Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades (ATSDR)
Resumen de Salud Pública
Percloratos (Perchlorates)
CAS#: 10034-81-8, 7778-74-7, 7790-98-9, 7601-89-0, 7791-03-9
septiembre de 2005
Esta publicación es un resumen de la Reseña Toxicológica de los percloratos y forma parte de una serie
de resúmenes de salud pública sobre sustancias peligrosas y sus efectos sobre la salud. También hay una versión
abreviada, ToxFAQs™, también está disponible.
Esta información es importante para usted debido a que esta sustancia podría causar efectos nocivos a su salud. Los efectos a la
salud de la exposición a cualquier sustancia peligrosa van a depender de la dosis, la duración, la manera de exposición, las
características y los hábitos personales, y si están presentes otras sustancias químicas. Si desea información adicional,
puede comunicarse con el Centro de Información de la ATSDR al 1-888-422-8737.
Este resumen de salud pública le informa acerca de los percloratos y de los efectos de la exposición a estas sustancias.
La Agencia
de Protección del Medio Ambiente de EE. UU. (EPA, por sus siglas en inglés) identifica
los sitios de desechos peligrosos más serios en la nación. La EPA luego coloca estos sitios
en la Lista
de Prioridades Nacionales (NPL, por sus siglas en inglés) y los designa para limpieza a largo
plazo por parte del gobierno federal. Se han encontrado percloratos en por lo menos 8 de los 1,662 sitios actualmente en la NPL o
que formaron parte de la NPL en el pasado. Aunque el número total de sitios de la NPL en
los que se han buscado estas sustancias no se conoce, el número de sitios en que se encuentre percloratos puede aumentar a medida que
se evalúan más sitios. Esta información es importante porque estos sitios pueden constituir fuentes de exposición,
y la exposición a estas sustancias puede perjudicarlo.
Cuando una sustancia se libera desde un área extensa, por ejemplo desde una planta industrial, o desde un recipiente como un barril o
una botella, la sustancia entra al ambiente. Esta liberación no siempre conduce a exposición. Usted puede exponerse a una sustancia
solamente cuando entra en contacto con ésta al inhalar, comer o beber la sustancia, o por contacto con la piel.
Hay muchos factores que determinan si la exposición a los percloratos lo perjudicará. Estos factores incluyen la dosis (la cantidad),
la duración (por cuánto tiempo) y de la manera como entró
en contacto con estas sustancias. También debe considerar las otras sustancias químicas a las que usted está expuesto, su
edad, sexo, dieta, características personales, estilo de vida y condición de salud.
Los percloratos son sales incoloras sin olor. Hay cinco tipos de percloratos que se manufacturan en grandes cantidades: perclorato de magnesio,
perclorato de potasio, perclorato de amonio, perclorato de sodio y perclorato de litio. Los percloratos se encuentran en dos formas en el ambiente.
En la ausencia de agua, como por ejemplo en un barril o sobre tierra seca, existirán en forma de sólidos. En la presencia de agua,
se disolverán rápidamente. Cuando los percloratos se disuelven en agua, se separan en dos partes, una de ellas tiene una carga
positiva y la otra una carga negativa. La parte con la carga negativa es el anión perclorato o simplemente perclorato. Esta es la porción
de la sustancia química que se busca en el ambiente o en el cuerpo.
Los percloratos pueden ser sustancias químicas muy reactivas. Cuando se calientan a alta temperatura, empiezan a reaccionar. Una vez
que empiezan a reaccionar, producen una gran cantidad de calor. Esto hace que más perclorato empiece a reaccionar, lo que genera aun más
calor. Este proceso se repite una y otra vez hasta que ocurre una explosión. Debido a que los percloratos reaccionan de esta manera, se
usan principalmente en propulsores de cohetes, fuegos artificiales y explosivos.
Debido a que los percloratos pueden reaccionar explosivamente, no se esperaba encontrarlos en el ambiente. Sin embargo, a temperaturas normales,
los percloratos reaccionan mucho más lento. Sólo recientemente nos hemos enterado de que los percloratos pueden permanecer mucho
tiempo en el ambiente.
Una de las sales de perclorato, el perclorato de amonio, se produce en grandes cantidades debido a su uso en cohetes. El perclorato de amonio
constituye casi 70% del propulsor sólido del trasbordador espacial. Los percloratos también se usan en explosivos. Se estima que
el 90% de los percloratos que se producen se usan en actividades militares y aeroespaciales. Debido a que los percloratos tienen aplicaciones
militares, muchos países consideran que las cantidades que producen son materia confidencial. Esta es una de las razones por la cual no
se sabe exactamente cual es la cantidad de percloratos que se produce o usa en Estados Unidos o en otras partes del mundo. No hay ninguna ley
que obligue a las compañías privadas en Estados Unidos a suministrar información acerca de la cantidad de percloratos que
fabrican o usan. Tampoco se sabe que cantidad de percloratos entra a Estados Unidos desde otros países, aunque probablemente la mayor
parte entra como constituyente de fuegos artificiales.
Otros usos de los percloratos incluyen fuegos artificiales, explosivos, señales luminosas, pólvora, adhesivos, baños electrolíticos,
baterías, agentes para desecar y grabado y en sistemas para generar oxígeno. También se usan para fabricar otras sustancias
químicas. En el pasado, los percloratos se usaron en medicina para tratar la hiperactividad de la glándula tiroides. Actualmente,
los percloratos se usan para evitar la incorporación de tecnecio durante exámenes de la tiroides y para contrarrestar los efectos
adversos sobre la tiroides de la droga amiodarona.
Los percloratos ocurren naturalmente solamente en depósitos de salitre en Chile (Sudamérica). Nadie sabe por que se encuentra
en grandes cantidades en esa región y no en otras partes. El salitre chileno se usa para fabricar abonos. En el pasado, Estados Unidos
usó
grandes cantidades de este abono para fertilizar plantas de tabaco, pero actualmente se usa muy poco.
Antes del año 1997 era muy difícil medir la cantidad de percloratos en el ambiente. Sin embargo, el año 1997 se desarrolló
un método mucho mejor, y actualmente es posible medir niveles bajos de percloratos en el agua y en otros medios. Los científicos
primero empezaron a buscar percloratos cerca de lugares donde se usaron. El hallazgo de percloratos en numerosos lugares causó sorpresa
ya que no se pensaba que pudieran persistir en el ambiente mucho tiempo. Desde entonces, los científicos han continuado buscando percloratos
en el agua en más y más lugares. Recientemente se detectaron percloratos en el suelo, en plantas y en animales cerca de áreas
contaminadas con percloratos.
Los percloratos entraron al ambiente cuando se fabricaron, probaron o desarmaron cohetes. También sabemos que los percloratos entrarán
al ambiente si un cohete explota o se estrella. Las fábricas que manufacturan o usan percloratos también pueden liberarlos al suelo
o al agua. Algunas fábricas pueden liberar polvos de percloratos, los que pueden ser esparcidos por el viento. Los percloratos también
pueden entrar al ambiente si una fábrica que los usa, por ejemplo una fábrica de fuegos artificiales, explota. La cantidad de percloratos
que puede entrar al ambiente a causa del uso de fuegos artificiales, explosivos, señales luminosas y productos similares se cree que es
muy baja, aunque no se sabe con certeza. Estudios recientes han descrito contaminación con percloratos en lugares que se sabe no se fabricaron,
usaron o liberaron por seres humanos. No se sabe como llegaron a esos lugares.
Si los percloratos se liberan al ambiente, es muy probable que terminen en el suelo o el agua (ríos, arroyos, lagos y lagunas). Los percloratos
serán arrastrados a través del suelo por la lluvia. A medida que el agua de lluvia penetra el suelo, también penetrarán
los percloratos. Mientras más profundo penetran el suelo, más probable es que terminen en el agua subterránea. En climas áridos,
los percloratos se movilizarán a través del suelo más lentamente. La información disponible hasta el momento indica
que los percloratos permanecerán en el agua y el suelo durante mucho tiempo.
Usted puede exponerse a los percloratos si toma agua o come alimentos contaminados con estas sustancias. La mayoría de los suministros
de agua contaminados se encuentran cerca de sitios de residuos peligrosos donde se han encontrado percloratos. Los percloratos se han encontrado
en lagos, ríos y en manantiales de agua subterránea cerca de estos sitios. También se han encontrado percloratos en lagos,
ríos y en manantiales subterráneos cerca de estos sitios. En unos pocos lugares, también se han encontrado en niveles muy
bajos en agua de grifo. En un estudio de aproximadamente 3,600 suministros de aguas públicas en Estados Unidos , se encontró percloratos
en aproximadamente 2% de las muestras de agua potable y 4% de los suministros en una concentración de más de 4 partes por billón
(ppb). Actualmente no hay manera efectiva o de bajo costo para remover los percloratos de suministros de agua potable extensos. Sin embargo,
se están desarrollando métodos nuevos para resolver este problema.
Usted puede estar expuesto a los percloratos si vive cerca de una fábrica en donde se manufacturan estas sustancias. También puede
estar expuesto a los percloratos si vive cerca de una fábrica que manufactura fuegos artificiales, señales luminosas u otros dispositivos
explosivos. La pólvora contiene percloratos, y usted puede estar expuesto a pequeñas cantidades de percloratos si usted recarga
sus propias municiones. Una variedad de productos de tabaco contiene perclorato, de manera que usted puede exponerse a estas sustancias si fuma
o mastica tabaco. También se han encontrado percloratos en alimentos y en leche.
Si usted vive cerca de un sitio de residuos peligrosos, puede estar expuesto a niveles de percloratos más altos que otra gente en Estados
Unidos . Si usted vive cerca de una planta que manufactura o prueba cohetes, también puede estar expuesto a niveles más altos de
perclorato. Como se mencionó anteriormente, se han encontrado pequeñas cantidades de percloratos en áreas donde no se han
ni manufacturado, usado o liberado por seres humanos. De cualquier forma, es posible exponerse a percloratos en estos lugares; sin embargo, las
características de la contaminación y la exposición no están claras y se deben estudiar con más detalle.
Los percloratos pueden entrar al cuerpo si usted come alimentos o toma agua que los contienen. Debido a que se disuelven fácilmente en
agua, pasan rápidamente desde el estómago y los intestinos a la corriente sanguínea. Si usted respira aire que contiene
polvo o gotitas de perclorato, éste puede pasar a la corriente sanguínea a través de los pulmones. Los percloratos probablemente
no entran al cuerpo directamente a través de la piel, pero si hay percloratos en sus manos, es posible que los trague si se lleva las
manos a la boca.
La corriente sanguínea distribuye al perclorato a todo el cuerpo. El perclorato no cambia dentro del cuerpo. Unos pocos órganos
internos (por ejemplo, la tiroides y las glándulas salivales) pueden incorporar cantidades relativamente altas de perclorato desde la
corriente sanguínea. El perclorato abandona estos órganos en unas pocas horas. También se ha encontrado perclorato en la
leche materna.
Cuando se tragan percloratos, un pequeño porcentaje es eliminado en las heces. Más del 90% del perclorato que se ingiere pasa
a la corriente sanguínea. En la sangre, el perclorato pasa a los riñones y de ahí a la orina. El cuerpo empieza a eliminar
perclorato a través de los riñones aproximadamente 10 minutos después de la exposición. La mayor parte de la cantidad
de perclorato que entra al cuerpo se elimina en 1 día.
El principal órgano afectado por perclorato en seres humanos es la glándula tiroides. El perclorato previene que la tiroides incorpore
yodo. El yodo es un elemento esencial para la síntesis de hormonas tiroideas. Las hormonas tiroideas regulan ciertas funciones del cuerpo
luego de ser liberadas a la corriente sanguínea. Las personas expuestas a cantidades excesivas de perclorato pueden tener una glándula
tiroides de baja actividad. Esta condición se conoce en medicina como hipotiroidismo. El hipotiroidismo también puede ser causado
por condiciones sin relación alguna con percloratos. En el hipotiroidismo, la disminución del nivel de hormonas tiroideas en la
sangre hace que aumente el nivel de hormonas pituitarias, lo que puede producir un gran aumento del tamaño de la tiroides. En medicina
esto se conoce como bocio. Debido a que las hormonas tiroideas tienen funciones importantes a través de todo el cuerpo, muchas actividades
normales del cuerpo también se ven afectadas por el bajo nivel de hormonas tiroideas. Como se sabía que los percloratos disminuían
los niveles de hormonas tiroideas, en el pasado los percloratos se usaron como medicamento (más de 400 miligramos al día, lo que
es muchísimo mayor que lo que se encuentra en el ambiente) para tratar a gente con glándulas tiroides hiperactivas (condición
llamada hipertiroidismo). En un pequeño número de pacientes tratados con perclorato se observaron efectos secundarios incluyendo
salpullidos, náusea y vómitos. Unos pocos pacientes sufrieron una disminución grave de células de la sangre, y algunos
fallecieron. En un grupo de personas de buena salud que tomaron en forma voluntaria cerca de 35 miligramos de perclorato al día (equivalente
a beber 2 litros de agua que contiene 17 ppm de perclorato al día) durante 2 semanas no hubo ninguna indicación de funcionamiento
anormal de la glándula tiroides. En un estudio de adultos en Nevada se observó que el número de casos de enfermedad de la
tiroides en un grupo que tomó
agua contaminada con perclorato era similar al observado en un grupo que tomó agua sin perclorato. Esto significa que probablemente los
niveles de perclorato en el agua no fueron la causa de la enfermedad de la tiroides. Dos estudios de personas que trabajaron durante años
en la producción de percloratos no encontraron ninguna evidencia de alteraciones de la tiroides, el hígado, los riñones
o la sangre de estas personas. En uno de estos estudios se estimó
que los trabajadores podrían haber absorbido hasta 34 miligramos de perclorato al día.
Los científicos usan una variedad de pruebas para proteger al público de los efectos perjudiciales de sustancias químicas
tóxicas y para encontrar maneras para tratar a personas que han sido afectadas.
Una manera para determinar si una sustancia química perjudicará
a una persona es averiguar como el cuerpo absorbe, usa y libera la sustancia. En el caso de algunas sustancias químicas puede ser necesario
experimentar en animales. La experimentación en animales puede ayudar a identificar problemas de salud tales como cáncer o defectos
de nacimiento. Sin el uso de animales de laboratorio, los científicos perderían un método importante para tomar decisiones
apropiadas para proteger la salud pública. Los científicos tienen la responsabilidad de tratar a los animales de investigación
con cuidado y compasión. Los científicos deben adherirse a estrictos reglamentos para el cuidado de los animales porque actualmente
hay leyes que protegen el bienestar de los animales de investigación.
En animales, el principal órgano afectado por perclorato también es la glándula tiroides. Las alteraciones de la tiroides
causadas por perclorato en animales pueden llevar al desarrollo de tumores de la tiroides después de un período prolongado. Esto
ha ocurrido después de administrar cantidades muy altas de perclorato a animales. La Academia Nacional de Ciencias (NAS) concluyó que
basado en lo que se sabe de la biología de los tumores de la tiroides en seres humanos y en roedores, es improbable que el perclorato
constituya un riesgo de cáncer de la tiroides en seres humanos. Ni el Departamento de Salud y Servicios Humanos (DHHS), la EPA o
la Agencia
Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés)
han clasificado a los percloratos en cuanto a carcinogenicidad.
Los resultados de unos pocos estudios sugieren que el perclorato no afecta el sistema inmunitario de animales, pero se necesitan estudios adicionales
para confirmar esos resultados. En estudios en animales, el perclorato tampoco afectó los órganos de la reproducción o la
capacidad para reproducirse. La NAS encontró que los estudios en animales tienen poca utilidad para estimar el riesgo de los percloratos
para causar efectos adversos en seres humanos.
Esta sección discute los posibles efectos sobre la salud en seres humanos causados por exposiciones desde la concepción a la madurez
(18 años de edad).
Los niños y el feto tienen mayor probabilidad de ser afectados por el perclorato que los adultos debido a que las hormonas tiroideas
son esenciales para el crecimiento y desarrollo normales. Dos estudios se han llevado a cabo de bebés recién nacidos y niños
de edad escolar en un área de un país extranjero en donde los niveles de perclorato en el agua potable son mucho más altos
que los que se detectan en suministros de agua en Estados Unidos . Los resultados no indicaron ninguna evidencia de función tiroidea anormal
entre los recién nacidos o en los niños de edad escolar. Las madres de estos niños pueden haber ingerido aproximadamente
0.2 miligramos de perclorato al día a través del agua potable. Algunos estudios de bebés recién nacidos en áreas
de Arizona, California y Nevada, donde se ha encontrado perclorato en el agua potable, no han producido evidencia convincente de una asociación
entre las anormalidades de la tiroides que se observaron y exposición a percloratos.
Los estudios en animales han observado un nivel de actividad tiroidea bajo en animales en desarrollo expuestos a perclorato a través
de la placenta o a través de la leche materna. Uno de estos estudios, encontró alteraciones de la tiroides en animales jóvenes
aun cuando no se observaron alteraciones en las madres. Sin embargo, en este estudio, a los animales preñados se les dio perclorato en
cantidades mil veces más altas que las que consumen personas que beben agua contaminada en Estados Unidos . Estudios recientes en los
cuales se administró cantidades de perclorato mucho más bajas a ratas preñadas han confirmado que los percloratos pueden
alterar la tiroides de los animales recién nacidos. Esto ha ocurrido generalmente cuando la exposición a perclorato también
afectó
la tiroides de la madre. Dos estudios en ratas también encontraron alteraciones en algunas áreas del cerebro de las crías
cuyas madres fueron expuestas a perclorato durante la preñez. Sin embargo, estos estudios han generado preguntas e inquietudes acerca
de la interpretación de estos resultados.
Si su doctor encuentra que usted (o un miembro de la familia) ha estado expuesto a cantidades significativas de percloratos, pregunte si sus
niños también podrían haber estado expuestos. Puede que su doctor necesite pedir que su departamento estatal de salud investigue.
Es sumamente improbable que se encuentren percloratos en un hogar común. Los percloratos se encuentran en solamente un pequeño
número de artículos de uso diario. Se encuentran presentes en señales luminosas para caminos y vías marítimas,
fuegos artificiales y pólvora. Para reducir el riesgo de exposición a percloratos de su familia almacene estos productos debidamente
o remuévalos de su hogar.
Se han encontrado niveles bajos de percloratos en unas pocas muestras de agua de grifo. Generalmente no se han encontrado en muestras de agua
potable. Si a usted le preocupa la presencia de perclorato en su agua de grifo, puede reducir el riesgo de exposición de su familia bebiendo
agua embotellada.
Si usted vive cerca de un sitio de residuos peligrosos u otra área donde se han encontrado percloratos, el uso de agua embotellada puede
reducir el riesgo de su familia, especialmente si usted toma agua de manantiales que puede contener perclorato. Si usted vive en una de estas áreas,
evite que sus niños jueguen en la tierra y que coman tierra. Asegúrese de que sus niños se laven las manos frecuentemente
y antes de comer. Enséñele a los niños a no llevarse las manos a la boca.
Si usted trabaja en una fábrica que manufactura o usa percloratos, es posible que acarree polvo de perclorato del trabajo en su ropa,
la piel o el cabello. De esta manera, usted puede contaminar su carro, su hogar u otros lugares fuera de su trabajo en donde pueden exponerse
miembros de su familia con polvo de perclorato. Usted debe estar consciente de esta posibilidad si trabaja con percloratos. Una ducha removerá
todo el polvo de perclorato de su piel o el cabello. Un lavado de ropa removerá todo el polvo de perclorato de ésta.
No hay métodos de rutina para medir perclorato en el cuerpo, pero se puede medir perclorato en la orina. Debido a que el perclorato abandona
el cuerpo relativamente rápido (en tan sólo unas horas), encontrar perclorato en la orina solamente indica exposición muy
reciente. También se pueden medir los niveles de hormonas tiroideas en la sangre. Estas pruebas indicarán si sus niveles hormonales
están alterados, pero no pueden determinar la causa (la exposición a perclorato es una de muchas posibilidades). También
hay exámenes clínicos que pueden medir la capacidad de la glándula tiroides para incorporar yodo de la sangre para producir
hormonas tiroideas. La exposición al perclorato puede disminuir esta función, pero así también la exposición
a otras sustancias químicas, la falta de yodo y condiciones médicas sin relación con exposición a sustancias químicas.
El gobierno federal desarrolla reglamentos y recomendaciones para proteger la salud pública. Los reglamentos pueden ser impuestos
por ley. La EPA, la Administración
de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA), por sus siglas en inglés) y la Administración
de Drogas y Alimentos de EE. UU. (FDA, por sus siglas en inglés) son algunas agencias federales
que desarrollan reglamentos para sustancias tóxicas. Las recomendaciones proveen instrucciones valiosas para proteger la salud pública,
pero no pueden imponerse por ley. La Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades (ATSDR) y el Instituto
Nacional de Salud y Seguridad Ocupacional (NIOSH, por sus siglas en inglés) de los Centros
para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) son dos
agencias federales que desarrollan recomendaciones para sustancias tóxicas.
Los reglamentos y recomendaciones pueden ser expresados como 'niveles que no deben excederse' en otras palabras, niveles de la sustancia tóxica
en el aire, agua, suelo o alimentos que no sobrepasan los niveles críticos que se basan generalmente en niveles que afectan a los animales.
Estos niveles luego se ajustan para la protección de seres humanos. En algunas ocasiones estos 'niveles que no deben excederse' difieren
entre organizaciones federales debido a las diferentes duraciones de exposición (una jornada de 8 horas al día o de 24 horas al
día), el uso de diferentes estudios en animales u otros factores.
Las recomendaciones y los reglamentos son actualizados periódicamente a medida que se dispone de información adicional. Para obtener
la información más reciente, consulte a la organización o agencia federal que la otorga. Los siguientes son algunos reglamentos
y recomendaciones para los percloratos:
La EPA actualmente está estudiando si el establecimiento de normas para el perclorato en agua potable
constituye una buena oportunidad para reducir los riesgos del perclorato para la salud. Para sustentar su decisión, la EPA está recolectando
datos sobre la frecuencia con que se encuentra perclorato en suministros de agua pública y evaluando la disponibilidad y costo de tecnologías
de tratamiento. La EPA además está
asegurándose de que existan métodos analíticos disponibles para determinar si el agua contiene percloratos.
Si usted tiene preguntas o preocupaciones, por favor comuníquese con el departamento de salud y calidad ambiental de su comunidad o estado o con la ATSDR a la dirección y número de teléfono que aparecen más abajo.
La ATSDR también puede indicarle la ubicación de clínicas de salud ocupacional y ambiental. Estas clínicas se especializan en la identificación, evaluación y el tratamiento de enfermedades causadas por la exposición a sustancias peligrosas.
Las Reseñas Toxicológicas también están disponibles (en inglés) en Internet en www.atsdr.cdc.gov y en CD-ROM. Usted puede solicitar una copia del CD-ROM que contiene las Reseñas Toxicológicas de la ATSDR llamando
libre de cargos al número de información y asistencia técnica al 1-800-CDCINFO (1-800-232-4636), a través
de correo electrónico al cdcinfo@cdc.gov o escribiendo a:
Agency for Toxic Substances and Disease Registry
Division of Toxicology and Environmental Medicine
1600 Clifton Road NE
Mail Stop F-32
Atlanta, GA 30333
Fax: 1-770-488-4178
Las organizaciones con fines de lucro pueden solicitar copias de las Reseñas Toxicológicas finalizadas a:
National Technical Information Service (NTIS)
5285 Port Royal Road
Springfield, VA 22161
Phone: 1-800-553-6847 or 1-703-605-6000
Website: http://www.ntis.gov/
Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades. (ATSDR). 2005. Reseña Toxicológica de los Percloratos (versión
para comentario público) (en inglés). Atlanta, GA: Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU., Servicio de Salud Pública. |