"Hey Baby, sólo quería saludarte antes de irme a dormir. Buenas noches baby! Te veré en nuestros sueños. Te extraño baby! Muaah!"
Este correo electrónico fue creado por una maestra de la preparatoria Skyline. El destinatario: uno de sus estudiantes.
Investigadores del distrito escolar de Dallas determinaron la primavera pasada que Leslie Michel Finch mostró una conducta inapropiada con el muchacho de 17 años desde diciembre del 2008, según documentos del distrito.
Diez meses después de que el distrito terminó su indagación, Finch todavía estaba en su puesto de docente en Skyline, pero decidió renunciar el mes pasado. En semanas recientes pasó a ocupar un cargo de profesora suplente en un distrito escolar en el centro de Texas.
El caso ilustra un patrón descubierto en un análisis que The Dallas Morning News realizó a 20 casos de acusaciones de índole sexual contra maestros desde finales del 2005 hasta el 2009 en el distrito escolar de Dallas.
En cerca de la mitad de los casos se formularon cargos penales. En la otra mitad, a los educadores sospechosos de sostener una relación inapropiada con estudiantes se les permitió renunciar discretamente y mantener un registro penal limpio, lo que les permite seguir trabajando con niños.
En casi todos los casos, con la excepción de Finch, el DISD reportó las acusaciones al estado, conforme a su obligación, y a casi todos los maestros involucrados se les revocó su acreditación para ejercer como docentes.
Pero aún así, los educadores sin acreditación estatal pueden laborar fuera del sistema de educación pública, en guarderías, programas recreativos y escuelas privadas. Autoridades de Dallas se negaron a comentar sobre esta situación o sobre casos específicos.
Finch también se rehusó a comentar.
"Aunque no comentamos sobre asuntos personales, el distrito continúa notificando al estado oportunamente los nombres de los maestros que han renunciado al distrito a consecuencia de una presunta conducta inapropiada, tal como lo exige la ley", detalló el portavoz del DISD Jon Dahlander.
El integrante de la mesa directiva escolar Edwin Flores no abordó estos casos ni la situación general, pero dijo que si un caso contra un docente llega a la mesa directiva en una apelación, él no está a favor de permitir a un maestro renunciar.
"Como uno de los tres miembros del panel, si me preguntan si dejaré que la persona renuncie en vez de tomar su medicina, yo le diría 'no. Que se tome su medicina'".
Existen instancias legales diseñadas para casos como el de Finch a fin de que policías capacitados o trabajadores sociales para casos de abuso infantil determinen si se ha cometido algún delito o si se debe limpiar el nombre de un docente.
Todos los empleados de las escuelas –desde maestros hasta administradores y directores de distrito– están obligados por ley presentarse ante las autoridades en un plazo de 48 horas si se sospecha un caso de abuso sexual.
En el caso de Finch, las acusaciones no fueron comunicadas a la autoridad escolar del estado y la policía de Dallas no fue notificada.
En cambio una oficina investigadora del distrito escolar, encargada de analizar asuntos de ética laboral, fraude y gasto, determinó que algo inapropiado había ocurrido y aparentemente hasta ahí llegaron las cosas.
Reportes obligatorios
La ley estatal requiere a todos los profesionistas del campo familiar, desde consejeros hasta empleados escolares y médicos, reportar casos de posible abuso infantil menos de 48 horas de enterarse del hecho.
No hacerlo puede traerle una multa de hasta $2,000 o encarcelamiento por 180 días.
Para reportar el abuso infantil, llame al 1-800-252-5400 (Departamento de Servicios de Protección Familiar) o por correo electrónico a www.txabusehotline.org.
