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Usted está cuidando de una persona, no de sólo un cuerpo, así que sus sentimientos también son importantes. Como cada persona es diferente, no hay reglas acerca de lo que se debe hacer o decir, pero aquí se le indican algunas ideas que le pueden ayudar.
- Haga que la persona participe en su cuidado. No haga todo por ella ni tome
todas las decisiones. A nadie le gusta sentirse inútil.
- Haga que ayude en la casa si puede. A todo el mundo
le gusta sentirse útil. La persona quiere ser parte del grupo, contribuyendo
con lo que pueda.
- Inclúyala en el hogar. Haga que participe en las conversaciones
normales sobre libros, televisión, música, lo que sucede en el mundo, etc.
Mucha gente quiere sentir que participa en las cosas que suceden a su alrededor.
Pero no siempre hay que hablar, a veces sólo estar ahí es suficiente. Simplemente
ver televisión juntos o estar sentados leyendo en la misma habitación es con
frecuencia reconfortante.
- Hable sobre cosas. A veces los pacientes necesitan
hablar del sida o de su propia situación como una forma de pensar en voz alta.
Tener sida puede hacer que la persona se sienta furiosa, frustrada, deprimida,
asustada y sola, como cualquier otra enfermedad grave. Escuchar, tratar de
entender, mostrar que a usted le importa y ayudarla a entender sus emociones
es una parte importante del cuidado en el hogar. Un grupo de apoyo de otras
personas con sida también puede presentar una buena oportunidad para que ella
exprese sus ideas. Póngase en contacto con la Asociación Nacional de Personas
con sida para obtener información acerca de los grupos de apoyo en su área.
Si desea apoyo profesional, ayúdele a hallarlo.
- Invite a sus amigos a venir de visita. Un poco de vida
social puede ser muy buena para cualquiera.
- Tóquela. Abrácela, bésela, tómela de la mano para mostrarle
que le importan. Algunas personas no desearán proximidad física, pero si lo
desean, tocar es una forma poderosa de decir que le importan.
- Salgan juntos. Si pueden, salgan a eventos sociales,
de compras, de paseo en automóvil, a pie alrededor de la manzana, o simplemente
al parque, jardín o porche para sentarse al sol y respirar aire puro.
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