene circunstancias especiales en su casa, por ejemplo, si en su casa vive un abuelo anciano u otra persona que padece problemas cardíacos, epilepsia o diabetes, prepare a su hijo comentándole las emergencias específicas que podrían ocurrirle a esa persona y cómo detectarlas.
- Tenga siempre un equipo de primeros auxilios a mano y asegúrese de que su hijo y las personas que lo cuidan (niñera) saben dónde se encuentra. Cuando su hijo sea lo bastante mayor, enséñele las técnicas básicas de primeros auxilios.
Revisado por: Steven Dowshen, MD
Fecha de revisión: septiembre de 2010
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