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Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades (ATSDR)
Resumen de Salud Pública
1,2-Dicloroetano (1,2-Dichloroethane)
CAS#: 107-06-2
septiembre de 2001
Este Resumen de Salud Pública es el capítulo sumario de la Reseña Toxicológica para 1,2-dicloroetano.
El mismo forma parte de una serie de Resúmenes de Reseñas Toxicológicas relacionados a sustancias peligrosas y sus efectos
sobre la salud. Una versión más breve, ToxFAQs™,
también está disponible. Esta información es importante para usted debido a que esta sustancia podría causar efectos
nocivos a su salud. Los efectos a la salud de la exposición a cualquier sustancia peligrosa van a depender de la dosis, la duración,
la manera de exposición, las características y los hábitos personales, y si están presentes otras sustancias químicas.
Si desea información adicional, puede comunicarse con el Centro de Información de la ATSDR al 1-888-422-8737.
Este resumen de salud pública le informa acerca del 1,2-dicloroetano y de los efectos de la exposición a este compuesto.
La Agencia
de Protección del Medio Ambiente de EE. UU. (EPA, por sus siglas en inglés) identifica
los sitios de desechos peligrosos más serios en la nación. Estos sitios constituyen la Lista
de Prioridades Nacionales (NPL, por sus siglas en inglés) y son los sitios designados para limpieza
a largo plazo por parte del gobierno federal. El 1,2-dicloroetano se ha encontrado en por lo menos 570 de los 1,585 sitios actualmente en la NPL o
que formaron parte de la NPL en el pasado. Sin embargo, el número total de sitios de la NPL en
los que se ha buscado el 1,2-dicloroetano no se conoce. A medida que se evalúan más sitios, el número de sitios en que
se encuentre el 1,2-dicloroetano puede aumentar. Esta información es importante porque la exposición a esta sustancia puede perjudicarlo
y estos sitios pueden constituir fuentes de exposición.
Cuando una sustancia se libera desde un área extensa, por ejemplo desde una planta industrial, o desde un recipiente como un barril o
botella, la sustancia entra al ambiente. Esta liberación no siempre conduce a exposición. Usted está expuesto a una sustancia
solamente cuando entra en contacto con ésta. Usted puede estar expuesto al inhalar, comer o beber la sustancia, o por contacto con la
piel.
Si usted está expuesto al 1,2-dicloroetano, hay muchos factores que determinan si le afectará adversamente. Estos factores incluyen
la dosis (la cantidad), la duración (por cuánto tiempo) y de la manera como entró en contacto con esta sustancia. También
debe considerar las otras sustancias químicas a las que usted está expuesto, su edad, sexo, dieta, características personales,
estilo de vida y condición de salud.
El 1,2-dicloroetano es un líquido transparente, manufacturado, que no ocurre naturalmente en el ambiente. Se evapora rápidamente
a temperatura ambiente y tiene un olor agradable y un sabor dulce. Cuando el 1,2-dicloroetano se incendia, las llamas emiten humo. Actualmente,
el uso más común del 1,2-dicloroetano es la fabricación de cloruro de polivinilo (PVC), el cual a su vez se usa para manufacturar
una variedad de productos de plástico y de vinilo como por ejemplo cañerías de cloruro de polivinilo y otros materiales
de construcción importantes, materiales de empaque, tapices de muebles y automóviles, cubiertas de murallas, artículos para
el hogar y partes de automóviles. El 1,2-dicloroetano también se usa como solvente y se añade a la gasolina con plomo para
remover el plomo. En el pasado, también se encontró en pequeñas cantidades en productos que las industrias usaban para limpiar
telas, remover grasa de metales, y para disolver aceites, grasas, ceras, resinas y caucho. En el pasado, el 1,2-dicloroetano fue un componente
de ciertas soluciones de limpieza y de plaguicidas usados en el hogar; de algunos adhesivos como por ejemplo aquellos para pegar papel de muralla
o alfombras, y de algunas pinturas, barnices y removedores de acabado. Aunque actualmente se producen grandes cantidades de 1,2-dicloroetano,
la mayor parte se usa para fabricar otros productos químicos.
Las pequeñas cantidades de 1,2-dicloroetano que se liberan al agua o al suelo se evaporan al aire. El 1,2-dicloroetano proveniente de
un derrame o de su disposición impropia y que permanece en el suelo, puede movilizarse desde el suelo al agua. El 1,2-dicloroetano puede
permanecer en el agua o en el suelo por más de 40 días.
El 1,2-dicloroetano puede entrar al ambiente cuando se manufactura, se empaca, transporta o se usa. La mayor parte del 1,2-dicloroetano que
se escapa al ambiente es liberado al aire, aunque cierta cantidad es liberada a ríos o a lagos. El 1,2-dicloroetano también podría
entrar al suelo, al agua o al aire a raíz de un derrame accidental.
El 1,2-dicloroetano se evapora muy rápidamente desde suelo y el agua al aire. En el aire, se degrada al reaccionar con otros compuestos
formados por la luz solar. El 1,2-dicloroetano permanecerá en el aire durante más de 5 meses antes de ser degradado. También
puede ser removido del aire por la lluvia o la nieve. Debido a que permanece en el aire por largo tiempo, el viento lo puede transportar largas
distancias.
En el agua, el 1,2-dicloroetano se degrada muy lentamente y la mayor parte se evaporará al aire. Sólo pequeñas cantidades
son incorporadas por plantas y peces. No sabemos exactamente cuanto tiempo el 1,2-dicloroetano permanece en el agua, pero sí sabemos que
permanece más tiempo en lagos que en ríos.
En el suelo, el 1,2-dicloroetano se evapora al aire o se moviliza a través del suelo y entra al agua subterránea. Los microorganismos
que viven en el suelo o en el agua subterránea lo pueden transformar a otros compuestos menos peligrosos, pero esto sucede lentamente.
Si una gran cantidad de 1,2-dicloroetano entra al agua desde un accidente, sitio de desechos peligrosos o vertedero, puede movilizarse una gran
distancia bajo tierra y contaminar agua de pozos.
La exposición de seres humanos al 1,2-dicloroetano ocurre principalmente al respirar aire o tomar agua que contiene 1,2-dicloroetano.
La exposición generalmente ocurre en lugares donde esta sustancia se ha desechado impropiamente, o donde se ha derramado al suelo. Sin
embargo, también se han encontrado bajos niveles de 1,2-dicloroetano en el aire cerca de industrias donde se manufactura o se usa para
fabricar otros productos. La gente también puede estar expuesta a bajos niveles de 1,2-dicloroetano a través de inhalación
o contacto de la piel con productos fuera de uso que contienen 1,2-dicloroetano, como por ejemplo agentes de limpieza, plaguicidas, y adhesivos
usados para pegar papel de murallas y alfombras. Es improbable que este tipo de exposición cause efectos adversos a la salud.
El 1,2-dicloroetano se ha encontrado en el agua potable en Estados Unidos a niveles entre 0.05 y 64 partes de 1,2-dicloroetano por billón
(ppb) de partes de agua. La concentración promedio que se encontró en 12% de las muestras de aguas superficiales y agua subterránea
tomadas en 2,783 sitios de desechos peligrosos fue 175 ppb. El 1,2-dicloroetano se ha encontrado también en el aire cerca de áreas
urbanas en niveles desde 0.1 hasta 1.5 ppb y cerca de sitios de desechos peligrosos en niveles desde 0.01 hasta 0.003 ppb. Pequeñas cantidades
de 1,2-dicloroetano se han encontrado también en los alimentos.
Los seres humanos también pueden estar expuestos al 1,2-dicloroetano a través de su uso como aditivo en la gasolina para reducir
la cantidad de plomo, pero es improbable que estos bajos niveles afecten a la salud. Esta forma de exposición es poco importante para
la gente expuesta al 1,2-dicloroetano en Estados Unidos debido a que hoy en día raramente se usan gasolinas con plomo.
El 1,2-dicloroetano puede entrar al cuerpo cuando la gente respira aire o toma agua que contiene 1,2-dicloroetano. Los estudios en animales
también demuestran que puede entrar al cuerpo a través de la piel. La manera más probable de exposición en el trabajo
o fuera del lugar de trabajo es al tomar agua que contiene 1,2-dicloroetano o al respirar 1,2-dicloroetano que ha escapado al aire desde agua
o suelo contaminado.
Los experimentos en animales demuestran que el 1,2-dicloroetano que es inhalado o tragado se distribuye a muchos órganos del cuerpo,
pero generalmente abandona el cuerpo dentro de 1 ó 2 días. Los productos de degradación del 1,2-dicloroetano en el cuerpo
son eliminados rápidamente en la orina. El suelo cerca de sitios de desechos peligrosos probablemente no contiene altos niveles de 1,2-dicloroetano
porque se evapora rápidamente al aire. Esto sugiere que la exposición cerca de sitios de residuos peligrosos ocurrirá principalmente
al respirar aire contaminado más bien que por tocar suelo contaminado.
Para proteger al público de los efectos perjudiciales de sustancias químicas tóxicas, y para encontrar maneras para tratar
a personas que han sido afectadas, los científicos usan una variedad de pruebas.
Una manera para determinar si una sustancia química perjudicará a una persona es averiguar si la sustancia es absorbida, usada
y liberada por el cuerpo. En el caso de ciertas sustancias químicas puede ser necesario experimentar en animales. La experimentación
en animales también puede usarse para identificar efectos sobre la salud como cáncer o defectos de nacimiento. Sin el uso de animales
de laboratorio, los científicos perderían un método importante para obtener información necesaria para tomar decisiones
apropiadas con el fin de proteger la salud pública. Los científicos tienen la responsabilidad de tratar a los animales de investigación
con cuidado y compasión. Actualmente hay leyes que protegen el bienestar de los animales de investigación, y los científicos
deben adherirse a estrictos reglamentos para el cuidado de los animales.
La gente que se expuso accidentalmente a grandes cantidades de 1,2-dicloroetano en el aire o que accidentalmente o intencionalmente tragó 1,2-dicloroetano
experimentó a menudo problemas del sistema nervioso y contrajo enfermedades del hígado y el riñón. También
se observaron efectos sobre el pulmón luego de la inhalación de grandes cantidades de 1,2-dicloroetano. En casos fatales, la causa
de la muerte más frecuente fue falla cardiaca. No sabemos cuales fueron los niveles de 1,2-dicloroetano que causaron estos efectos, pero
probablemente fueron altos. En los estudios en animales de laboratorio también se observó que respirar o tragar grandes cantidades
de 1,2-dicloroetano produce alteraciones del sistema nervioso, y efectos del riñón o del pulmón. En animales de laboratorio
que respiraron o tragaron 1,2-dicloroetano también se observó una reducción en la habilidad para combatir infecciones, pero
no sabemos si esto ocurriría en seres humanos. La exposición prolongada a niveles más bajos también produjo enfermedad
del riñón en animales
Hasta ahora, la exposición al 1,2-dicloroetano no se ha asociado con cáncer en seres humanos. Un estudio observó una relación
entre un aumento en cáncer y la exposición a contaminantes, entre ellos el 1,2-dicloroetano en el agua subterránea, pero
la gente probablemente estuvo expuesta simultáneamente a muchas otras sustancias químicas. Algunos animales de laboratorio que
fueron alimentados con altas dosis de 1,2-dicloroetano desarrollaron cáncer. Cuando el 1,2-dicloroetano fue colocado en la piel de animales
de laboratorio, éstos desarrollaron tumores en el pulmón. No estamos seguros si respirar 1,2-dicloroetano produce cáncer
en animales. En base al hallazgo de cáncer en animales, la posibilidad de que ocurra cáncer en seres humanos no se puede excluir.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos (DHHS) ha determinado que es razonable predecir que el 1,2-dicloroetano puede producir cáncer.
La Agencia
Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés)
ha determinado que el 1,2-dicloroetano probablemente puede producir cáncer en seres humanos. La EPA ha
determinado que el 1,2-dicloroetano es probablemente carcinogénico en seres humanos.
Esta sección discute los posibles efectos sobre la salud en seres humanos expuestos durante el período desde la concepción
a la madurez a los 18 años de edad.
Los niños pueden estar expuestos al 1,2-dicloroetano al respirar aire contaminado y posiblemente al tomar agua contaminada. En el pasado,
el 1,2-dicloroetano se usó en ciertos artículos caseros como por ejemplo agentes de limpieza y adhesivos, pero ya no se usa en
esos productos. Existe la posibilidad de que el uso de uno de esos productos para limpiar los pisos o pegar alfombras que contienen 1,2-dicloroetano
exponga a los niños, debido a que éstos a menudo gatean en los pisos o juegan sobre las alfombras. Es probable que estas exposiciones
sólo duren unos días debido a que el 1,2-dicloroetano se evapora rápidamente. Es improbable que los niños se expongan
al 1,2-dicloroetano en la ropa de los padres o en otros objetos que se remueven del trabajo. Debido a que el 1,2-dicloroetano ha sido detectado
en la leche materna, es posible que algunos niños se expongan al 1,2-dicloroetano a través de la leche materna si las madres han
estado expuestas al 1,2-dicloroetano.
No se han conducido estudios acerca de los efectos del 1,2-dicloroetano en niños, y no tenemos ninguna información confiable acerca
de si el 1,2-dicloroetano produce defectos de nacimiento. Hay un estudio que sugiere que el feto de madres que están expuestas al 1,2-dicloroetano
y a otras sustancias químicas podrían sufrir problemas del corazón, pero la información no es suficiente para concluir
que el 1,2-dicloroetano es responsable de los defectos observados. Los estudios en animales de laboratorio preñados indican que el 1,2-dicloroetano
probablemente no produce defectos de nacimiento ni afecta la reproducción. Sin embargo, no sabemos si el feto sufre exposición
al 1,2-dicloroetano cuando el animal preñado se expone.
Es probable que los niños expuestos al 1,2-dicloroetano experimenten los mismos efectos que los adultos, especialmente enfermedad del
hígado y del riñón. No hay ninguna información para determinar si los niños difieren de los adultos en su
susceptibilidad a los efectos del 1,2-dicloroetano.
Si su doctor encuentra que usted ha estado expuesto a cantidades significativas de 1,2-dicloroetano, pregunte si sus niños también
podrían haber estado expuestos. Puede que su doctor necesite pedir que su departamento estatal de salud investigue.
En el pasado, el 1,2-dicloroetano se usó en pequeñas cantidades en productos domésticos como por ejemplo agentes de limpieza,
plaguicidas, y pegamento para papel de murallas y alfombras. Es posible que usted aun tenga envases de estos productos en su hogar. El riesgo
de exposición de esta fuente puede eliminarse si estos productos se desechan de inmediato. Los productos químicos domésticos
deben guardarse lejos del alcance de los niños para prevenir intoxicaciones accidentales. Siempre guarde los productos químicos
caseros en sus envases rotulados originales. Nunca guarde productos químicos caseros en envases que los niños pueden encontrar
atractivos como por ejemplo botellas de soda. Anote el número del Centro de Control de Envenenamientos al lado del teléfono. En
ciertas ocasiones los niños pueden exponerse al 1,2-dicloroetano al inhalar productos que lo contienen. Háblele a sus niños
acerca de los peligros de inhalar productos químicos intencionalmente. La exposición de su familia al 1,2-dicloroetano puede reducirse
desechando todo producto doméstico que lo contiene. Usted puede ponerse en contacto con el departamento de salud de su condado para averiguar
acerca de métodos de disposición apropiados.
El 1,2-dicloroetano ha sido detectado en el agua potable en Estados Unidos . La mayoría de las veces, el 1,2-dicloroetano se ha encontrado
en pequeñas cantidades que no presentan riesgo a la salud. Usted puede ponerse en contacto con su proveedor de agua o con el departamento
de salud de su localidad para obtener información acerca de los niveles de 1,2-dicloroetano en el agua potable.
El 1,2-dicloroetano se ha encontrado en el aliento, la sangre, la leche materna y la orina de gente expuesta. Debido a que las muestras de aliento
son fáciles de obtener, examinar muestras del aire que se inhala o exhala constituye una manera de averiguar si alguien ha estado expuesto
al 1,2-dicloroetano recientemente. Sin embargo, los exámenes que miden pequeñas cantidades de 1,2-dicloroetano en el aliento, los
tejidos, la leche o la orina pueden no estar disponibles en el consultorio de su doctor porque requieren equipo especial. Su doctor puede referirlo
a una facilidad que lleve a cabo estos exámenes. Aunque estos exámenes pueden demostrar que usted ha estado expuesto al 1,2-dicloroetano,
no pueden indicar si usted sufrirá efectos adversos a la salud. Debido a que el 1,2-dicloroetano abandona el cuerpo relativamente rápido,
estos métodos son de mayor utilidad para demostrar exposiciones que ocurrieron en días recientes. La exposición al 1,2-dicloroetano
en sitios de desechos peligrosos probablemente incluirá exposición a otras sustancias químicas simultáneamente. Por
lo tanto, los niveles de 1,2-dicloroetano que estos métodos miden en el cuerpo pueden no indicar exposición exclusiva al 1,2-dicloroetano.
Los exámenes médicos disponibles en el consultorio de un doctor incluyen exámenes de función pulmonar, del hígado
y del riñón, pero estos exámenes detectan daño que ya ha ocurrido a raíz de exposición a sustancias
químicas en general y no determinan la causa específica del daño. El daño también puede haber sido causado
por el estilo de vida (por ejemplo, consumo de alcohol, cigarrillos) o por exposición a agentes químicos ambientales. Otros métodos
para medir los efectos de la exposición al 1,2-dicloroetano (por ejemplo niveles enzimáticos anormales) no miden los efectos de
la exposición al 1,2-dicloroetano exclusivamente, sino que también miden los efectos de otras sustancias químicas.
El gobierno federal desarrolla reglamentos y recomendaciones para proteger la salud pública. Los reglamentos pueden ser
impuestos por ley. Las agencias federales que desarrollan reglamentos para sustancias tóxicas incluyen a la EPA,
la Administración
de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA), por sus siglas en inglés) y la Administración
de Drogas y Alimentos de EE. UU. (FDA, por sus siglas en inglés). Las recomendaciones proveen
instrucciones valiosas para proteger la salud pública, pero no pueden imponerse por ley. Las organizaciones federales
que desarrollan recomendaciones para sustancias tóxicas incluyen a la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades
(ATSDR) y el Instituto
Nacional de Salud y Seguridad Ocupacional (NIOSH, por sus siglas en inglés) .
Los reglamentos y recomendaciones pueden ser expresados como «niveles que no deben excederse» en el aire, agua, suelo o alimentos
y se basan generalmente en niveles que afectan a los animales. Estos niveles luego se ajustan para la protección de seres humanos. En
ciertas ocasiones estos «niveles que no deben excederse» difieren entre organizaciones federales debido a las diferentes duraciones
de exposición (una jornada de 8 horas al día o de 24 horas al día), el uso de diferentes estudios en animales o a otros
factores.
Las recomendaciones y los reglamentos son actualizados periódicamente a medida que se dispone de información adicional. Para obtener
la información más reciente, consulte a la organización o agencia federal que la otorga. Los siguientes son algunos reglamentos
y recomendaciones para el 1,2-dicloroetano:
El gobierno federal ha establecido normas y recomendaciones para proteger al público de los posibles efectos a la salud del 1,2-dicloroetano
en el aire. La OSHA ha establecido un límite de 50 partes de 1,2-dicloroetano por millón de
partes de aire (ppm, 1 ppm es 1,000 veces más que 1 ppb) del trabajo durante una jornada de 8 horas diarias, 40 horas semanales. El NIOSH recomienda
que una persona no se exponga a más de 1 ppm de 1,2-dicloroetano en el aire del trabajo durante una jornada de 10 horas diarias, 40 horas
semanales. El NIOSH considera al 1,2-dicloroetano como sustancia posiblemente carcinogénica en exposiciones
ocupacionales. Basado en experimentos en animales, la EPA también considera a esta sustancia como
probablemente carcinogénica.
El gobierno federal también ha establecido normas y recomendaciones para proteger al público de los posibles efectos a la salud
del 1,2-dicloroetano en el agua potable. La EPA ha establecido un límite en el agua de 0.005 miligramos
de 1,2-dicloroetano por litro de agua (5 ppb).
Si usted tiene preguntas o preocupaciones, por favor comuníquese con el departamento de salud y calidad ambiental de su comunidad o estado o con la ATSDR a la dirección y número de teléfono que aparecen más abajo.
La ATSDR también puede indicarle la ubicación de clínicas de salud ocupacional y ambiental. Estas clínicas se especializan en la identificación, evaluación y el tratamiento de enfermedades causadas por la exposición a sustancias peligrosas.
Las Reseñas Toxicológicas también están disponibles (en inglés) en Internet en www.atsdr.cdc.gov y en CD-ROM. Usted puede solicitar una copia del CD-ROM que contiene las Reseñas Toxicológicas de la ATSDR llamando
libre de cargos al número de información y asistencia técnica al 1-800-CDCINFO (1-800-232-4636), a través
de correo electrónico al cdcinfo@cdc.gov o escribiendo a:
Agency for Toxic Substances and Disease Registry
Division of Toxicology and Environmental Medicine
1600 Clifton Road NE
Mail Stop F-32
Atlanta, GA 30333
Fax: 1-770-488-4178
Las organizaciones con fines de lucro pueden solicitar copias de las Reseñas Toxicológicas finalizadas a:
National Technical Information Service (NTIS)
5285 Port Royal Road
Springfield, VA 22161
Phone: 1-800-553-6847 or 1-703-605-6000
Website: http://www.ntis.gov/
Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades. (ATSDR ). 2001. Reseña Toxicológica
del 1,2-Dicloroetano (en inglés). Atlanta, GA: Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU., Servicio de Salud Pública. |