Se identifica una relación entre la falta de exámenes de detección y una gran parte de los casos de cáncer de seno en la etapa avanzada
Los autores de un estudio publicado el 20 de octubre de 2004 en la revista Journal of the National Cancer Institute1*
declaran que las dos prioridades principales del sistema de salud deben ser aumentar el porcentaje de exámenes de mamografía e invertir en
investigaciones que mejoren la tecnología para detectar el cáncer de seno. Noventa y dos por ciento de los casos de cáncer de seno en la etapa
avanzada se podrían diagnosticar cuando hay una mayor probabilidad de verse tratamientos efectivos, si el sistema de salud se concentrara en
reclutar mujeres que no han sido examinadas recientemente y si la tecnología para detectar el cáncer de seno mejorara para detectar el cáncer
más temprano y con mayor exactitud. El estudio fue dirigido por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI, por su sigla en inglés), el cual forma
parte de los Institutos Nacionales de la Salud, y la red de investigación del cáncer, Cancer Research Network (CRN), un consorcio de planes de
salud integrados.
Los resultados de este estudio indican que existe una relación entre el 52 por ciento de los casos de cáncer de seno en la etapa avanzada y
el no haber recibido mamografías entre uno y tres años antes del diagnóstico del cáncer. Los autores dicen que para mejorar los resultados de
los casos de cáncer de seno será necesario localizar a las mujeres que no han recibido exámenes y animarlas para que se hagan la mamografía,
sobre todo cuando se trata de mujeres mayores, solteras, con poca educación y/o de bajos ingresos. Localizar a estas mujeres debe ser la
prioridad, ya que estos grupos son los menos probables de haber recibido mamografías. «La buena noticia es que sabemos mucho sobre cómo
localizar a las mujeres que nunca se han hecho la mamografía o que no se la hacen regularmente», dijo Stephen Taplin, M.D., M.P.H, un
científico superior en la División para el Control del Cáncer y Ciencias de Población del NCI. Asimismo, añadió que «el desafío es cómo poner
en práctica este conocimiento».
Para realizar el estudio, se evaluaron todos los servicios médicos que recibieron 2.694 mujeres en los tres años antes de su diagnóstico de
cáncer de seno. Los investigadores revisaron los expedientes médicos de mujeres en siete planes de salud integrados en todos los Estados
Unidos. Estos planes ofrecen servicios de atención primaria y especializada dentro del mismo sistema y sirven a 1,5 millones de mujeres mayores
de 50 años. Todos estos planes ofrecen mamografías de exploración para el cáncer de seno sin cargo alguno o a bajo costo. Al inicio del estudio
en 1999, entre un 71 por ciento y 81 por ciento de estas mujeres se habían hecho la mamografía. «Deberían haber pocas mujeres con el
diagnóstico de cáncer de seno en la etapa avanzada en las poblaciones que reciben exámenes regularmente porque, en teoría, los exámenes
identificarían el cáncer antes de que progrese», explicó el Dr. Taplin. «No obstante, se vieron casos de cáncer de seno en la etapa avanzada en
esta población».
Anteriormente el Dr. Taplin trabajó en Group Health Cooperative en Seattle, Washington, donde dirigió un equipo de investigadores que
formaban parte de la CRN, la cual recibe apoyo del NCI. El Dr. Taplin y sus colegas en los planes de salud participantes dividieron a los
pacientes del estudio en dos grupos según la etapa del diagnóstico de su cáncer. El primer grupo consistió de las mujeres cuyo cáncer se había
propagado por todo el cuerpo o que tenían tumores de tres centímetros o más grandes. El segundo grupo consistió de las mujeres cuyo cáncer de
seno se había diagnosticado en las etapas tempranas cuando los tumores son más pequeños. Cada grupo contaba con 1.347 mujeres y ambos grupos
fueron igualados de acuerdo a edad y tipo de plan de salud.
Uno de los resultados principales fue que las mujeres que fueron examinadas entre uno y tres años antes de recibir un diagnóstico de cáncer
de seno presentaron más de un doble de probabilidad de tener cáncer de seno en la etapa avanzada. Esto demuestra una razón muy importante para
hacerse la mamografía regularmente: aumentar la probabilidad de detectar el cáncer de seno en su etapa inicial. No obstante, otro de los
resultados demostró que hay que desarrollar mejores exámenes de exploración. Casi un 40 por ciento de las mujeres con cáncer de seno en la
etapa avanzada recibieron mamografías negativas entre uno y tres años antes del diagnóstico.
«Estos resultados demuestran que mejoras en la implementación de las mamografías y en los métodos de detección temprana podrían reducir los
casos de etapa avanzada», dijo el Dr. Taplin. Los investigadores también descubrieron que las mujeres con la menor probabilidad de hacerse los
exámenes son las hispanas, las solteras y las mujeres sin historial familiar de cáncer de seno.
El Dr. Andrew von Eschenbach, Director del NCI, añadió que «este estudio nos ayudará a identificar las prioridades de los exámenes para el
cáncer de seno. Para eliminar el sufrimiento y la muerte causados por el cáncer, necesitaremos mejorar los métodos para localizar y
proporcionarles exámenes de detección a aquellas mujeres que no se hacen la mamografía regularmente, mejorar cómo interpretamos las mamografías
y desarrollar exámenes nuevos. Estas medidas son importantes para alcanzar nuestras metas nacionales».
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Para mayor información sobre el cáncer, consulte el sitio en el Internet del NCI: http://www.cancer.gov
o llame al Servicio de Información sobre el Cáncer del NCI al 1-800-4-CANCER (1-800-422-6237).
1* Journal of the National Cancer Institute , 20 de octubre de 2004, tomo 96, número 20: páginas 15, 18-1527.
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