Discursos y Declaraciones
Palabras del Embajador Garza en la ceremonia de entrega
de becas CASS
Versión anticipada
23 de julio de 2008
Buenos días. ¡Bienvenidos! Antes que nada
quiero felicitarlos por formar parte de este programa. Me
da mucho gusto estar aquí con ustedes y tomar unos
momentos para platicar sobre este programa que de manera
personal tiene gran importancia para mí.
En mayo del año pasado, tuve la oportunidad de visitar
cuatro comunidades (San Miguel Huaixtita, Tecolote, Los
Lobos, y Santa Gertrudis) en la región huichol del
estado de Jalisco. Durante mi viaje fui testigo de la importancia
del papel del maestro en una comunidad indígena y
rural.
He tenido también la oportunidad de compartir con
jóvenes mexicanos que han estudiado en instituciones
de educación superior en los Estados Unidos y entender
cómo una oportunidad – una beca – puede
cambiar la vida de una persona, y cómo el adquirir
nuevas y útiles habilidades puede tener un impacto
positivo en una persona y su comunidad.
Una de las primarias que visité fue la escuela de
Fidel Robles en San Miguel Huaixtita. Fidel, buenos días,
¿cómo has estado?
El día de hoy nos complace encontrarnos aquí
acompañados de la maestra Yolanda Ramírez,
de la Dirección de Educación Indígena
de la Secretaría de Educación Pública,
para celebrar con Fidel y los otros 14 maestros y 27 jóvenes
que han sido seleccionados para recibir una beca este año.
Los estudiantes viajarán a mi país, los Estados
Unidos, para obtener un certificado técnico superior
de dos años en áreas competitivas como son:
manejo de recursos naturales y agua, control de calidad,
electrónica, agro-negocios, y pequeña y mediana
empresa. Los maestros asistirán a la Universidad
Estatal de Arizona para un año de capacitación
y mejora de sus habilidades docentes.
Uno de los recuerdos que atesoro es que hace unos 30 años,
tuve oportunidad de viajar a México como estudiante
por tres meses. Fue una experiencia muy valiosa, porque
a mí me permitió abrirme a una nueva cultura
y a un idioma diferente. Y despertó en mí
el interés en cosas diferentes. Estoy seguro que
para ustedes, esta experiencia también será
una buena oportunidad de crecimiento. Y a los maestros les
quiero decir que no he conocido a nadie exitoso que no guarde
el recuerdo especial de algún maestro que en una
forma u otra tocó su vida y le motivó a alcanzar
sus metas. Ese es un privilegio único que tienen
ustedes como maestros.
Estoy convencido de que la educación abre las puertas
del desarrollo. Para el gobierno de los Estados Unidos es
un honor tener la oportunidad de apoyar a mexicanos talentosos
y entusiastas que han demostrado su interés en hacer
buenas cosas por sus comunidades y por su país.
Quiero aprovechar esta oportunidad para invitar a todos
ustedes - estudiantes y maestros – a aprender todo
lo que puedan de esta experiencia: habilidades técnicas,
un nuevo idioma y una nueva cultura.
Quiero también recordarles que se convertirán
en embajadores de México durante su tiempo en los
Estados Unidos. Compartan con todos aquellos que conozcan
la riqueza de la vibrante cultura mexicana; y cuando regresen
a México, compartan el conocimiento y la experiencia
obtenida con su familia, paisanos y compañeros de
trabajo.
A nuestro socio implementador Georgetown University, a
su programa de Becas CASS, y a su red de apoyo – les
agradecemos el excelente trabajo de identificar el talento
que tenemos hoy aquí.
Agradezco también a la Secretaría de Educación
Pública por apoyar el programa de maestros al continuar
pagando sus salarios y colocar a un maestro sustituto para
velar por sus alumnos durante el tiempo que dura su beca.
Quiero expresarles mis mejores deseos, que esta experiencia
sea una semilla que traiga mucho fruto en su camino diario,
y quiero concluir como siempre lo hago, con la sincera oración:
que Dios bendiga a México, a los Estados Unidos y
a cada uno de ustedes.
Gracias
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