Aspectos generales de las opciones de tratamiento
Se recomienda la extirpación quirúrgica para la mayoría de los tipos de tumores cerebrales en gran parte de los sitios y que esta sea lo más completa posible dentro de las
limitaciones impuestas por la preservación de la función neurológica.[1] Una excepción a
esta función de la cirugía se presenta en los tumores profundamente asentados, tales como
gliomas pontinos, que se diagnostican ante la evidencia clínica y se tratan
sin cirugía inicial aproximadamente el 50% de las veces. Sin embargo, en
la mayoría de los casos se prefiere el diagnóstico por biopsia. La biopsia
estereotáctica puede emplearse en las lesiones que son difíciles de alcanzar y
resecar.
La radioterapia desempeña una función importante en el tratamiento de los pacientes según se comprobó en el EORTC-22845 y el MRC-BR04, con la mayoría de los tipos de tumores y puede aumentar la tasa de curación o
prolongar la supervivencia sin enfermedad del paciente.[2] La radioterapia también puede
ser útil en el tratamiento de recidivas en pacientes tratados en un principio exclusivamente con cirugía.
La quimioterapia puede prolongar la supervivencia del paciente ante algunos
tipos de tumores y se ha informado que prolonga la supervivencia sin
enfermedad en pacientes con gliomas, meduloblastomas y algunos tumores de
células germinales.[3] La quimioterapia local con nitrosourea aplicada a un
polímero colocado directamente en el cerebro durante la cirugía ha mostrado
ser una modalidad inocua y se encuentra bajo evaluación clínica.[1,4]
La cirugía y la radioterapia son las modalidades primarias utilizadas para el tratamiento de tumores del eje espinal; las opciones terapéuticas varían según la histología del tumor.[5] La experiencia con la quimioterapia para tumores primarios de la médula espinal es escasa; no ha habido informes de ensayos clínicos controlados para estos tipos de tumores.[5,6] Se indica quimioterapia para la mayoría de los pacientes con compromiso leptomeníngeo (de un tumor primario o metastásico) y una citología positiva del líquido cefalorraquídeo.[5] La mayoría de los pacientes necesitan tratamiento con corticosteroides, especialmente si están siendo tratados con radioterapia.
Para los pacientes con tumores cerebrales, dos objetivos primarios de la cirugía son 1) establecer un diagnóstico histológico y 2) reducir la presión intracraneal mediante la extirpación de la mayor masa tumoral posible que permita preservar la función neurológica.[5] La eliminación total de los tumores intraparenquimales primarios por cirugía solamente es sumamente inusual. Las opciones de radioterapia y quimioterapia varían según la histología y el sitio anatómico del tumor cerebral. El tratamiento de los gliomas de grado alto incluye la implantación quirúrgica de un polímero impregnado con carmustina en combinación con radioterapia de haz externa posquirúrgica (EBRT, por sus siglas en inglés).[7] Para tratar los edemas peritumorales asociados con los tumores cerebrales se usa dexametasona, manitol y furosemida. En el caso de los pacientes con convulsiones es obligatorio administrar anticonvulsivos.[5]
Las terapias biológicas novedosas en evaluación clínica para los pacientes con tumores cerebrales comprenden vacunación con células dendríticas,[8] inhibidores del receptor de la tirosina cinasa,[9] inhibidores de la farnesil transferasa, terapia génica vírica,[10,11] virus oncolíticos, inhibidores del receptor del factor de crecimiento epidérmico e inhibidores del factor de crecimiento endotelial vascular,[12] y otras sustancias antiangiogénicas.
Los pacientes con tumores cerebrales que no son frecuentemente curables o que no se
pueden resecar deberán considerarse idóneos para ensayos clínicos que
evalúen radiosensibilizadores, hipertermia o braquiterapia intersticial
empleada junto con EBRT para mejorar el control local
del tumor o para estudios que evalúan nuevos fármacos y modificadores de
respuesta biológica.[12]
(Para mayor información en inglés sobre ensayos clínicos en curso, consultar el portal de Internet del NCI.)
Tumores cerebrales metastásicos
La terapia óptima para pacientes con metástasis cerebral continua evolucionando.[13-15] Los corticosteroides, anticonvulsivos, la radioterapia, cirugía y radiocirugía, tienen un sitial ganado en el entorno del tratamiento. Debido a que la mayoría de los casos de metástasis cerebral implican metástasis múltiples, la práctica actual consiste en tratar las lesiones con radioterapia total al cerebro (WBRT, por sus siglas en inglés). Resulta útil utilizar WBRT adyuvante con cirugía o radiocirugía. La terapia quirúrgica o radiocirugía resulta útil en el resecado de una metástasis cerebral única o una lesión grande, sintomática o que ponga en peligro la vida del paciente. La función de la radiocirugía aún está por definirse; puede resultar útil como para sustituir el tratamiento quirúrgico en pacientes con lesiones menores de 3 cm en diámetro. Generalmente, la quimioterapia no es la primera terapia a aplicarse en el paciente, sin embargo, puede desempeñar una función en el tratamiento de pacientes con metástasis cerebrales de tumores quimiosensitivos.[13,16]
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