Derechos humanos | La defensa de la dignidad humana

11 marzo 2008

Secretaria de Estado Rice presenta informe sobre derechos humanos

Informe anual presentado al Congreso

 
La seecretaria Rice en una conferencia de prensa reciente.(© AP Images)
La seecretaria Rice en una conferencia de prensa reciente.(© AP Images)

“Hoy nos reunimos para apoyarles y con la esperanza en que este Informe sobre Derechos Humanos muestre los obstáculos que todavía quedan en sus caminos, de manera que por lo menos puedan llevar el manto de la justicia, con menos riesgo para ellos y sus familias. Este documento se ha recopilado y redactado con el optimismo de que ningún rincón de la Tierra sea condenado permanentemente a la tiranía", dijo la secretaria de Estado Condoleezza Rice el 11 de marzo, al presentar el documento anual denominado Informe por Países sobre Prácticas de Derechos Humanos.

A continuación una traducción de la declaración de la secretaria Rice:

(comienza el texto)

Departamento de Estado de Estados Unidos
Oficina del portavoz
Para difusión inmediata
11 de marzo de 2008
2008/178

Declaración de la secretaria de Estado Condoleezza Rice
en relación con el Informe por Países sobre Prácticas de Derechos Humanos 2007, del Departamento de Estado

11 de marzo de 2008

Washington, D.C.

SECRETARIA RICE: Buenas tardes. Me agrada sumarme hoy a Jonathan Farrar, secretario adjunto de Estado en funciones para Democracia, Derechos Humanos y Trabajo para presentar el Informe por Países sobre Prácticas de Derechos Humanos 2007.

En todas las regiones del mundo hay hombres y mujeres que trabajan pacíficamente, con frecuencia con grandes riesgos para ellos y sus familias, para proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales, cumpliendo el dictado de sus conciencias y expresando sus criterios sin temor, para elegir a quienes los gobernarán y exigir que los líderes rindan cuenta de sus actos, y para conseguir la justicia igualitaria amparada por la ley.

Desafortunadamente esas aspiraciones, tan comunes para nosotros, todavía le son negadas a millones en todo el mundo, con frecuencia por sus propios gobiernos. En demasiados países los adalides de los derechos humanos son denunciados y perseguidos, denostados como traidores o escogidos para ser objeto de represión, solamente por insistir en las libertades consagradas por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

En otros países, incluso en aquellos que recientemente han iniciado su transición a la democracia, los derechos humanos no están completamente garantizados, posiblemente debido a la debilidad de las instituciones o a la corrupción, que socavan el estado de derecho, posiblemente a causa de conflictos o de la inseguridad, que se entromete en la libertad de los individuos, o posiblemente por la aplastante pobreza y las enfermedades, que pueden hacer que incluso los ciudadanos más irreprochables pierdan la esperanza por mejorar sus vidas.

La senda de una nación hacia un futuro con derechos humanos protegidos por las leyes no es ni fácil ni directa. A lo largo del camino se encuentran tropiezos y retrocesos. Incluso en las mejores circunstancias no es sencillo transformar los ideales democráticos en instituciones democráticas efectivas, pero, a pesar de cada desafío, los valerosos defensores de los derechos humanos perseveran. Ellos son una inspiración para sus conciudadanos y para todos nosotros. Las elevadas normas que establecen siguen ofreciendo esperanza a personas en todo el mundo que trabajan pacíficamente en favor de su libertad, su dignidad y de sus derechos.

Hoy nos reunimos para apoyarles y con la esperanza en que este Informe sobre Derechos Humanos muestre los obstáculos que todavía quedan en sus caminos, de manera que por lo menos puedan llevar el manto de la justicia, con menos riesgo para ellos y sus familias. Este documento se ha recopilado y redactado con el optimismo de que ningún rincón de la Tierra sea condenado permanentemente a la tiranía. Como ha dicho el presidente Bush “la libertad puede ser resistida y la libertad puede ser postergada, pero la libertad no puede ser negada". A largo plazo tenemos confianza en que prevalezcan los ciudadanos que se sacrifican por su dignidad y sus derechos, como hicieron antes Havel y Mandela y tantos otros como ellos.

El cambio, aunque tomará tiempo, llegará. Mientras los ciudadanos de todo el mundo sostengan el valor universal de los derechos humanos, habrá esperanza; y nosotros, en Estados Unidos, seguimos considerando que es nuestro deber apoyar a esos valientes hombres y mujeres. Y es en ese espíritu que me complace presentar este Informe por Países sobre Prácticas de Derechos Humanos 2007.

(termina el texto)

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