Educación | Los logros del futuro

20 diciembre 2008

Cómo elegir una profesión en tiempos de cambio

Por Phyllis McIntosh

 
Joven sentado frente a una pantalla (AP Images)
El gobierno de Los Ángeles (California) administra un servicio de empleo que permite encontrar puestos de trabajo por Internet

Este artículo pertenece al periódico electrónico de diciembre de 2008 “Cómo elegir tu profesión”. Para consultar los demás artículos de este periódico haga clic a la derecha.

Los rápidos adelantos tecnológicos y la reestructuración económica han generado cambios significativos en el mercado laboral estadounidense y, como consecuencia, han afectado el modo en que los jóvenes hacen la transición del entorno académico al mundo laboral.

Phyllis McIntosh es periodista radicada en Washington D.C. y tiene amplia experiencia en cuestiones laborales.

Para los jóvenes estadounidenses, la búsqueda de empleo es ahora mucho más fácil que antes. El caudal de información que tienen a su disposición en lo que respecta a oportunidades de educación, posibles empleadores y vacantes de empleo está tan cerca como su propia computadora. No obstante, ahora muchos jóvenes tardan más que anteriores generaciones en concluir sus estudios, buscar un empleo y encontrar una profesión. Son mucho más exigentes al aceptar una oferta de empleo y cambian con bastante frecuencia de puesto de trabajo. Para esta generación, la lealtad entre empleado y empleador es un concepto que pertenece al pasado.

El uso de Internet para encontrar una profesión

Ningún otro avance tecnológico ha afectado más la forma en que los estadounidenses buscan empleo que Internet. En el pasado, los jóvenes titulados no tenían otra alternativa que asistir a ferias de empleo, conocer a los representantes de las empresas y leer la extensa información disponible en los centros de recursos de sus universidades para enterarse de las oportunidades de empleo en sus respectivos campos. Pero hoy, los estudiantes pueden encontrar oportunidades de empleo en las páginas web de las empresas y hasta presentar sus solicitudes por Internet.

“Muchos estudiantes se sienten más cómodos realizando un búsqueda pasiva”, opina Edwin W. Koc, director de investigación de la Asociación Nacional de Universidades y Empleadores (NACE, siglas en inglés). “La desventaja es que al empleador se le hace más difícil evaluar a los candidatos para un puesto. Aquí, en Estados Unidos, todavía dependemos de la entrevista personal. Nuestros estudios revelan que los estudiantes que encontraron empleo con mayor rapidez fueron aquellos que combinaron la búsqueda por Internet con entrevistas personales con los empleadores”.

El instrumento más novedoso para los que buscan empleo son las populares redes sociales como Facebook, MySpace y LinkedIn, que permiten a sus usuarios comunicar de manera rápida a cientos de personas su interés por una vacante determinada. Los empleadores que desean llenar vacantes también recurren a estas redes. En los estudios de Koc, cerca del 16 por ciento de los empleadores admitió que utilizaba estas redes sociales como parte de su actividad de contratación, y el 7 por ciento de los estudiantes confirmó que se había comunicado directamente con un empleador a través de su cuenta en una red social. La desventaja para quienes buscan empleo es que muchos más empleadores –44 por ciento– acuden a estas páginas para acceder al perfil personal de los posibles candidatos, según revela una encuesta de www.vault.com, un portal de información sobre empleos. Más del 80 por ciento de los empleadores revela que ver algún dato negativo en el perfil de un candidato puede afectar la decisión de contratación.

Internet también ha hecho posible que un mayor número de estadounidenses pueda obtener la titulación universitaria por Internet, lo cual es una comodidad, sobre todo para estudiantes de mayor edad que ya tienen empleo y responsabilidades familiares. Sin embargo, en una encuesta realizada por Vault, el 63 por ciento de los empleadores dijo que favorecería al candidato que tuviera la licenciatura tradicional frente a otro que hubiera realizado sus estudios por Internet. Un dato alentador es que el 83 por ciento de los empleadores y gerentes de contratación tienen ahora una opinión más favorable de la titulación por Internet que hace cinco años.

Aplazando la edad adulta

Joven frente a un tablón de anuncios. (AP Images)
Los estudiantes de una universidad de Ohio pueden informarse sobre oportunidades de empleo en los tablones de anuncios.

Aunque la búsqueda de empleo se haya vuelto más fácil, parece que a los jóvenes estadounidenses se les ha hecho más difícil trazar su rumbo de vida. De hecho, para muchos, su profesión es el resultado de un accidente fortuito más que de una decisión consciente de educarse para alcanzar una meta, dice John Flato, vicepresidente de investigación y asesoría de Vault. La mitad de todos los estudiantes cambia de especialización durante su primer año de universidad. Y, aunque más del 40 por ciento piensa en su primer año que realizará estudios graduados o profesionales, el número se reduce en un 20 por ciento cuando llega al cuarto año. Un estudio de NACE confirma que la mayoría de los estudiante elige su campo de especialización porque disfruta de las clases. Y, salvo en el caso de disciplinas como la ingeniería, cuyos programas de estudio están concebidos para preparar al estudiante para la profesión, los estudiantes no vinculan su campo de estudio con lo que harán en la vida una vez que se hayan licenciado, dice Koc.

Es posible que toda esta incertidumbre sea la causa de que a los estudiantes ahora les tarda seis años, como promedio, para obtener la titulación que solían completar en cuatro, dice Flato. Añade que una razón de ello es que las universidades desean retener a los estudiantes y, si cambian de especialización, no permiten que sólo tomen esos cursos adicionales para graduarse en el período de cuatro años.

La obtención de un título universitario tampoco lanza automáticamente a los jóvenes a la adultez. En general, los jóvenes ahora contraen matrimonio más tarde, y por motivos económicos regresan al hogar. Sus padres complacientes se sienten contentos de seguir dándoles cierto apoyo financiero y algunos siguen estando muy involucrados en la vida adulta de sus hijos, a veces hasta el punto de acompañarles a entrevistas de trabajo o de llamar a un empleador para saber la razón por la que su hijo/a no fue contratado, según revelan los expertos.

Para muchos jóvenes recién licenciados, el primer empleo es meramente un primer peldaño. La mitad de ellos cambiará de puesto de trabajo en los siguientes 12 a 18 meses. “Este proceso exploratorio es, de muchas maneras, lo que antes solía suceder en la universidad y ahora tiene lugar durante los primeros años en el mundo laboral”, indica Daniel H. Pink, autor y experto en asuntos relacionados con la trayectoria profesional y el empleo. “Es inevitable que la selección de una profesión se deba en alguna medida a un accidente fortuito y pienso que es sano que sea imposible pronosticar con facilidad el mercado laboral”.

Cambio de tendencias

Una de las tendencias más relevantes en Estados Unidos es la desaparición del concepto de lealtad a un empleador. Los jóvenes se dan cuenta de que un cambio de empleo es la manera más rápida de avanzar en términos de salario y responsabilidades, y a diferencia de sus padres y abuelos pocos tienen previsto quedarse con la misma empresa durante décadas. Tampoco esperan de sus empleadores la fidelidad a largo plazo, ni tampoco un puesto de trabajo seguro. “La gente ha visto cómo amigos y familiares han sido objeto de despidos, ceses y adquisiciones, de modo que piensan: si así actúan las empresas, tengo que velar por mis propios intereses”, añade Flato.

Por su parte, los empleadores están facilitando más que nunca el cambio de un puesto a otro. La cobertura de salud para los nuevos empleados por lo general se activa inmediatamente, sin que exista un intervalo de espera, y los programas tradicionales de pensiones han sido reemplazados por planes de jubilación 401(k). Los empleados contribuyen lo que quieren a estos planes y retienen los fondos aun cuando cambian de empleo.

Más que ninguna otra generación anterior, los jóvenes estadounidenses quieren que su trabajo tenga  un propósito. Las encuestas revelan que buscan a empleadores que protejan el medio ambiente y que fomenten la responsabilidad social, y quieren que su trabajo haga una diferencia en el mundo. Suelen preferir empleadores que proporcionan diversas prestaciones en el lugar de empleo, como un gimnasio, atención médica, guardería, peluquería, servicios de lavandería y tintorería, es decir, todo lo que contribuya a mantener cierto equilibrio entre el trabajo y la vida familiar. En varias encuestas recientes en las que se pidió a estudiantes universitarios que nombraran a su empleador idóneo, Google, el gigante de búsquedas en Internet famoso por las prestaciones que ofrece a sus empleados (como una cafetería gourmet gratuita), se clasificó en primer puesto.

Para un número considerable de jóvenes, la situación geográfica es un factor decisivo a la hora aceptar una oferta de empleo. Algunos desean vivir un estilo de vida urbano o en determinada región del país. Muchos prefieren quedarse en un entorno que conocen y no aceptarán un empleo lejos del hogar familiar, según un estudio realizado por NACE.

A pesar de sus exigencias, los expertos opinan que los jóvenes recién licenciados pueden estar seguros de que sus oportunidades de empleo se mantendrán relativamente buenas según la economía de Estados Unidos se recupere de la recesión. Los jóvenes son los preferidos de los empleadores porque cuesta menos contratarlos y son más receptivos a la formación profesional en el trabajo que los empleados con más experiencia. Según se jubilen los empleados que nacieron en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, la denominada generación de la posguerra, se irán abriendo más puestos de trabajo, especialmente en el gobierno y en el campo de la educación, según pronostica Koc. Agrega que las expectativas de empleo serán generalmente buenas para licenciados en administración de empresas, la especialización más popular en las universidades estadounidenses, a pesar de que han desaparecido muchos empleos en el sector financiero como consecuencia de la crisis de finales de 2008.

Según se vayan asignando cada vez más las tareas rutinarias a las computadoras, “el talento artístico, la inventiva, la empatía y la amplitud de miras, características ya en demanda hoy, cobrarán aún más importancia”, opina Dan Pink.

Lo cierto es que en la economía actual nada es tan constante como el cambio, tanto en la manera en que los jóvenes buscan y consiguen empleo como en el tipo de empleos que desempeñarán. Como señala Pink: “en 10 ó 20 años algunos jóvenes tendrán empleos en industrias que es posible que no existan hoy y desempeñarán cargos para los que ni siquiera tenemos nombre hoy”.

Las opiniones expresadas en este artículo no reflejan necesariamente el punto de vista ni la política del gobierno de EE.UU.

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