El fraude de tarjetas de crédito y tarjetas de cargo le cuesta a los titulares y emisores de las tarjetas cientos de millones de dólares por año. Si bien el robo es la forma más obvia de fraude, éste puede ocurrir de otras maneras. Por ejemplo, alguien puede utilizar el número de su tarjeta sin su conocimiento.
No siempre es posible prevenir el fraude con tarjetas de crédito o tarjetas de cargo — también llamadas tarjetas de compra. Pero hay algunas medidas que usted puede tomar para que resulte más difícil que un estafador capture su tarjeta o números de la tarjeta y así minimizar la posibilidad de ser estafado.
A continuación se presentan algunas recomendaciones para ayudarlo a protegerse del fraude de tarjetas de crédito y cargo.
Ponga en práctica estos SÍ:
Si pierde su tarjeta de crédito o cargo o si advierte que han sido robadas, llame inmediatamente al emisor de la tarjeta. Muchas compañías tienen un número telefónico de acceso gratuito y atienden durante las 24 horas para tratar este tipo de emergencias. Por ley, una vez que usted reporta la pérdida o robo de la tarjeta, no es considerado responsable del pago de los cargos no autorizados. En cualquier caso, bajo lo dispuesto por la ley federal, su responsabilidad máxima se limita a $50 por tarjeta.
Si usted sospecha un fraude, es posible que se le solicite que firme una declaración bajo juramento en la que se haga constar que usted no hizo la(s) compra(s) en cuestión.
La FTC trabaja en favor del consumidor para la prevención de prácticas comerciales fraudulentas, engañosas y desleales y para proveer información para ayudar a los consumidores a identificar, detener y evitar dichas prácticas. Para presentar una queja o para obtener información gratuita sobre temas de interés del consumidor visite ftc.gov/consumidor o llame sin cargo al 1-877-FTC-HELP (1-877-382-4357); TTY: 1-866-653-4261. La FTC ingresa las quejas presentadas por los consumidores a una base de datos segura y herramienta investigativa llamada Red Centinela del Consumidor (Consumer Sentinel) que es utilizada por cientos de agencias de cumplimiento de las leyes civiles y penales en los Estados Unidos y del extranjero.